Capítulo 8

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Alison

Ya hemos llegado a la fiesta, y menudo estruendo. La música me estalla los oídos, hay gente besándose, otros bebiendo, otros bailando y un par vomitando en la calle. ¡Así son las verdaderas fiestas!. En California solía ir mucho de fiesta con mis amigos, habían muchas universidades cerca y siempre deban una fiesta todas las semanas.

-Bueno amigo, si ves a tu mate da un grito de guerra. Si te pasa algo chilla y si te quieres ir llámame- le expliqué las normas y asintió.

-Lo mismo te digo- sonrió. Nos separamos en la entrada y yo me dirigí directamente a la barra para beber algo.

-Hola guapa, hoy tenemos un reto. Si te tomas 18 tequilas seguidos te salen gratis- me dijo el camarero. Creo que no se ha dado cuenta de mi edad, pero no creo que pase nada. No había bebido nunca antes. Probé una cerveza con mis padres el verano pasado, pero sabía horrible.

-Qué es esto, ¿La oferta del supermercado?- reí irónica haciendo que él también se ría - está bien, me apunto-.

-Una chica ruda- sonríe y comienza a sacar todo lo que necesita. Me colocó los 18 vasos delante y empecé a beber. El líquido me quemaba la garganta a cada sorbo que daba, pero aún así seguí.

-8...9...10...11...- iba contando la gente. El sabor es horrible, es como un trago de colonia, no entiendo cómo le puede gustar esto a la gente. Cuando termino, respiro profundamente y levanto el último vaso como victoria.

-Uhhhh.... Bien, así se hace chica ruda. No pensé que lo conseguirías- volvió a hablar el camarero, pero ya no distinguía ni las formas. Caminé hacia la pista como pude y comencé a bailar al ritmo de la canción. Las luces se movían de un lado a otro, pero lentamente. Unas manos se colocaron en mi cintura y el sujeto se acercó más a mí, pero con tanto alcohol en el cuerpo no sabía como reaccionar.

-Acompáñame linda- me agarró de la mano y me arrastró hasta una habitación. ¿Qué clase de discoteca tiene habitaciones?, esto no pinta bien. Cierra la puerta y se acerca a mi tocándome el culo, tremendo error. Encima intentó besarme y eso no le ponía mejor las cosas a él. Estaré borracha pero tengo uso de razón, así que le di un rodillazo en sus partes bajas, dejándolo sin aire y salí de allí lo antes posible.

De camino a la salida vi a Lucas que hablaba muy animadamente con unas chicas así que no quise molestarle. Salí a fuera y comencé a caminar sin rumbo, luego volvería para buscar a Lucas e irnos a casa, ahora solo necesito tomar un poco de aire fresco. Después de caminar cinco minutos sentí que alguien me estaba siguiendo, así que aceleré el paso y cuando ví que él también lo hacía comencé a correr y me metí en un callejón a esperar que pasase.

En cuanto pasó por mi lado le di un puñetazo en la cara y otra en sus partes. Cuando cayó al suelo puede ver quién era el acosador depravado que me seguía gracias a la luz de la farola que teníamos encima. No era ni más ni menos que el estúpido tarado.

-¿¡Se puede saber por qué narices me estabas siguiendo!?- grité muy furiosa y algo alterada por la persecución.

-Yo... necesito unos segundos- dijo de rodillas con dificultad y aún con las manos en sus partes. El alcohol me ha subido bastante y me ha nublado los sentidos. En lo que Liam se recupera, yo también me tomo unos segundos para ubicarme.

-Puede que me haya pasado un poco, lo siento. Pero en mi defensa diré que no sabía quien eras y me estabas siguiendo- 

-La culpa es mía, lo lamento-

- Y ahora explicame por qué me estabas siguiendo, y no digas que es que solo me viste pasar porque esa fiesta está muy lejos de tu casa- las palabras tardan en salir de mi boca.

Mi mate es un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora