Casi nadie, en todo las Islas del Sur había despertado aún. Solo dentro del castillo, unas cuantas personas caminaban transportado cajas y algunas otras cosas, dentro de un barco que se preparaba en el muelle, esperando a que todos hayan embarcado. Las maletas ya estaban listas, Elsa caminaba con una saliendo de su habitación. Hans la alcanzó a ver, y corrió hacia a ella.
-Espera, déjame a ayudarte a coger esto- Dijo agarrando la maleta, delicadamente, que Elsa llevaba en la mano.
-Gracias, ¿Como así tu también vendras? - Preguntó mientras bajaban las escaleras y ella se agarraba de la barandilla.
-Deseó acompañarte con tanta inseguridad es mejor que alguien te este cuidando- Respondió Hans tratando de cubrir la verdad. No sería bueno que se enterara de algo, que la preocupara, mejor intentaba que quede en el pasado.
-Ah! Quería agradecerte por lo de la noche anterior, fue muy valiente de tu parte. Si no fuera por ti ¿Quién sabe donde estaría? . Y lo siento si te congelé alguna parte de tu ropa- Dijo mientras se acercó a él y lo abrazo, lo que dejó a Hans en estado de ruboracion.
Por fin después de mucho tiempo se dio cuenta de algo, en verdad estaba sintiendo atraccion por alguien. Y no de cualquier persona, de la reina Elsa de Arendell. La reina de las nieves. La persona que alguna vez casi mata. La chica que se encontraba junto a el, sin recordar absolutamente nada sobre su vida o todo lo que había pasado. Alguien que cuando había conocido parecía tan fría, pero ahora solo le sonreía. Como si nunca lo hubiera conocido. Nunca.
Un grito los distrajo- Apurense, solo faltan los dos, y ya es tiempo- Reclamó Jhon desde la parte de abajo. Estaba esperandolos con Ingrid a su lado.
Los dos bajaron lentamente sin hacer ningún ruido, como si no quisieran despertar a nadie en todo el castillo. La mayoría de sirvientes caminaban de un lado a otro, llevando cosas. Unos cuantos se paraban enfrente de ellos y les hacían un reverencia.
Caminaron al puerto que no se encontraba muy lejos, era un gran navío. Se pararon enfrente de él observándolo. Todos juntos. Ya era tiempo de despedirse. Y dirigirse destino Arendell. Elsa se sentía demasiado alegre y a la vez preocupada. Deseaba con ansias poder conocer ese reino del que solo le habían hablado, pero no se recordaba de él.
-Ha sido un gusto conocerla, reina Elsa- Dijo Jhon. Despidiéndose de Elsa.
-Lo mismo digo, tiene mucha suerte de tener a Ingrid a su lado- A tal comentario Ingrid solo sonrió.
Hans estaba de espaldas, mirando el barco. No había regresado a ver a su hermano en todo el camino hasta el buque, no le había ni dirigido una palabra.
-¿Hans?- Preguntó su hermano mayor.-Ven acá, no tengas pena!, despidete de tu hermano- Le dijo. Intentando llamar la atención a su hermano menor, que se encontraba de espaldas, dirigiendo su mirada al barco.
Al oir esto, se dio cuenta que por lo menos debia desperdirse de él. Han sido se viró, y se acercó, y le extendió la mano.No estaba muy acostumbrado al contacto físico, con miembros de su familia. La última vez que se había ido, cuando fue a Arendell, nadie lo había hecho. Se había ido sin una sola palabra de despedida.
-Adiós, Jhon- Jhon arqueo una ceja. Y le devolvió la mano.
Después de todo Jhon entendía a Hans. Sabia que el había sido el que más sufría, en toda la familia. Había aprendido a cuidarse solo. Lo que le había dado ese carácter. Que se deshacía cuando estaba junto a Elsa. Y Jhon lo había notado muy bien.
Elsa que estaba detrás de Hans, se acordó de algo. Un recuerdo que no compredía. Un recuerdo de hace un tiempo atrás.
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-¿Tienen que irse?-
- Solo será por un par de semanas-
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¿Un par de semanas? ¿Eran ellos sus padres? ¿Habían muerto en un viaje? Al parecer estaba algo distanciada con ellos.
-¿Elsa? Vamos solo faltas tú- Hans le llamó. Agarró su mano y la ayudo a subir.
Aseguraron el barco y sacaron el ancla, que yacía firmemente en la parte mas honda del mar de las Islas del Sur. Varios hombres jalaron las cuerdas que caían en el mar. Hans y Elsa se pararon en la parte de enfrente del barco. Para darles la última despedida a los reyes de la Islas del Sur. Que seguían parados en el muelle.
-Va a ser un hermoso viaje para ellos dos- Dijo el rey suspirando, al ver a su hermano alejarse.
-Si, creo que la próxima vez que nos veamos será para una boda- Bromeó un poco. Dándole un codazo suavemente a su esposo.
El rey, miró a su esposa. La cual siempre había amado. Y le sonrió. -Pasaran muchas cosas, desde ahora, muchas cosas- Le susurró- Solo espero que no den cuenta muy tarde-
Uff...por fin he podido escribir el capítulo , habia estado muy ocupada estudiando( por los típicos profesores que estresan con sus pruebas y deberes) que no he podido actualizar rapido, pero por fin lo he hecho. Y he hecho un esfuercito, son las cuatro de la mañana y yo estoy todavía escribiendo. Desde aquí comienza el viaje de tres días a Arendell, ¿Creo que tres días nos da tiempo para que pase algo?. ¿Quieren que pase directamente a cuando llegan a Arendell o que desarrolle unos días en los que pasan en el barco? Ustedes deciden, denmen algunas ideas de lo que les gustaría que pase, por favor. Asi...gracias a todos aquellos que han estado pendientes en la historia, dando su pequeño apoyo, que para mi es muchísimo. No se olviden de votar o añadir esta historia en su lista de lecturas, para que puedan estar informados de cada actualización que haga!!!
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