5. Un Desayuno Diferente

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Desperté por una fuerte música que se escuchaba abajo, era una clase de Rock alternativo, nada mal solo si no fueran las...un segundo, no sé qué hora es, quize golpearme la cara pero me calme, luego me levanté, eran las 8.

Bueno no era tan temprano como pensé, así que me desenvolví de las sabanas y me pare de ese colchón, desperté con un dolor de espalda y cuello, me estire todo lo que pude mientras soltaba sonidos de animal, creo que si alguien hubiera estado cerca en ese momento habría llamado a control animal.

Quien me encontré ahí abajo no era para nada a quien esperaba encontrar -aunque realmente no pensaba en encontrarme con nadie-, estaba bailando muy sensualmente y cantando a todo pulmón. Era Lindsay que se encontraba preparando panqueques, espero que no solo para ella porque tenía bastante hambre, me acerque a la cocina muy lentamente para que no me escuchara, de todas las chicas ella era la que más curiosidad me causaba. Aunque en ese momento me sentí como todo un acosador, pasaron unos 30 segundos en los que ella seguía bailando hasta que al parecer tuvo que buscar algo y se volteo, entonces su mirada azulada conecto con la mía me asuste, no sabía cómo iba a reaccionar.

Ella sin duda tenía que tener un trastorno, o le gustaba confundirme porque lo que hizo en ese momento no me lo espere ni en mil años, me tomo de los hombros y siguió bailando, pero esta vez con su quijada bien levantada y mirando mis ojos, ¿estaba intentando seducirme? Conociéndola como la conozco ósea NADA, no sabía qué coño estaba haciendo. Meneaba sus caderas y su mirada se quedó conectada con la mía en ese momento sentí algo, -que no es lo que están pensando cochinas- sentí que lo estaba haciendo ¿para retarme, para volverme loco tal vez? Tan solo se terminó la canción ella me dio una sonrisa y se fue a quitar la música.

-Quien lo diría, el nuevo resulto ser uno de esos raros que espían a las chicas- soltó una risa seca y me miro, fruncí mi ceño y negué con mi cabeza.

-No te estaba espiando- ella empezó a voltear los panqueques ignorándome, vaya que hermosa manera de comenzar el día.

-Y yo no soy odiosa, sigamos contando chistes- me dio una sonrisa que se veía bastante falsa, así que yo le di una igual y dije:

-Solo quiero que seamos amigos- al parecer dicha frase era tan extraña para Lindsay, que empezó a soltar carcajadas hasta que se ahogó y termino en el suelo, tuve que darle unas palmaditas en la espalda.

-Gracias- y siguió tosiendo, al parecer para matar a alguien solo tengo que decir "quiero que seamos amigos" y pum muerto –así que quieres ser mi amigo y por eso me espiabas- ella aplaudió como felicitándome y sí, eso era justo lo que acababa de hacer, solo que en mi mente no había sido tan enfermizo.

-Bueno no soy perfecto ¿sí? Perdón no quería que te sintieras incomoda- ella iba a decir algo, pero justo se escuchó un estruendo en la parte de arriba que hizo que yo pegara un salto, ella se burló de mí.

Al parecer la del estruendo había sido Karla que llego dándole un golpe a la puerta y modelando, si modelando.

-Como amanecieron perras- dijo con una voz ronca, no aguantaba la risa por el ridículo que estaba haciendo así que luego de decir eso empezó a soltar carcajadas a diestra y siniestra, espero que no se ahogue.

-Atájala Karla- dijo Lindsay que le lanzo un panqueque que voló por los aires hasta caer en lo dientes de Karla, creo que su instinto animal salió a flote y se convirtió en toda una perra, okey eso sonó mal.

- ¿De que hablaban? - pregunto Karla que ya se estaba comiendo el panqueque muy tranquilamente luego dijo algo como "ay coño no me he cepillado" y salió corriendo escaleras arriba.

-A veces es rara- dijo Lindsay quien se encogió de hombros y siguió preparando panqueques.

- ¿Me vas a dar uno? - mi estómago ya estaba gruñendo y yo no sabía si podía tomar uno.

Viviendo Con Las PlaygirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora