Corrompiendo tu alma negra

Capítulo 17: Decepción

Cuando Valerie abrió los ojos se encontró postrada en una cama en la enfermería mientras la oscuridad de la noche se filtraba por las ventanas. Pestañó varias veces tratando de comprender como había llegado ahí ya que no solía perder la conciencia y en caso de que sucediera era porque ella misma se había auto sumido en dicho estado.

Se movió un poco para poder sentarse, cuando notó que alguien sostenía su mano. Sorprendida, se percató de que Abraxas dormía con la cabeza apoyada en la cama, estaba sentado en una silla y tenía agarrada su mano con suavidad. La vampira no quiso despertarlo, pero sus movimientos hicieron que el mago levantará la cabeza, preocupado.

- ¡Valerie! ¿Cómo te sientes? – le preguntó poniéndose de pie, todavía sujetando su mano y tocándole con la otra su frente.

- Estoy bien, estoy bien... ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- Te trajimos en la mañana con Walburga. No despertabas y comenzamos a preocuparnos... Tuvimos que inventar alguna excusa para traerte, la enfermera estaba muy agitada, no sabíamos bien que te sucedía - Malfoy suspiró y luego le sonrió con una mueca de sarcasmo – Pero yo sabía que despertarías, no eres un hueso fácil de roer ¿verdad?

Valerie le sonrió tímidamente.

- ¿Y Walburga?

- La envié a descansar, no queríamos levantar muchas sospechas de tu estado... En especial porque en la mañana Riddle había estado preguntando por ti. Jamás lo había visto tan desesperado y molesto... - los ojos de Valerie se cargaron de odio cuando escuchó el nombre del futuro mago oscuro.

- Nos limitamos a decirle que estabas durmiendo. Cuando él se fue a tomar desayuno nos percatamos que no despertabas por lo que decidimos traerte a la enfermería. Menos mal es sábado y no tuviste que ir a clases.

La vampira le sonrió con ternura y levantándose un poco abrazó con fuerza al rubio, luego se separó de él, lo miró a los ojos y le dio un beso en la mejilla sonriéndole.

– Muchas gracias, te debo una.

Malfoy comenzó a ponerse rojo, pero movió la cabeza negando, mientras ponía un semblante serio.

– No me debes nada, es lo mínimo que haría por ti – luego le guiñó un ojo mientras acariciaba su cabeza con suavidad.

Ella lo miró con ternura y levantó la mano para acariciarle el rostro.

Abraxas tensó un poco el cuerpo al sentir su frio tacto y no pudo evitar mirarla intensamente y comenzar a acercarse a su rostro, pero de pronto las puertas de la enfermería se abrieron y el rubio saltó de la sorpresa separándose de su amiga, pero sin dejar de sostenerle la mano. La vampira, en cambio, no dejó de acariciarle el rostro y se dio vuelta tranquila para ver como ingresaba Walburga.

Walburga se maldijo a si misma al ver la cara de Malfoy roja como tomate, mientras su amiga le acariciaba el rostro, pero le dirigía la mirada a ella.

Claramente su ingreso a la enfermería había interrumpido un momento. Pese a eso se acercó sonriendo y se sentó en los pies de la cama y le tomó una mano a Valerie, lo que rompió el contacto entre la vampira y el rubio.

- ¿Te sientes mejor? ¿No quieres descansar más?

- Estoy bien, enserio... Odio quedarme en cama haciendo nada.

- Pues debes esperar a que le enfermera te dé de alta, querida. No quiero que tengas una recaída, después de todo el próximo fin de semana hay una salida para ir a Hogsmeade, pensaba que podíamos ir a comprar regalos para navidad. Además, después del fin de semana del partido partimos a mi casa – le dedicó una sonrisa de complicidad.