—¡Estoy cansado de lo mismo, Nagisa! —imponía él en la habitación. Me hacía sentir mal, pero no me iba a dejar hundir por una simple persona—. Estoy cansado de tener que discutir contigo cada noche, ¡es ridículo que te quejes porque no esté aquí!
—Pues ahora que lo pienso, no me gustaría que estés más aquí —dije, aunque eso me destrozara horriblemente por dentro, pero ya no tenía remedio. Había gritos y golpes en este lugar más que muestras de afecto y dulces palabras. Se suponía que éramos pareja.
—Yo tampoco, no te soporto más —de sus cajones sacó toda su ropa y de mala gana buscó la maleta de viaje que compartíamos. En ella puso sus pertenencias—. Me voy.
Dicho y hecho, se largó del lugar en el que habíamos construído toda una historia juntos. Primero como amigos y después como amantes.
Siempre habíamos anhelado que algo pasara, pero cuando llegaron las peleas queríamos seguir teniendo esperanza. Lamentablemente no funcionó y fue confirmado cuando vi a Karma yéndose sin que nada le importara. Yo no sabía cómo sentirme.
Cuando lo vi dejar nuestro hogar, simplemente me lancé a la cama y me quedé mirando una de las tantas paredes que me rodeaban: ojalá las paredes pudieran hablar. Tal vez así habríamos encontrado alguna solución o mejor aún, nunca habríamos intentado tener algo.
Invité a mi amigo Sugino a quedarse a vivir conmigo ya que él había estado buscando algún lugar por su comienzo de independencia. No hubo problema alguno para él que eso pasara, después de todo ambos nos ayudaríamos mutuamente en los gastos. Muy distinto a como era con Karma.
—Eh..., Nagisa —nombró Sugino y giré a verlo. No me había percatado de cuándo Karma si quiera había tocado la puerta. Sugino había ido a abrirle.
—No lo dejes pasar por favor —pedí y me alejé de la entrada para que él dejara de insistir en pasar.
Oí a Sugino impidiéndole el paso dentro, pero luego Karma le gritaba cosas horribles: estaba celoso, por lo que lograba escuchar. Cuando los sonidos de golpes en la entrada se hicieron presentes fui de inmediato, sin tener miedo de dejar de esconderme.
—Sugino, está bien. Déjalo pasar —dije. Me estaba arriesgando, no tenía ni idea de por qué Karma quería verme—. Quédate en casa de alguien más, no quiero que nada malo te pase —le dije a mi amigo y él insistió en no quedarme solo con Karma, pero le aseguré que estaría bien. Así que simplemente con esa corta charla él se fue.
Una vez que la puerta se cerró Karma atacó mis labios como si estuviera hambriento. Maldición, yo me sentía desgraciadamente igual y el hambre solo nos llevó a hacer el amor esa noche. No lo sentí como las otras veces porque esta vez presentí que fue por la necesidad carnal, él y yo ya no podíamos funcionar juntos y las paredes eran testigas de eso.
Karma se fue la mañana siguiente y no lo volví a ver porque le dejé en claro mis pensamientos. Por el momento yo seguía compartiendo departamento con Sugino.
Lamento que esté corto, es que de por sí la canción era corta y no me dejaba mucho qué imaginar <\3Por el momento no aceptaré que me hagan más pedidos de canciones para one-shots porque dentro de poco se vienen las festividades y entre otras cosas, y no podré realizarlos. Así que tal vez en un futuro haré otro apartado como este o de distintos factores en los que ustedes puedan aportar a este libro.
Canción:
Me gustó la canción muuucho. Lástima que sea tan corta :c Pero lo interesante es su letra que me pareció como literal pero a la vez filosófica. Me hizo pensar bastante, pero por suerte pude entenderla.
Gracias a quienes leyeron y hasta el siguiente 💕
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♣KarmaGisa↭One-shots♣
Fanfiction¿Te gusta esta pareja? Ven y lee algunos cortos que he escrito sobre ellos dos. Te aseguro que vas a sentir muchas emociones al leerlos. ↭↭↭ ◑ Portada editada por mí, créditos a los dueños de las imágenes. ◑Hecha con fines de entretener. ◑Pareja:...