Detective y Ladrón

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Llegó el día que tanto la joven Wayne esperaba con muchas ansias—nótese el sarcasmo— la fiesta empezaría temprano por lo que está se vistió sin prisa alguna.

Mientras tanto Alex se vistió con pereza...solo quería que acabe esta tortura de estar con su media hermana. La hermana del chico miró como este se arreglaba elegantemente, acto seguido fue a molestar a su querido hermanito.

—¿Por que tan elegante?—preguntó esta con una sonrisa pícara.

—Hay una fiesta en la empresa del millonario Bruce Wayne...será fácil robarle a puros millonarios.
—Ten cuidado...tu amiguita la batichica podría detenerte.

Alex salió de su casa hacia el lugar donde acordó con la castaña. Este quedó sorprendido al ver a la chiquilla vestida elegantemente, el castaño sonrió enternecido.

Parecía una pequeña princesa.

Bruce se quedó algo extrañado al ver como su hija se iba caminado con el misterioso chico—que por mala suerte no logró ver su rostro—

Al entrar no tardaron en mirar a la chica que estuvo al lado de su padre y luego fue con el chico hacia otro lado. Bruce quedó perplejo al ver como los reporteros hacían preguntas sobre la Wayne. Este inventó una mentira que todo el mundo se había creído.

—Deja de mirar las joyas que tiene las ancianas finas.—espetó Natalia pellizcando el brazo.

—¡Agh!—se quejó.—Bueno dime ¿qué hacemos aquí?

—Este es el último caso que aún Bstman no puede resolver.—susurró ella mientras se apegaba más al brazo del castaño.—Alguien quiere asesinar a Bruce Wayne.

—Hasta yo lo mataría por tener el dinero.

El comenzó a reír debido a su comentario, otro pellizco hizo que volviera a quejarse y callarse de una vez. La engreída explicó el caso con suma calma y discreción posible, no querría que alguien se enterara a sus alrededores.

—Este es el plan...¿Quedarnos parados en medio de toda esta rica gente que presumen su ropa y joyas?—bufó Alex

—Tenemos que estar alerta idiota.

—Bailemos entonces.

Luego del baile Natalia no había notado de que llamaron la atención total de todos y incluso de su padre. Ella cabizbaja con algo de vergüenza fue hacia una esquina tratando del olvidar la atención que había provocado por accidente.

Aunque la culpa lo tiene Alex.

—Traje ponche de frutas.

Alex apenas pudo reaccionar al sentir los labios de la castaña, siguieron el beso por un tiempo hasta que ella se separó, este quedó totalmente paralizado simplemente por dos cosas; Es su media hermana y que hizo que ella lo besara.

—No te sorprendas...lo hice por qué los reporteros están aquí.

—...

Natalia tuvo que pellizcarlo para que reaccionara, desde la distancia del castaño logró ver alguien mirándolo amenazante desde la distancia...con sus manos escondidas en los bolsillos. A medida que se acercaba peligrosamente, se podía ver claramente que está armado.

—¡Abajo!—exclamó Alex tirandole encima de la castaña, tirando se al suelo.

Dándole un beso por accidente.

—Woah, sé que soy irresistible pero tengo novio.—dijo la enana con ese toque de sarcasmo.—Debemos irnos.

Natalia se levantó del suelo en busca de un lugar para cambiarse en cuanto las demás personas permanecía asustados en una esquina.

—¿¡Acabo de besarme con mi propia hermana!?—pensó el ladrón en pánico.—Ahora Mindy me matará.

Por suerte no lo dijo en voz alta. Aún aturdido este fue en busca de en escondite.

—Señor Wayne.—dijo el hombre que seguía apuntando al mayor.
—Nick Belton.—mencionó este.

—Hace un rato había un chiquilla...—este chasqueó los dedos y mágicamente la enana caminó hacia el hombre.

Detrás de esta habían dos tipos armados, empujaron a la chica a que se acercará más al mayor. Nick sonrió satisfecho tomando el rostro de la chica.

—Tiene tus ojos.—admitió este.—No cabe duda que tiene bueno genes señor Bruce.
—Nick sé que hubo un malentendido en nuestro negocio y planes para la empresa...pero entiéndelo, no puedo exponerme a ese riesgo.

—No estoy aquí para tus quejas.

Este recargó su arma disparando hacia el techo, el pánico hizo que todos abandonaran el lugar...a excepción del empresario, Natalia , Nick y sus aliados.

—Haré lo que sea Nick, solo suelta mi hija...ella no tiene que ver nada en esto.

—La niña será involucrada en esto.—silbó el mayor.

Un niño de apenas ocho años entró a la empresa, vestía como un adulto de veinte años. El pequeño se acercó a Nick con una mirada insatisfecha.

—Padre, este lugar es un asco y ¡dónde está mi ensalada!
—Creo que ya conoces a mi único hijo Rick...

Rick miró a la castaña pícaramente, se acercó a la chica mirándola de pies a cabeza.

— Hola guapa ¿cómo te llamas?—preguntó con respeto mientras besaba los nudillos de la chica.
—¡Qué te importa niño!
—Me gusta las chicas con carácter.—admito este.—¡Padre quiero que ella sea mi novia y futura esposa!

—No otra vez.— suspiró Natalia frustrada.