—¿Quieres de fresa, Karma?
—Sí, lo sabes —rió y segundos después recibió su helado de dicho sabor.
Compartían un rato juntos comiendo helados en un parque —sentados en una banca— cercano a la vivienda del mayor.
Bien, era el momento ideal. No habían tantas personas allí, ni niños y ningún compañero de su clase que irrumpiera.
Tomó su mano como en su último intento y lo miró fijamente rogando internamente porque los nervios no estropearan todo de nuevo.
—Nagisa, llevamos siendo amigos desde hace mucho tiempo. Te veo de esta manera desde hace meses y me duele que no te gusten los rumores que los demás dicen de nosotros porque a mí me gustan.
—¿Eh, te gustan?
—No sólo eso, tú también me... me... ¡Ah! —soltó su mano y accidentalmente por el impulso su helado cayó al suelo.
—Oh, Karma, tu helado. Voy a comprarte otro.
—¡No! —tomó su brazo con fuerza antes de que se levantara— Tengo que decirte algo muy importante, escúchame, por favor.
—Adelante, dilo.
—Tú me... me...
—¡Karma!
Y entre los árboles que los rodeaban, apareció su amiga rubia gritando su nombre. Se acercó a ellos fulminando con su azulada mirada al pelirrojo.
—Rio...
—¡Karma ¿por qué no puedes simplemente hacerlo? Solo tienes que decir una palabra!
—Sí, estoy por hacerlo pero por favor...
—¡No, no puedes!
Nagisa arqueó una ceja. Estaba totalmente confundido. Cruzó sus brazos.
Rio tomó el rostro de Karma en sus manos e hizo que mirada fijamente a Nagisa nuevamente.
—Díselo, Karma —murmuró contra su oído.
—Rio, no, yo...
—No podrás. Necesitas mi ayuda —Karma suspiró nervioso y dejó ir sus miedos cuando el aire salió de su boca.
—Tú me gustas Nagisa, sí. Todos los rumores que la gente dicen sobre nosotros también me gustan, pero nunca dije lo que pienso y quiero, porque creí que te enojarías conmigo solo por no pensar como tú —cerró sus ojos con fuerza esperando un inminente rechazo.
Ambos estaban pensativos. Nagisa acababa de darse cuenta de algo: no sabía como rechazarlo.
Rio soltó una pequeña carcajada por la escena que tenía frente a sus ojos. Soltó a Karma y se fue de allí sin decir nada. Pensó que lo mejor sería dejarlos solos para que resolvieran todo eso y no quería seguir andando de entrometida.
Finalmente Nagisa decidió acabar con el ensordecedor silencio. Cerrando este asunto de una vez por todas.
—Karma, yo nunca me enojaría porque pienses diferente a mí. Tienes tus decisiones y yo las mías, ah, aún si demuestro que odio algo no debes opinar igual y seguir con tus ideales.
—Sí... es que quería atraerte y pensé que si lo hacía podías enojarte y al mismo tiempo gustarte. No sé en qué estaba pensando.
El pelirrojo rió ante su confesión.
Ahora, con un sonrojo en su rostro, Karma tomó la mano de Nagisa.
—Y~ ¿Qué opinas sobre mi declaración?
Se sintió tan pequeño al preguntar aquello. Ya que el rostro pensativo de su amigo no lo dejaba muy tranquilo.
—De que no hay duda de que tus sentimientos son puros e hermosos, pero, no encajan con los míos, lo siento mucho, Karma, no me gustas —soltó su mano, para con esta cerrar la de su amigo, dejándola en un puño—.
Si Karma había creído alguna vez haberse bañado con agua helada en verano por el sofocante calor, ahora diferia totalmente de eso. Las palabras del mayor si fueron un genuino baldazo de agua bien helada.
Tembló.
Todo su cuerpo tembló, sus rodillas flaqueaban, como un pequeño cordero dando sus primeros pasos.
Su mandíbula temblaba, al igual que sus labios, haciendo muecas extrañas que su amigo habia notado, preocupándose, pero antes de que dijera algo, decidió ser fuerte.
No todo es color de rosas rojas.
—Oh... Es una pena, te pierdes a una galán como yo —intentó reír, pero una onomatopeya mal hecha era cualquier cosa menos eso—.
Pero había logrado su cometido, hacer reír al contrario.
—Bueno, ojalá alguna buena dama logré conquistar el corazón de este galán —lo señaló, para volver a reír, mientras él solo ponía su mejor sonrisa, la más falsa de toda su vida—.
—Dijiste que me comprarías otro helado, anda, yo te espero aquí —asintió el pequeño y fue a por ello—.
Su mirada seguía a su amor platónico, hasta que dejo de notarlo por las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos. Rápidamente las limpió, pero seguían y seguían brotando más, por lo que decidió salir corriendo del lugar, por el camino contrario a su casa.
Lo único que quería ahora era alejarse lo más rápido del lugar y evitar que lo viera llorar. Chocaba con la gente al correr de esa manera.
Chocó con una pared, comenzó a golpear esta con sus manos hechas puños, soltando desgarradores gritos, soltando toda la tristeza que se le había acumulado por haber fingido.
—¡Nagisa...!
Los rumores pudieron servir de algo, aunque también perjudican.
Una breve aclaración, ¿se preguntaran: por qué hay una parte extra de este one-shot?
Bueno, una personita se ofreció a hacer una parte triste del anterior one-shot.
Ella es: _Thamarindo_
Me gustaría que agradecieran el trabajo que hizo al tornar el antiguo final feliz en uno triste. Ya que, además de que me entristeció, también me cautivó la manera en la que lo hizo. Ella también agregó las imágenes que están más arriba, muy bellas por cierto.Así que los créditos para esta parte van para: _Thamarindo_
Y te agradezco por haberte ofrecido ^^Y a ustedes por leerla.
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♣KarmaGisa↭One-shots♣
Fanfiction¿Te gusta esta pareja? Ven y lee algunos cortos que he escrito sobre ellos dos. Te aseguro que vas a sentir muchas emociones al leerlos. ↭↭↭ ◑ Portada editada por mí, créditos a los dueños de las imágenes. ◑Hecha con fines de entretener. ◑Pareja:...