Detective y Ladrón

~• 27 •~

—¡YA!—gritó Alex con dolor.—¡Te dije que lo siento!

—La próxima vez ayuda a tú hermana.—gruñó Natalia soltando la oreja de chico.

Alex sobó su oreja y cabello suspirando de dolor. Apenas podía soportar otro abuso de la enana, esta chica tiene serios problemas y una obsesión de maltratar a las personas; Damian no le quitó el ojo al muchacho tras verlo tan cerca de su hermana, rápidamente se interpuso acercándose a ella agarrando su cintura.

—Te puedes ir, gato callejero.—espetó el chico de cabello negro con su típica cruel voz.
—¡Dan!

—Da igual me iré.—bufó el castaño saliendo por la ventana.

La ojiazules optó por darle una bofetada detrás de la cabeza del hermano mayor. Damian no daría un perdón de lo que dijo y quizás nunca lo hará...algo que no sorprende de la sangre Wayne. La chica recobró las fuerzas para ir de vuelta a la casa del castaño, casualmente en el camino se encontró a Mindy.

—Hola supuesta hermana de Alex.—saludó ella.

—Hola supuesta amiguita de Garfield.—escupió Natalia con descaro.

=•=

Catboy estaba cansado de soportar a su pequeña media hermana. No quizo vestirse del gato ladrón por lo que fue casual a su destino. Al ver la Batichica entre las sombras de las calles este se acercó sin miedo alguno.

—No ha hablado desde que supo que eres su hijo.—este al oírlo quedó en silencio.—Tu madre salió llorando luego de la "charla" que tuvieron. Pues...

—No quiere volver a verme...—dijo Alex con un profundo dolor en el pecho.

—No...no quiere volver a verte. Me prohibió rotundamente de no volver a acercarme a ti así que nada le servirá porqué no lo obedezco.

Este no quería saber más de la situación, preferiría escuchar algo peor que el rechazo de su padre. Natalia agarró la muñeca del chico haciendo que la mirara nuevamente.

—Toma.

Esta le entregó una gran maleta de metal, confuso lo abrió quedando boca abierta. Las lagrimas de felicidad no tardaron en salir, felizmente se abalanzó hacia ella besando el rostro de la tierna chica.

—¡Gracias!, ¡Gracias!—repitió con total felicidad al ver su dinero de vuelta.—¡No lo quemaste! Mi dinero está a salvo.

—Deja de ser empalagoso, ah y toma esto también.

El castaño quedó perplejo al ver en su mano un pequeño sobre color morado...lo más espeluznante es que es la misma talla de su zona.

—No te hagas el idiota al ver un condon  en tu mano...ahora vete.

Por todo el camino el castaño estuvo mirando el sobre de sabor a menta en su mano, al llegar a su habitación solo hizo que este bufara.

—Que cochina...ni que fuera un problemático de hormonas.—ofendido por la forma que Natalia le dijo sobre usar protección esto lo dejó en la mesa.

—Hola.—Alex chilló del susto al ver la rubia acostada en su cama con un gran abrigo de piel cubriendo su cuerpo.

—Ah, Mindy.—tartamudeó el chico al verla levantarse de la cama.—Oye yo...entiendo si estás enfadada conmigo pero si quieres yo puedo...

Mindy le plantó un beso en los labios del castaño, cosa que nunca esperó de ella. La chica sonrió mientras tomaba las manos del ladrón.

—Intentabas decir la verdad...Batichica me dijo todo.—al oír eso Alex se alivió como nunca antes.—Pero sigo odiándola.
—Ya pasará.

—¡Y tú me vas explicar todo lo que hacías  mientras estábamos separados!—gimiendo de dolor este recibió un buen jalón de oreja.—Te torturaré hasta que dejes de gritar.

Tragando duramente este fue aventado a la cama. Alex intentó calmarla pero no podía dejarla de mirarla como ella se acercaba a él con una coqueta sonrisa. No podía resistirse a sus encantos lujuriosos, por lo que le siguió la corriente.

~•~

—¡¿Estás llorando por esa basura?!—exclamó Damian viendo cómo la castaña se les escapaban algunas lágrimas de tristeza.—No es tú culpa que él pensara que lo estabas engañando con otro.

La pequeña Wayne ignoró por completo al chico; solo importaba desahogarse con el entrenamiento extremo. Natalia permaneció ahí toda la noche junto con su gemelo como consuelo, que a decir verdad el no estaba ayudando mucho en la situación.

—Si quieres lo puedo matar.

—¡Deja tu instinto asesino por solo una vez!—Golpeando al chico está corrió a su habitación aguantando las lágrimas...lanzándose a la cama, hundió su rostro en la caliente almohada; Jamás en su vida  había llorado por alguien a parte de su hermano. En silencio dejó que las lágrimas escapara  empapando sus mejillas, lentamente el sueño la dominó dejando el olvido sus lágrimas.

—Ps. Oye.—llamó la voz.—Despierta. Oye...¡EY!

Natalia despertó con total calma al oír esa molesta voz. Suspirando con amargura se acercó a la persona que llamaba a la pequeña...al mirar fue sorprendida por Alex.

—Un pajarito me dijo que estabas llorando.—Alex limpió aquellas lagrimas de cocodrilo con su dedo pulgar.—Se me hace tan imposible verte de esa manera.

—Déjame en paz...¡Vete con la rubia dramática!—exclamó la chica mientras era abrasada.

—Mañana mejorará lo prometo.

—Tus promesas son solo trucos que hace ilusiones a las personas para al final destrozas.

—Niña astuta.—rió el castaño.—Pero esta vez si lo será...promesa de gato.

—Los gatos son traicioneros.

—Aún así te gustan, ojitos brillantes.