GIGI ― zigi

once.

El personal del hospital nos reconoció a primera vista. Mi familia era muy conocida en la isla, y Zayn era, bueno, Zayn. Era una leyenda local. Nos dieron el tratamiento local, una enfermera me llevó de inmediato y limpiaron mis cortes con rapidez, Zayn cerniéndose en mi espalda todo el tiempo.

"Te golpeó fuerte." dijo la enfermera mientras comprobaba lo largo de los cortes con mucho cuidado. Era una lugareña, una mujer pequeña y corpulenta con cara amable y una larga trenza negra corriendo por su espalda. "Pero te vas a curar en unos pocos días. No necesitas puntos de sutura ni nada." Sonrió de repente. "Dicen que ganaste. Buen trabajo. Milena golpeó a mi prima hace unos meses, y sin una buena razón. Odio a esa perra loca." Por lo visto, el rumor viajó rápido en la isla.

No pude evitarlo. Sonreí con orgullo.

"Como una chica, traté de no recurrir a la lucha, pero tienes que hacer lo que tienes que hacer." Zayn tiró de un mechón de mi cabello. Era una reprimenda, lo sabía.

La mujer echó hacia atrás la cabeza y rió.

"Esa es buena."

En media hora, entramos y salimos del hospital, gracias al tratamiento local.

"Solo asegúrate de evitar sentarte sobre el agua, y por supuesto, el océano hasta que esos cortes se cierren muy bien," me indicó la enfermera.

Eso mató mi buen humor. Deseé tanto ir a surfear de nuevo en la mañana.

Me sentía sombría cuando Zayn me llevó de la mano fuera del hospital hasta su coche.

"¿Podemos ir a tu casa?" le pregunté mientras salía del aparcamiento. Me preocupaba que me fuera a dejar en el complejo.

No me miró mientras hacía una mueca.

"Tutu y Mari me van a torturar durante al menos un mes si no regresamos por las tiendas y les mostramos que tu brazo quedó bien remendado."

"¿Y entonces podremos ir a tu casa?" pregunté.

Me dirigió una minuciosa mirada.

"Sí," dijo.

Sentí una oleada de alivio. Estuve preocupada de que, después de la noche llena de drama, no le gustaría pasar más tiempo conmigo.

Consideré qué hacer al día siguiente, ya que no podríamos ir al océano. Suspiré profundamente.

"Creo que tengo que trabajar todo el día de mañana. Dado que no puedo surfear, y ya estoy irremediablemente atrasada en mi agenda. Supongo que voy a tener que empezar muy temprano."

Me miró, con los ojos casi tristes.

"Por favor, no lo hagas. Pasa el día conmigo," dijo. Era una simple petición, pronunciada en su tono más suave, y nada en el mundo podría haber hecho que me negara.

"Nunca podría decirte que no," le dije, revelando mi vulnerabilidad. No era como si alguna vez hubiera sido capaz en ocultarlo.

Me regaló una sonrisa maliciosa.

"Voy a tomar ventaja de eso. Es posible que lamentes decírmelo."

Suspiré, mi pecho dolía un poco.

"Nunca. Sería feliz si quieres algo de mí, cualquier cosa en absoluto. Siempre ha sido así, Zayn. Tienes que saber que no hay nada que no haría solo para hacerte sonreír."

"Oh, Gigi," dijo Zayn, acariciando con su mano mi cabello y con los ojos tristes. Me preguntaba si se veía tan triste porque mi corazón estaba en mis ojos y en mi voz, y que se sentía mal de que nunca podría devolver este tipo de sentimientos, no por mí.