Capítulo 20 Epílogo

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Nota importante* Se que este era el final anterior, pero como dije, no me gustaron algunas cosa y el próximo cap será un extra totalmente diferente, tengo muchas cosas preparadas para este fanfic. Los amito ahora si lean. 

Cartas a Snowflake

Dices que te gusta la lluvia, pero abres tu paraguas cuando llueve.
Dices que amas el sol, pero buscas una esquina con sombra cuando el sol brilla.
Dices que amas el viento, pero cierras tu ventana cuando la brisa sopla.
Por eso temo cuando me dices que también me amas.
-William Shakespeare.

— ¿E-eres...? — asintió lentamente — Pero...¿Cómo? ¿Tú?

Quizá te dije un par de mentiras Els, je — le quito el antifaz dejando ver su impactado rostro — ¿Te he dejado muy sorprendida verdad? — asintió enseguida.

— Jack yo lamento tanto cuando fui... — el negó cuando notó lo que quería hacer. 

No lo sabías, n-no importa — sonrió dulce acariciando su mejilla en el proceso — Lo que me importa ahora es que lo sabes y...— dejó incompleta la frase, cuando los ojos de Elsa se vieron brillosos. 

—Claro que quiero estar contigo,  — la distancia cada vez se acortaba más al punto que sus respiraciones se mezclaban, los ojos de Elsa representaban una clara adoración de que sentía feliz por ser él y soltó un suspiro feliz,  — Nadie se había interesado en mi más que tu, siempre serás importante para mi Jack, yo incluso m-me gustas – el sonrojo en su mejillas la delató por completo y el albino estaba agradecido con el de arriba — Y...— decidió que lo mejor era que no hablase más y la calló. 

La calló de la mejor manera que alguien puede callar, con un beso.

 Todos los besos que me imaginé vuelven al lugar donde los vi crecer

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 Todos los besos que me imaginé vuelven al lugar donde los vi crecer. 

Un beso tierno lleno de amor y muy lento, la joven enrolló sus manos hacia su cuello y con torpeza lo siguió cerrando los ojos. Su corazón latió con fuerza al reconocer su tacto tan simple.

Ninguno de los dos era experto en eso pero sin duda era lo mejor que estaban experimentando. Las manos de Jack bajaron hacia su cadera y la acercó más a ella. Como si algo los fuese a separar. Era su momento y a ambos le gustaba, por fin sus sentimientos se habían aclarado y el cosquilleo en el estómago no faltó en esos casos.

Wendy dejó de llorar al sentir su presencia. ¿Cómo era posible?

Aunque los pulmones seguían con mucho aire todavía, el impacto de las balas fue que los separó. — ¡Vaya! — Ambos adolescentes se sobresaltaron ante la presencia frente a ellos y Jack colocó a Elsa detrás suyo, el lo sabía. — Nenita ¿por qué me has hecho esto?

— Papá, – el nombrado sonrió ante esa mención y miró a al albino por unos momentos. 

— ¿Creíste que te iba dejar ser feliz? — soltó una risa sarcástica, las demás rubias siguieron a Wendy con extrañeza, detendiendose cuando se toparon con la imagen del padre de Elsa— Con este... ¿Anónimo? — se burló cambiando sus ojos de color que antes eran verdes a azules, justo como los de Jack — ¡Que nombre!, ¿Pensaste que esto iba a terminar en un final feliz como en las historia verdad? — la frase no iba para Elsa aunque a ella era quién miraba — Pues estas equivocada mi niña, te lo advertí, los finales felices no existen. Y ahora tu — alzó el arma en dirección de Elsa y está se sintió desfallecer — Morirás. Todo por escribirle Cartas a Snowflake.

— ¡Nooo! — Wendy gritó del susto, justo como debía pasar esto desconcentro a los Arendell y le dió tiempo a Jack de empujar a Elsa, en el momento que el arma se disparaba recibiendo el impacto que era para ella.

— ¡Jack! – demás chicos agarraron al padre de Elsa para que no escapará.

Mientras que el albino suspiraba del dolor, todos miraron hacía la mancha roja que se aclaraba más con el paso de los minutos. Los ojos se le llenaron de lágrimas mientras llevaba sus manos hacía la zona ¡Lo sabía!— Jack, no te preocupes vas a estar bien, ¡llamen a una ambulancia!

La albina le sujeto el rostro con miedo a medida de que el otro comenzaba a caer al suelo, nerviosa de que hacer, no podía levantarlo y sus manos ya estaban cubiertas de su sangre. — Tranquila, Elsa – la miro a los ojos parpadeando varias veces.

Eso no significaba nada bueno.

– No...— sollozó cuando la mano sangrante de Jack llegó a su mejilla — No, por favor Jack,  quédate, solo un poco más. Vas a a estar bien, te lo prometo, no me dejes.  — el albino revivió aquel momento en su mente y se tragó el nudo en la garganta que lo estaba sofocando.

— Linda,— respiró pesadamente — Siempre voy a estar contigo.

— Te amo.— beso sus labios — Te amo, te amo, te amo mucho por favor, y-yo — Lloró dejando cortos besos alrededor de su rostro.

— Te acuerdas que hace unas horas...– tragó de nuevo, ya era hora.  — Te dije que estaban dando mis películas favoritas? — asintió. — pues...

"De Nemo aprendí a buscarte,
De Wall-e hacer todo por ti, 
De Monster - Inc a aceptarte,
De Toy Story 3 a dejarte ir" 

— No...— murmuró dolida y molesta — No puedes dejarme, no puedes, no puedo hacerlo sin ti. 

— Solo se feliz, y-yo tam...

Entonces Elsa Arendell lo sintió, ese momento en el que se le colapsaron los pulmones, el corazón se le cayó, las manos se le volvieron frías, y su respiración se le aceleró.

Se desilusionó, al tener entre sus brazos a su difunto novio.

A ese chico tímido que le escribía cartas cursis de amor con rimas.
Al que la apoyo y ayudo siempre.
Con el que dio su primer beso.

A su anónimo.

Fin.



Las dos nos quedamos sin pan  ni pedazo. 

Cartas a Snowflake //Jelsa//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora