¿Te gusta esta pareja? Ven y lee algunos cortos que he escrito sobre ellos dos. Te aseguro que vas a sentir muchas emociones al leerlos.
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◑ Portada editada por mí, créditos a los dueños de las imágenes.
◑Hecha con fines de entretener.
◑Pareja:...
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Me gustaba apartarme de los demás, estando sentado solo en un lugar lejano a la compañía. Se sentía bien ahogarme en mis negativos pensamientos y seguir estando perdido sin saber a dónde ir.
También me sentía bien por no haber dormido bien la noche anterior o quiero decir, ¡todas las noches anteriores! Era fascinante dormir con problemas en mi cabeza y con asuntos de los que estaba arrepentido y quería arreglar, cada noche buscaba la respuesta a todos esos problemas en mi cabeza, pero no les encontraba cura alguna.
Yo no necesitaba a nadie más. Estaba feliz con mis problemas, conmigo mismo y mi decadencia.
—Nagisa, ¿por qué no hablas con nadie?
—No quiero.
Mi novio Karma siempre intentaba hacerme sentir mejor de algún modo, pero la mayoría de veces yo quería que él se alejara y me dejara solo con mis pensamientos.
—¡No puedes estar triste por siempre! —insistía e insistía e insistía. Qué aburrido.
—Pero sí estoy bien.
—No lo estás, ven.
Me hizo levantarme de mi asiento y me llevó con algunos de nuestros compañeros, con los que yo no había hablado tanto. Con el único que había podido tener confianza era con Karma, él me hacía sentir bien y dejar de lado el no hablar con nadie. Había sido el único amigo que tenía y aunque eso llegara a ser algo más, lo seguía considerando como mi amigo.
—Hola, Nagisa-kun —me saludó una de las chicas que estaban ahí.
Era tan común en ellos tener ese tipo de confianza al hablar.
—Hola —forcé una sonrisa, pero ya no quería estar más con ellos. No me gustaba ser amigable, ni sonreír, ni hacer nada que se relacionara con felicidad.
Estuve callado un buen rato y cuando vi que todos hablaban entre ellos, decidí retirarme hacia afuera, en el bosque. Por suerte nadie lo notó o eso había creído.
Me senté bajo un árbol. Apoyé mis brazos sobre mis rodillas y mi rostro quedó en medio de mis brazos. Liberé mis lágrimas, me sentía tan mal, tan triste. ¿Por qué no podía hablar con la gente como debía ser? También tenía muchos problemas en casa de los que no podía escapar y todos los días era lo mismo, lo peor es que me sentía bien estando así. Me sentía cómodo estando triste.
Debía ser la costumbre, pero quería escapar de ella.
Oí unos pasos cerca a mí, pero no me inmuté ni contuve mis sollozos. Sentí una mano acariciando mi cabeza, supe era Karma porque en las pocas veces que me dejaba ver de esta forma él hacía eso.
—Nagisa, no llores.
Decidí levantar mi rostro. Quería dejar de llorar, pero no podía. Le estaba haciendo daño a Karma estando así, pude verlo claramente en su expresión.
