~• 9 •~

98 13 0
                                    


Alex

Regresé a casa con un saco de poco dinero...lo detesto tanto. La enana me ha dejado sin un solo centavo que había recogido con sacrificio en las Vegas. Estuve por abrir la puerta pero el reflejo de la ventanilla de la puerta se podía ver claramente alguien boca abajo, amarrado de pies a cabeza. Para mí suerte es Mindy...corrí hacia ella cortando las sogas y quitarle el pañuelo que cubría su voz.

—¡Estupido!—gritó ella golpeando mi pecho.—¡Eres un mentiroso dijiste que me amabas y ahora andas con esa zorra!

—¿De qué hablas? Si ya te dije que...

No me dejó terminar por qué me dio una bofetada, esta se marchó hecha humo y triste al mismo tiempo. Me enfurecí un poco y entré a la casa.

—Estas en serios problemas hermanito.—dijo Layla...mi hermana.
—¿Cómo estás tan segura?—dije quitándome el antifaz y al mismo tiempo sobando mi mejilla.

—Siendo honesta me cae bien la enana...ya veo por qué sus admiradores la quieren tanto.

En pasos rápido entré a mi habitación, dejé el saco en el colchón y finalmente me quité los zapatos.

—¿Sabes qué puedo vengarme de lo que le dijiste a hitgirl, verdad?—hablé en tono serio.
—Ya se le pasará...no me gusta la gente que se interpone en mi camino por estupidos celos.

—Jmph.

La fulminé con la mirada a decir verdad esta niña es un dolor de cabeza, no sé cómo Robin puede soportarla o mejor dicho ¿cómo Batman puede soportarla?

—Necesito que me hagas un favor.

—Ni lo pienses.—dije cruzados de brazos mientras bostezaba del aburrimiento.

Oí como ella suspiró a mi manera de responderle. Aunque tenga que usar sus hipnotizante ojos brillantes, no caeré en su truco de niña engreída.

—¿Y si te digo que te devolveré el dinero que conseguiste en Las Vegas?

Ignoré por completo todos sus trucos...al final de cuenta no es tan malo como pensé. Me gusta molestar a esta chiquilla enojona.

—¡Escucha gato apestoso!—exclamó ella agarrando mi camiseta con brusquedad.—Estoy así, de llevarte de vuelta a Arkham.—amenazó mostrando su katana y apuntando mi cuello.—Harás lo que yo te pida o perderás todo lo que acordamos.

Asentí a su amenaza con total enfurecimiento. La bipolar guardó su arma con una sonrisa escalofriante.

—Quiero que seas mi pareja en la fiesta del empresario Bruce Wayne.

—Woah.Woah...alto ahí.—dije con una sonrisa juguetona.—Sé que soy irresistible pero, tengo novia y me matará si salgo con otra chica así nada más.

Recibí una buena bofetada en la cabeza, sobé mi área afectada seriamente. A esta no se le puede hacer bromas.

—Me estaba refiriendo a que seas mi compañero.

—ooh.
—Dejé la ropa en tu armario.

Suspiré por el lío que ella me acaba de poner. Me acerqué al armario buscando algo que se vea nuevo y exótico...para mí suerte encontré la ropa elegante.

  Te quiero, enana.

                           ⚔💔⚔

Narradora


Natalia regresó al nido de murciélagos con éxito al saber que su medio hermano—que aún no lo sabe—iría de cabeza a esa aburrida fiesta. Era esperarse de que sus hermanos adoptivos estuviesen molestando a la única chica de la familia, y la más enana por cierto.

—Me debes una, chiquilla.—Dijo Grayson con una sonrisa pícara.
—No te debo nada Grayson.

—Ay, vamos. El único que haría esas mordidas en tu cuello es Chico bestia.—sopló este.

La castaña no tardó en ponerse roja del enojo, los chicos se carcajearon y al mismo tiempo quedaron enternecidos al rostro de la chica. Como si fuese el fin del mundo estos tomaron fotografías de la chiquilla quien intentó decapitar a sus "hermanos".

—Uuh, tardaste...ya se lo envié a Kory y al enano.

Típico de hermanos se enredaron a una pelea, la computadora se activó mostrando un rostro serio y bastante cansado. Damian sonrió con malicia al ver como su hermana pateaba el trasero de los chicos. La tiene muy bien entrenada.

—Lárguense par de huérfanos, necesito hablar con mi hermana.—habló Damian con esa intimidante voz de siempre.—A solas.—agregó.

—¿Necesitas algo?—preguntó ojitos brillantes una vez que estaba totalmente  sola.

—Encontramos esto en la misión.—Damian mostró un frasco de líquido llamativo.—Hice unas mezclas con algunas materias pero sigue siendo igual.

—¿Intentaste con la magnita?— preguntó la castaña mirando el frasco detenidamente.
—Sí.
—Entonces se puede usar.

La chica estuvo por terminar la llamada, casualidad que quizo volver a mirar la pantalla...cuando una ropa íntima algo provocativa hizo que esta tensara su mandíbula. Natalia Wayne está en problemas.

—Si me entero de que estas embarazada, mataré a Logan.—fue lo único que dijo colgando la llamada.

Soltando un suspiro pesado esta calló sentada en la silla, rodó en esta por unos segundos hasta encontrarse cara a cara con Batman.

—Me mentiste.
—Fue una mentirilla.

—Pensé que estábamos progresando nuestra confianza entre padre e hija.—la voz seria del señor hizo que esta abrasara sus piernas.

—Puedo cuidarme sola...
—Ese no es el punto Natalia y lo sabes.

—Lo sé...

Bruce reaccionó rápidamente al ver que está respondió débilmente, a tiempo logró cargarla hasta llevarla a su habitación, la fiebre se había apoderado de la castaña por lo que Bruce buscó a Alfred a que la ayudase.

—Quería ayudarlo.—musitó esta débilmente.

—Intimando...—dijo este con un tono molesto y sarcástico.
—Perdón.

Este nunca pensó que oiría eso de su hija, una disculpa sincera. El mayor aún estaba molesto por haberle mentido pero, ella al menos se disculpaba. Acercándose al caliente cuerpo de su hija, besó la frente.

—Sabes que estás castigada.
—Eso no es nuevo para mí.

Detective y Ladrón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora