¿Te gusta esta pareja? Ven y lee algunos cortos que he escrito sobre ellos dos. Te aseguro que vas a sentir muchas emociones al leerlos.
↭↭↭
◑ Portada editada por mí, créditos a los dueños de las imágenes.
◑Hecha con fines de entretener.
◑Pareja:...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Karma me había llamado preguntando si podríamos ir a beber algo caliente. El invierno había estado más fuerte estos días, causándonos bastante frío. Yo acepté por esa razón, pero últimamente no me gustaba estar con Karma, luego sabrán la razón.
Estaba saliendo de mi casa con ropa abrigada —no demasiada—. Quedamos de encontrarnos en nuestro café favorito. Entré y Karma ya estaba ahí.
Me senté junto a él y ambos pedimos el mismo tipo de café. Eso fue molesto, suele hacer lo mismo que yo solo para decir que tenemos cosas en común.
Bien, diré por qué no me gusta estar mucho con Karma: está enamorado de mí y lo ha dicho cientos de veces. Lo he dejado en la zona de amigos, también cientos de veces; pero él sigue insistiendo de distintas formas: coquetea conmigo, me regala cosas, me halaga o usa indirectas que entiendo a la perfección. Estoy cansado de eso y por eso algunas veces me alejo. Podía soportarlo al principio, pero... resulta molesto después de tanto y no puedo acostumbrarme porque por el contrario, se siente incómodo.
El mesero trajo finalmente nuestros cafés y comenzamos a beberlos. Hacía falta una bebida así en días como estos.
—Es lindo estar contigo, Nagisa.
Presiento que va a empezar con lo suyo...
—Gracias.
Suelo decir cosas como esas porque si concuerdo con lo que dice, estaría ilusionándolo y sé que solo estando con él ya lo hago.
—¿Te he dicho todo lo que me gusta de ti? —preguntó con un tono que solo usa conmigo.
Agh, ¿por qué?
—No, no lo has hecho —revolví mi café con una pequeña cuchara. No quería verlo, no me gustaba cómo me miraba... daba miedo y me ponía incómodo.
—Entonces lo haré; me gusta tu cabello, tus ojos, tu piel, la forma de tu cuerpo...
Bien, eso se había vuelto muy incómodo.
Me levanté de la mesa y puse mis manos sobre la misma para que se detuviera y prestara atención.
—Karma, tengo que irme. Mamá me dio poco tiempo para salir y me necesita en casa —dejé el dinero respectivo del café sobre la mesa y me fui—. Adiós y gracias por el café —dije antes de salir de ahí.
¿Por qué él tenía que arruinar cada momento con sus palabras? Aunque obviamente yo me sentía culpable por tratarlo así ¡pero no podía seguirle el juego! Solo quería creer que la culpa la tenía él, por enamorarse de mí y no controlarse.
Llegué a mi casa y mamá no estaba. Solo inventé esa excusa para poder irme y no continuar oyendo todo eso. Me da escalofríos tan solo recordarlo.
Un rato después, un mensaje de Karma me había llegado preguntando por si llegué bien, le escribí que sí y no quise continuar conversando con él, de ninguna manera. Otra cosa molesta eran los mensajes de buenos días y buenas noches, se preocupaba mucho por mí, lo agradezco, pero ni mamá llega a ser tan así como lo es él...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Falté algunos días en la escuela porque no quería ver más a Karma, no quería oír lo que me decía o lo que hacía hacia mí. Es irritante y cada momento está bien, hasta que llega con el tema de sus sentimientos por mí.
Fingí estar enfermo para que mamá aceptara que no fuera, me creyó, suerte para mí. Pero a pesar de no haber visto por algunos días a Karma, seguía pensando en todo eso y en lo incómodo que se sentía.
Estaba en mi habitación, jugando un poco con mi computadora y escuché el timbre ser tocado. Esperaba que fuera cualquier persona, menos Karma.
Mamá abrió, pero no pude oír con quién estaba y no podía salir de mi habitación porque mamá me lo prohibía, a menos que sea para ir al baño. Solo continué con mi juego, con la idea de que era otra persona. Pero no pude concentrarme cuando la puerta de mi cuarto se abrió.
¿Por qué tuve razón? ¿por qué Karma debía venir?
—Hola Nagisa —entró y se sentó en mi cama. ¿Con qué permiso? no lo sé.
—Hola —volví mi mirada a la pantalla. No quería verlo.
—¿Por qué no has ido?
Sabía que preguntaría eso antes que nada. Por suerte, no es de esas personas que solo me hablan para conversar sobre sí mismos, pero Karma estaba a otro extremo de hablar solo sobre mí.
—He estado enfermo —tosí un poco para que me creyera. Vaya suerte la mía de que todos sean tan crédulos aquí.
—Sabes que debes conservarte muy bien y puedo cuidarte si es necesario.
No de nuevo, ah.
—Sí, me he cuidado muy bien y no, mamá ya está haciendo lo mejor para que me mejore.
Esperaba que con eso no insistiera más.
—Igualmente pensaba quedarme esta noche aquí porque tu mamá merece descansar de cuidarte y ella me dio su permiso —pude ver que sonrió—. Así que espero que el lunes puedas volver a ir, me haces mucha falta y no verte me pone muy triste porque realmente te a...
—Está bien, ya basta —me levanté de mi lugar.
Creo que había sido muy suave las últimas veces, muy sutil también y no fui directo. Ya era hora de serlo.
Lo miré esta vez para decírselo todo.
—Karma, aprecio mucho lo que haces por mí... no, de hecho ya no lo aprecio —suspiré ¡tengo que ser directo—, no me gusta que desmuestres tus sentimientos conmigo y... no quiero que lo sigas haciendo. Solo trátame como a un amigo porque es como yo te veo.
Fue difícil, pero lo logré. Ahora me sentía mal, mierda.
—Sé que me lo has dicho mucho ya, pero ya casi no duele porque mi amor por ti es más grande y no voy a rendirme hasta que te enamores de mí.
¿Eh? creí que pararía ya con eso. Supongo que Karma realmente no me amaba, si no se rendía, me alejaría de él.
Era increíble cómo tantos años y recuerdos de amistad eran lanzados a la basura y todos por Karma. Supongo que ya no seríamos amigos, lo sé, suena triste, pero no había nada qué hacer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.