E N C A R G O

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SEMANA NOVELEZCA: ¡MARATÓN DE PSICÓPATAAAA! 2/3

~Capítulo 5~    

     —Señorita Velásco, la hemos estado buscando toda la tarde su hermano ha llamado buscándola—dijo Alicia alterada 

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     —Señorita Velásco, la hemos estado buscando toda la tarde su hermano ha llamado buscándola—dijo Alicia alterada 

     —Estuve con un amigo, ¿y mi abuela?

     —Está en la cocina pero sería bueno que llame a su hermano

     —Gracias Alicia, lo haré

     Subí a mi habitación y dejé mis cosas sobre mi cama, después de eso salí al pequeño pasillo afuera de esta, tomé el teléfono y le marqué a mi hermano.

     —Sabía que llamarías—dijo Marco al teléfono divertido

     —Ya lo hice, ¿ahora qué?

     —Muy ingenioso traer a tu noviecito a que te defendiera

     —Prométeme que no le harás nada

      —No vale la pena, pero si mal recuerdo, tú y yo teníamos un trato el cual no cumpliste 

      —Escucha—me aseguré de que nadie más estuviese escuchando nuestra plática— te ayudaré a vender pero necesito tiempo

      —Un buen empresario no hubiese aprobado eso pero para que veas que soy generoso te daré un mes de plazo, pero con una condición

     —No me acostaré contigo

     —Tú sólo piensas en eso—dijo burlón— estamos algo cortos de personal, me faltan repartidores así que, si quieres estar a salvo en lo que tomas tu decisión deberás apoyándome haciendo unos cuantos encarguitos 

     —Está bien

     —Comienzas mañana te dejaré algunos paquetes junto con un papel donde indica su destino en la casa abandonada frente a su casa

     —Entendido

     Alicia entró al pasillo e inmediatamente finalicé la llamada.

     —Siento interrumpir pero venía por la frazada de tu abuela

     —No, descuida, ya había terminado

     — ¿Qué quería?—Alicia comenzó a buscar la frazada de mi abuela en una caja que se encontraba en el piso

     —Ah, lo mismo de siempre, saber si el dinero se depositó y ya—mentí

      —Menos mal—encontró la frazada y la puso sobre su ante brazo— con su insistencia al llamar creí que era algo más grave 

     —Por suerte no—le regalé una leve sonrisa


(...)

PsicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora