-Oh, esto va hacer muy largo- se susurró para si misma, apoyándose en la madera del navío.
Estaba parada en la proa observabando el mar que los rodeaba.
Hace más de algunas horas que habían partido, ya era más mediodía, aproximadamente las 5:pm, bueno, eso parecía, no había ningún reloj al cual ver.. Ya no se podían ver las Islas del Sur, solo una pequeña mancha, que casi no se distinguía a la distancia que se encontraba. La mayoría de los hombre ,que en el barco estaban se encontraban haciendo sus respectivos trabajos. El océano estaba tranquilo, y calmado. Se podía observar a los peces pasar alrededor del barco. La brisa del mar era muy refrescante, podía pasar horas ahí sin cansarse.
-Elsa-
Volteó a ver.
Para encontrarse con Hans. Parecía como que ese chico la seguía por todas partes. ¿O era su idea?.
-Estas bien, ¿Pareces muy pensativa?- No, como pudo haber dicho eso, ya arruinó todo.
-En verdad ,tengo miedo- Dijo Elsa.
Si, tenia miedo. Si no hubiera controlado sus poderes quizás el barco hubiera naufragado, porque estaría totalmente congelado.
Eso llamó la atención a Hans- ¿Por qué?-
-No es lógico, la ultima vez que me subí termine varada, sin memoria, en un lugar desconocido, con personas que no recuerdo haberlas visto en mi vida- dijo en forma de reproche. Algo que a Hans le causó simpatía.
Se acercó a ella.-Pero ahora yo te estoy cuidando, y no permitire que nada pase. Mira el lado bueno en estos próximos días llegaremos a Arendell.- Hans lo pensó, era un lado bueno para ella, pero malo para el ,solo esperaba que Anna, no lo reciba con un puñetazo, o que lo mande a horcar al verlo.- ¿Tienes hambre?-
-Un poco- Respondió.
-Entonces, vamos a la cocina, yo te prepararé algo- Comenzó a caminar hacia el otro camarote donde se encontraba la cocina.
-¿Así que ahora eres chef ? Dime que no eres- Avanzando atrás suyo, entró en el pequeño camarote en donde se encontraba la cocina, habían dos silla ahí, con una pequeña mesa, Elsa se sentó en una de ellas, suspirando, al poder descansar.
-Tu esposo- sin pensarlo lo había dicho.
-¿Espera,que?- Hans regresó a ver, para ver a Elsa con sus mejillas teñidas de rojo.
-No!...eso no es lo que trataba de decir...solo...solo olvídalo ¿si?- balbuceó.
-Tonto, eres un tonto, porque rayos dije eso?- pensó pateandose psicológicamente.
-Bueno...cambiando de tema,¿cuéntame algo sobre ti?-Se levantó de la silla, y se colocó frente de Hans.
-"Mi nombre es Hans-
-Eso ya lo sabia- interrumpió.
-"Soy el decimotercer príncipe de las Islas del Sur"-
-¿El último? Guao...como será vivir con tantos hermanos?- le preguntó mientras se sentaba encima de la mesa.
Hans buscaba en la repisa, algo que comer, estaba preparando sándwiches.- Ni te lo imaginas, cuando éramos pequeños todos jugábamos juntos- Cojio los sándwiches, y con unos vasos de jugo se los pasó a la mesa, donde se sentó.-Pero a medida de que íbamos creciendo, nos comenzamos a hacer distantes, y como el menor, fui el que más sufrí-
Elsa tomó uno de los emparedado, y lo masticó lentamente.-¿Y por qué sigues en las Islas del Sur? digo tienes la edad para casarte-
-Es una larga historia, que algún día recordarás o te lo contarán- No podía decírselo, no tenía el valor para hacerlo.
Eso sorprendió a Elsa- Entonces...yo tengo que ver en esa historia? Ummm... No recuerdo nada, así que ahora no importa- dijo Elsa.- ¡Eso significa que conoce a Hans!-
-No te forces, todo llegara con su tiempo- Le daba angustia verla preocupada.
-Oh quizás nunca- susurró- Si oíste al médico, podría ser que nunca recupere la memoria- Se levantó, y comenzó a salir de la habitación- Me voy a mi recámara, necesito descansar- Se despidió desde el marco de la puerta.
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Quizas serian las dos de la mañana cuando alguien entró en su habitación. Abrió sus ojos rápidamente, y vio a unos de los marinos parado frente a él. Estaba asustado. ¿Quizas era su primer viaje en barco?.
-¿Que sucede? ¿Por qué has venido a despertarme? - preguntó, mientras se sentaba, al filo de la cama.
-Hay una tormenta- explicó.
-¿Una tormenta? yo no oigo ningún trueno o rayo- Todo estaba silencioso, lo único que se oía era el sonido del viento golpear contra la ventana fuertemente.
-Por eso he venido a verle, es una tormenta de nieve- Esas palabras fueron el hilo final, para hacer que se levante rápidamente de la cama.
-Yo..yo ire a verla, dile a todos que no preocupen, se como mantener esto bajo control- Abrió la puerta, para encontrarse con un viento torrencial.
Agarrándose con casi todo lo que había en su camino, el movimiento del barco, hacia que caminar se complicara más. La nieve golpeaba contra su cara, haciéndolo temblar de frio, por suerte el mar no estaba agitado, sino hubiera sido una tragedia. Empujó la puerta del camarote de Elsa. No había nadie ej la cama. ¿Donde estaba?. Miró hacia todos lados, hasta que la pudo ver. En la esquina de la habitación , con la cara hundida en sus rodillas, se encontraba llorando. Se acercó a ella.
-Tranquila, no pasa nada, ¿Que paso?- Dijo arrodillandose frente a ella.
-Lo vi Hans, lo vi- le respondió en medio de sollozos.
-¿Que viste?-
-No lo se estaba muy borroso, pero era alguien llevaba una espada en su mano, y la estaba blandiendo- dijo mientras volvia hundirse en sus rodillas.
Hans sabia muy bien de quien estaba hablando, lo sabía por que el había sido. Suspiro. Agarró de la barbilla a Elsa, haciéndole alzar la vista hacia él.
Quiero que ustedes decidan lo que va pasar en esta parte, así que no tengan miedo de poner su comentario! El próximo capítulo lo subiré mas rápido, se los prometo. He estado con pruebas y deberes en cantidad, que casi no me dan tiempo. Voten y Comenten.