Capítulo 30
Narrador
" Alonso se retorcía en el piso de aquella fría y oscura cabaña, tirado en posición fetal, golpeaba su cabeza en repetidas ocasiones con sus manos mientras gritaba de dolor. Aquellas voces no cesaban, él sabía que era imposible que ellas cesaran por completo, que aquellas voces lo seguían desde que comenzaron todos sus problemas y que lo continuarían siguiendo por el resto de su vida pero, la mayor parte del tiempo, aquellas voces le decían cosas sin sentido alguno o simplemente cada una estaba en un tema diferente y Alonso decidía ignorarlas, pero aquella fría y hostil noche, no era así.
Aquellas voces parecía que estuvieren sincronizadas y al unísono le ordenaban lo mismo a Alonso. Alonso sabía que era incorrecto, pero, una parte de él tenía esa inquietud, ese deseo insaciable cada vez más invadía su cuerpo conforme los minutos transcurrían. Alonso tirado en el piso, giró su vista hacia la mesa de noche que se encontraba a un lado de aquella vieja y apolillada cama, sobre el mueble, reposaba su preciado revólver, inconscientemente, Alonso se arrastró hacia el mismo, su alma sabía que no quería hacerlo, pero su mente y su cuerpo simplemente no opinaban lo mismo.
Ya frente al revólver y con la mano temblorosa, Alonso tomó el arma y se puso de pie. Con los ojos llorosos y algunas lágrimas corriendo por sus mejillas, cargó de municiones el arma, fue entonces, cuando escuchó el crujido del tambor (así se le llama a la parte del revólver en la que se insertan las balas) que dirigió su vista hacia el espejo de cuerpo completo lleno de polvo que se encontraba frente a él. Con el aliento entre cortado apuntó hacia su cabeza mientras se miraba fijamente a los ojos en aquel espejo, las lágrimas corrían por sus mejillas desbocadas cual basto caudal, su mano temblaba mientras su dedo índice no se atrevía a presionar el disparador. Después de estar así unos segundos, Alonso bajó el revólver, lo metió de vuelta a su estuche para después meterlo dentro de una bolsa negra, tomar una chaqueta y salir de aquel lugar."
Ya habían pasado dos semanas desde su partida cuando él decidió regresar por ella, no porque la extrañara sino porque un deseo invadía su mente, un oscuro y siniestro deseo, fue entonces, cuando en aquella fría y oscura noche, Alonso tomó su revólver y salió de casa, sabía que las voces no cesarían a menos de que estuviese a su lado y eso, eso era lo que él haría.
-De preferencia poner Put a Flower in your Pocket de The Arcs, la dejo en multimedia-
Alonso ya se encontraba frente aquella casa, aquella casa en la cual descansaba su hermosa dama, el vecindario era silencioso a excepción de las copas de los árboles ondeantes en el aire, estando ahí, en aquella quietud, Alonso se colocó su capucha y se abrió paso hacia la casa.
Sus zancadas eran rápidas, quería acabar todo rápido, al llegar a la entrada, ya sabía dónde se encontraba la llave de repuesto, conocía tan a detalle la vida de Ámbar que sabía todos y cada uno de sus movimientos. Tomó la llave y con guantes puestos abrió la puerta intentando no hacer ruido, ya dentro, cerró la puerta con suma precaución, miró a su alrededor, el lugar estaba oscuro pero para su suerte eso no le hacía difícil ver, caminó por el pasillo con dirección a las escaleras, la casa estaba en suma quietud, Alonso sabía que debía de ser silencioso ya que en aquel lugar podría escucharse inclusive el caer de un alfiler, por lo tanto a pesar de que sus zancadas eran rápidas y amplias intentaba que fueran delicadas.
Después de recorrer el largo pasillo lleno de fotos familiares colgadas en las paredes y aquella alfombra larga y un tanto polvienta que reposaba sobre el piso llegó a la escalera. La escalera era de madera y debido a la vejez de aquella casa era probable que la madera produjera un ruido chirriante al ser pisada en un punto equivocado, Alonso estaba consiente de ello, por lo cual subió las escaleras con extremado sigilo.
Al llegar a la planta alta, Alonso caminó hacia la habitación de Ámbar y estando fuera de su puerta dio un gran suspiro, cerró sus ojos por unos cuantos segundos y fue cuando decidió abrir la puerta. Estando ahí, frente a la cama de su amada, frente a aquella persona de la cual había recibido caricias, besos, abrazos, estando ahí fue cuando se desmoronó, las lágrimas comenzaron a salir mientras empuñaba su arma con ambas manos, su pulso no era firme y contenía unas profundas ganas de saltar un gran grito, fue entonces cuando sin más, disparó el arma contra Ámbar.
Después de lo cometido, Alonso tapó el cuerpo de su amada con una manta, limpió ligeramente las lágrimas de su rostro y se aproximó a paso veloz a la habitación de al lado en la cual descansaba la abuela de Ámbar. Alonso abrió la puerta y con la misma frialdad que disparó el gatillo hacia Ámbar disparó hacia ella, después de esto colocó una manta sobre el cuerpo y salió de la habitación. Alonso a paso veloz se bajó las escaleras y salió de la casa con dirección al jardín.
Al fondo del jardín había una pequeña casucha en la cual se guardaban los artefactos de jardinería, la abrió y de ella sacó un galón de gasolina el cual era utilizado para darle energía a la podadora. Llevó aquel galón consigo dentro de la casa y comenzó a rociarlo por todos lados, aquella tarea tan solo le demoró unos cuantos minutos finalizando en la parte delantera de la casa donde después de observarla por unos breves segundos encendió un cerrillo, lo arrojó hacia el camino que había hecho de gasolina y se dio la vuelta dejando así que la casa de su querida Ámbar ardiera en llamas.
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Oh Alonso, mi querido Alonso, la luz de mi vida pero a su vez oscuridad, las alas de mi vuelo pero a su vez el peso que me hace caer en picada, el sol en los días lluviosos pero a su vez un gran diluvio veraniego... Eras mi mundo, mi universo, mi todo, cada parte de mi cuerpo que también es tuyo se estremecía el escuchar tu nombre y las pupilas se me dilataban al ver aquellos preciosos ojos azules que contenían la quietud y la paz de mil océanos.
Nunca me di cuenta de nada pero ahora logro percatarme de todo, quien yo pensaba que era un nuevo comienzo la persona que me iba a sacar del abismo profundo, la persona que creía que me tendería la mano, esa persona que tenía aquella "fórmula secreta" que con tan solo un beso me hacía sentir sana y salva... Terminó siendo el manual para construir mi autodestrucción.
Tal vez tú fuiste a mi casa aquella noche, tal vez entraste en ella con todo el sigilo y cuidado, tal vez tú caminaste por los pasillos, tal vez tu subiste las chirriantes y viejas escaleras, tal vez caminaste hacia mi cuarto, tal vez te detuviste frente a mi puerta, tal vez pensaste dos veces antes de hacerlo, tal vez creíste que era demasiado tarde para remordimientos, tal vez decidiste entrar, tal vez apuntaste el arma hacia mí y tal vez jalaste el gatillo pero... Yo no morí gracias a ti.
Morí por mi propia cuenta, lentamente, como si de sida o cáncer se tratara, específicamente mes con mes desde que te conocí me fui inyectando de ese asesino silencioso, de ese potente veneno que hoy acaba con mi vida, tú fuiste ese veneno que yo consumí dichosa, fue mi elección correr hacia ti, fue mi elección hablarte en aquel pasillo, fue mi elección buscarte, fue mi elección involucrarte en mi vida, fue mi elección llamarte "amigo", fue mi elección acompañarte aquella hórrida escena en el bosque, fue mi elección presentarte a mis amigos, fue mi elección besarte, fue mi elección que tú y yo fuéramos más que amigos, fue mi elección acompañarte en tu "trabajo", fue mi elección pasar aquella noche contigo, pero sobre todo, fue mi elección enamorarme loca, apasionada y fuertemente de ti y todo esto abonado, fue el detonante de la explosión.
Alonso, mi cielo, mi alma, el filo de el cuchillo, la bala de el revólver, quiero que sepas que... Te amo, aunque tú no puedas corresponderme, aunque tu sangre sea fría, aunque no te arrepientas de lo que hiciste, a pesar de tu pasado, a pesar de tus problemas, serás siempre el amor de mi vida, el primero pero no el último, sino aquel que es eterno.
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Psicópata
Mystery / ThrillerNadie sabe nada de él, es un completo misterio que comenzó desde el día de su llegada, lo único que se sabe es que es peligroso... Tal vez tenga... Un oscuro pasado... ---------------- Primera novela de Alonso Villalpando con este nombre, si encuen...