Capítulo 10

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Cartas a Snowflake

¿Con que derecho te atreves a corromperme? 
Vieran las pobres estrellas lo infestado que esta la mente de los mortales. Ugh
¡Elsa! Jamás pensé que veías esa clase de películas.
Estas curiosamente saciada en un lado morboso, me atrevo a decir. 
Tendré que ir al psicólogo para quitarme tan exquisitas escenas. 
Pero no te preocupes estate tranquila, te seguiré escribiendo, en las penumbras de un lugar viejo y olvidado, Snowflake.

Att: el Traumado Anónimo

La femenina ahogó una risa con su mano mientras negaba con la cabeza — Maldito idiota— giró los ojos, extrañamente llenándose de un sentimiento feliz, guardo la carta y camino con los audífonos puestos hacia la biblioteca — There's nothing Holding me back... — tarareo la melodía de Shawn Mendes

Iba tan concentrada en su canción con la mirada puesta en el suelo, pensando en que si tocaba una línea se moría que cuando alzó su vista, no pudo evitar sentir su cuerpo chocando contra otro fuertemente — Por la puta.— maldijo molesta.

Golpearía a alguien ese día.  

— L-lo lamento — sin embargo no espero que esté fuera Jack, abrió los ojos como platos al escuchar la nerviosa voz del albino, mientras su sistema digestivo se revolvió en su propia contra — Elsa, — se sentía terrible, el la había ayudado y ni siquiera le dio un miserable gracias. 

Se quedó prácticamente en shock por unos segundos y luego notó lo cerca que estaban, casi como si le quemara su mirada, ya que el era más alto que ella, cuando se deslizo hacia atrás para poder mirarlo mejor, un par de ojos azules mar la recibieron con tanta tranquilidad chocando con la explosividad de ella que sintió una opresión en su pecho, un gran sonrojo comenzó a formarse en las mejillas, y al final no pudo despegar la vista de sus labios. 

Debían estarla jodiendo.

Lo estaba apreciando muy de cerca, se sentía una acosadora descubierta casi como Raquel cuando Ares descubrió su contraseña del wifi, y al sentir su respiración junto a la de él se le dificulto tragar. 

¡Estaban compartiendo oxígeno! Su lado compulsivo le incentivo a apartarse, más lo que obtuvo fue un murmullo confundido que salió de su alma — J-Jackson...— y soltó lo que menos esperaba, un suspiro.

Estaba en las nubes, Elsa Arendell se había quedado embelesada en frente del chico más tímido del bachillerato.
¡Un chico!
Y Jack Frost en específico.
Estaba suspirando su nombre, como si fuese prohibido y quisiera guardárselo para ella sola.

Como si estuviese hechizada o...enamorada.

"No claro que no, a eso yo no le voy. "

Antes de pensar con claridad e inclinarse a besarlo, se separó molesta de inmediato empujándolo bruscamente — ¡¿Es que acaso no te fijas por donde vas?! — le gritó, aunque hubiese preferido no hacerlo. 

Jack parpadeo confundido y sintió las lágrimas en sus ojos.

Te sorprenderá saber cuantas veces intenté arreglar algo que yo ni siquiera rompí . 

Cartas a Snowflake //Jelsa//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora