Capítulo 30

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Alison

Me he levantado a las 6 de la mañana porque he quedado con Nate en el parque de la esquina.

-¿Ya hablaste con Isabel y John? - me preguntó él.

-Sí, ya lo saben todo. Quedarán con vosotros a las 3 en vuestra casa-

-Perfecto, Liam y tu tenéis que salir de casa a la 1-

-¡¿A la 1?! Pensaba que era a las 3. Cuando se fuesen Isabel, John y Ashley-

-Ya pero es que la fiesta comienza a las 5:30 y tenemos un pequeño problema con unos decorados, y necesitamos más tiempo para buscar otros-

-Pero que ha pasado-

-Los gemelos encontraron la caja y se pusieron a jugar con ellos. Al final han acabado destrozados-

-Nate no hay ninguna película de 5 horas-

-Ya lo sé, tendrás que buscar algo más para entretenerlo. Llévatelo a comer fuera-

-Además, tengo que hacer el desayuno y la tarta de tres pisos, no me va a dar tiempo-.

-Sí no te da tiempo hazlo solo de 2 pisos. Meteremos el "cumpleaños Liam" en el mismo sitio-.

-Vale, lo intento. Esto tiene que quedar perfecto, no quiero que su primera fiesta después de 8 años quede mal.-

-Te entiendo. Esperemos que reaccione bien- nos despedimos y corrí a casa a preparar las cosas.

Saqué todo lo que iba necesitar. Empecé preparando la masa de la tarta, la metí en la nevera y me puse con el glaseado y los adornos comestibles que iba a llevar la tarta. Al mirar el reloj eran las 7:30, Liam se despierta a las 9 y aún no le he preparado el desayuno. Como no me iba a dar tiempo fui a la habitación de mis padres. Entré despacito para no despertarlos y me acerqué a Isabel.

-Isabel- susurré- Isabel, despierta, Isabel- abrió los ojos poco a poco.

-Ali, qué pasa-

-Necesito que me ayudes-

-Claro que si- fuimos a la cocina y se lo expliqué todo. Ella estaba preparando las cosas de la tarta y yo el desayuno. Le estaba haciendo unas tortitas con nata y fresas, unas tostadas con mantequilla y un zumo de naranja. Lo puse todo en una bandeja y se lo subí. Lo puse en la mesita de noche y con cautela me puse de pie encima de la cama.

-Liam- lo llamé, pero no se despertaba.

-Liam!!- grité. Abrió los ojos de golpe y justo en ese momento me tiré encima duya.

-¡Auch!, creo que me has roto una costilla-

-Buenos días- intentaba contener las ganas de felicitarle por su cumpleaños.

-Buenos días. Dime, que te inspiró para dejarte caer de esa forma-

-Nada en especial, hoy me levanté con ganas de hacer algo. Después de lo de ayer me siento más relajada- mentira, por dentro estoy aterrada. Temo que algo salga mal hoy.

-Yo también me siento mejor, por un momento pensé que te irías con él- dijo con la mirada baja.

-Jamás, nunca me iría ya que no sabrías que hacer sin mi- me agarró y me lanzó de nuevo a la cama. Empezamos a reír mucho y mientras tanto decidí concentrarme en su risa, la verdad es que no suele reír mucho. Puedo asegurar que le he oído reírse menos de 20 veces en el último mes y medio.

-Nunca te dejaría ir- dijo cariñoso. Aproveché para coger la bandeja que hasta ahora para él ha sido inexistente.

-¿Qué es esto?-

Mi mate es un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora