Psicópata

E S P E C I A L E S

Antes de empezar quiero decirles que empezaré a subir videos (tipo video blogs y así) a mi canal de Youtube, dejaré una video reacción que hice al nuevo video de CD9 en multimedia, espero contar con su apoyo ❤

~Capítulo 22~

(...)

     Los consejos de Fátima eran verdaderamente sabios pero... Creo que no eran para mí.

     Estuve dándole vueltas en mi cabeza a mi decisión desde que Fátima se fue de mi casa, ni siquiera bajé a comer por lo mismo. El hecho de seguir con Alonso me parecía sumamente riesgoso pero el hecho de abandonarlo me resultaba doloroso. Era un arma de doble filo a la cual forzosamente debía de someterme.

     Ya sólo faltaba pocos minutos para que Alonso se marchara del parque y yo aún seguía en mi casa, fue entonces cuando una voz retumbó en mi cabeza. "Y... ¿Por qué no? " —Era lo que decía.

     A la velocidad de un rayo tomé mi bolso, no quería llamar la atención ni de mi abuela ni de Alicia así que salí por la ventana de mi habitación.

     Corrí literalmente hacia el parque, por lo regular hago alrededor de 15 minutos de mi casa al parque caminando, pero a la velocidad a la que iba llegué en menos de 7 minutos.

     Al llegar al lugar miré para todos lados, el lugar se encontraba solo, miré mi reloj: 10:31 " ¡Mierda!, Alonso ya se debió de haber ido" —Pensé. Estaba a punto de irme cuando escuché el rechinido de un oxidado columpio, giré rápidamente mi vista hacia este y pude darme que había alguien ahí quien provocó aquel ruido al pararse del columpio.

    Caminé rápidamente hacia el lugar de los columpios y al acercarme más pude ver que era un hombre de complexión delgada y con la capucha de su hodie obscuro puesta.

     — ¡Alonso! —Grité

     Inmediatamente la persona se giró y me di cuenta de que en definitiva, era Alonso. Aquel hodie obscuro y la luz de la luna hacían ver su piel más clara de lo que normalmente se veía al igual que su cabello lucía más rubio de lo usual.

     —Ámbar, viniste —dijo un tanto impactado

     —Sí —me acerqué un poco más— ¿creíste que te dejaría solo?

     —Ámbar, agradezco que estés aquí pero no necesito ayuda, yo trabajo solo

      —Tal vez es tiempo para trabajar en pareja

      —Ámbar, escucha —me tomó de los hombros— no quiero que te pase nada malo

     —Ni yo quiero que te pase nada a ti Alonso —dije mirándolo a los ojos

      —Es que... —Me soltó y se giró — lo haces más complicado de lo que es

      — ¿Te asusta la complejidad acaso?

     —No —se giró de vuelta a mí — lo que me asusta es perderte

      — ¿Y crees que a mí no me asusta perderte a ti?, conozco a Marco mejor que tú y también a sus sucias trampas, todos los años de mi vida he estado obligada a reprimir mis sentimientos hacia cualquier persona y ahora, que he decidido por fin mostrar afecto hacia alguien... Alonso, es sólo que... No quiero perderte