¿Te gusta esta pareja? Ven y lee algunos cortos que he escrito sobre ellos dos. Te aseguro que vas a sentir muchas emociones al leerlos.
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◑ Portada editada por mí, créditos a los dueños de las imágenes.
◑Hecha con fines de entretener.
◑Pareja:...
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—¡Karma! —lo abrazó con fuerza después de verlo entrar por la puerta. Sus mejillas hacían distinguir un tono rojizo en sí mismas y su mirada desprendía un brillo exagerado.
Estaba ebrio.
—Nagisa, aquí está lo que querías. Tu premio por esperarme —de su bolsillo sacó un par de cigarrillos y seguidamente le pasó al más bajo un encendedor. No hacía falta decir para qué lo usaría—. Estás muy extraño, ¿de nuevo te excediste bebiendo hoy?
—No fue intencional, o tal vez un poco... —encendió uno de los cigarrillos totalmente encantado por poder consumir uno de ellos, por lo que procedió a hacerlo. Por tan solo no haber visto uno hace un día ya estaba perdiendo la paciencia.
El pelirrojo suspiró agotado y se sentó en el sofá central, el más amplio más exactamente. Palmeó un par de veces sus piernas mirando a Nagisa:—. Ven aquí —indicó e inmediatamente el peli-celeste terminó tomando asiento sobre las piernas del más alto, quien empezó a acariciar sus muslos.
—¿Estás orgulloso de mí por haber bebido más alcohol del que debía? —sopló el humo de su cigarrillo en el rostro de Karma dejando salir de sus secos labios una exagerada risa. Causada por el subidón* de todo lo que había consumido.
—Claro que sí. Espero que puedas vencerme algún día —apretó las mejillas de Nagisa entre sus manos liberándolas segundos después. Sacó un cigarrillo de su bolsillo encendiéndolo. Su compañero sentimental lo había tentado a fumar otro de demasiados cigarrillos en ese día.
—Bésame por favor.
Karma dio una bocanada* a su cigarrillo y cuando sus labios estuvieron a solo centímetros de los de Nagisa liberó el humo sobre ellos, Nagisa absorbió lo que pudo y al no poder resistirse más, terminó moviendo sus labios sobre los del pelirrojo.
Sus ojos se pusieron pesados tras el alto consumo de malas sustancias durante el corto día que llevaban, sin embargo, eso no les fue impedimento para que los besos fueran convirtiéndose más salvajes y desesperados tal y como si no hubieran consumido alguna droga en semanas.
A pesar de que los efectos normalmente no pudieran dejarlos pensar muy bien o llevar a cabo una acción tan fácilmente como cuando se está bajo estas, en el caso de ellos era ciertamente distinto ya que habían aprendido en cierta parte cómo darse muestras de amor con menos dificultad estando bajo el efecto de lo que acostumbraban a consumir.
Lanzaron sus cigarrillos al suelo queriendo deshacerse de ellos por el momento y simplemente querer sentarse en sentirse bien y causar el placer ajeno.
Porque así era el cariño entre ambos. Bebiendo el amor en una lata de cerveza y respirando sus esperanzas en el humo de un cigarrillo.
No bastó demasiado y ante tanto desespero ya estaban en la cama, intentando hacer el amor sin que sus mentes confundidas pusieran el límite. Eso y el alucinante deseo aparente en sus cabezas.