×Capítulo 14×

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-¿Cariño?- escucho un nervioso susurro.

Centro mi mirada en la puerta, esperando encontrar su origen.
En cuestión de segundos veo a aquel hombre de cabello castaño oscuros entrando a mi habitación con ojos curiosos y pasos nerviosos.

-¿Papá?-sonrió, pero frunzo el ceño.- ¿No estabas en tu viaje de negocios? 

-Ehh.. Bueno s-si. Pero en cuanto Erick me avisó que estabas mal tomé el primer avión que había.- dijo mientras se pasaba la mano por el cabello una y otra vez.

Lo miro con cierta duda pero dejo las preguntas para después. Ahora había algo más importante..

-Bueno. Mmm..

-¿Si?- su mirada irradiaba curiosidad.

- ¿Hay comida? Tengo hambre-dije mientras me torcía un poco envolviéndome el vientre con las manos.

-Si, claro que si.

Sus facciones se suavizaron y me regalo una radiante sonrisa y salió del cuarto.

Me levanté de la cama, la extendí de forma sencilla. 

Durante todo el desayuno mi papá no dejaba de observarme. LITERALMENTE. Le dirigía completa atención a cada movimiento que yo hacía.

- ¿Ocurre algo?- pregunté arqueado la ceja derecha.

Su expresión cambió, mostrando incomodidad. Como si a un niño le hubiera atrapado haciendo algo que sabía que estaba mal.

-No, no, no- dijo nerviso- S solo estaba preocupado. Ya sabes, ha pasado una semana..-dijo arrastrando las palabras.

Bueno, tenía sentido. Eso era algo que a mi me dejó muy shockeada al principio. UNA SEMANA. Pero la verdad, ahora la única duda que tenía era porque había quedado en ese estado durante todo ese tiempo. No me habían llevado al hospital. ¿Estaba casi en coma, verdad? Entonces, eso se me hacía muy raro.

- ¿Por qué estoy aquí?- pregunté.
- ¿Qué?- respondió confundido y con el ceño fruncido.
- Me refiero a que ¿por qué estoy en casa? Si estuve una semana "en coma"-dije, mientras doblaba los dedos- ¿Por qué no me llevaron a un hospital? Pude.. PUDE TENER ALGUNA CONSECUENCIA GRAVE!- grité mientras empezaba a caer en cuenta.- ¿POR QUÉ ME PASÓ ESTO? NO ES NORMAL.

Las lágrimas empezaron a inundar mis ojos y la histeria recorría mi piel. Había estado intentando ingorar el miedo que sentía, intenté no darle mucha importancia.. Pero la mirada de mi padre me dejó pensando. ¿Y si padecía una de esas enfermedades raras? ¿Y si me quedaba poco tiempo de vida?

Poco a poco me empecé a doblar sobre mi silla, mientras que mi padre se empezaba a acercar con pasos inseguros.

-Tranquila, cariño.-dijo intentando sonar calmado - no te llevamos a un hospital porque no quería que pasarás por esas incomodidades. Durante todo este tiempo estuviste siendo atendida por doctores, aquí, en la casa. Ellos se retiraron ayer, ya que te encontrabas sumamente estable, era cuestión de tiempo que despertaras.

- Y-¿Y q-que te dijeron?- lo miré fijamente mientras intentaba calmarme.- ¿Por qué me pasó eso?!

- N-no fue nada grave- dijo mirando hacia otro lado. -solo hubo un desequilibrio entre tus hormonas y el cuerpo actuó de manera apresurada. Es como si ocurriera algo con tu celular y este automáticamente se reinicie. Solo que en tu caso se demoró un poco..- me dijo, mientras me examinaba curioso con sus ojos.

- Y-yo..






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×ELIZA





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