Capítulo 26

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Alison

-Pues... es que... - Isabel se lo está pensando mucho y eso no me da buena espina.

-Vamos cariño díselo, aunque en realidad no tengo ni idea de lo que estáis hablando- dijo John.

-Vale, a ver. Hace 16 años yo era la diosa Luna, pero tuve que renunciar a todo eso por vivir en la tierra con tu padre, para poder cuidarte. La actual diosa es tu tía, tuve que dar mi puesto a mi hermana porque pensé que merecías una vida mejor pero me equivoqué ya que luego no te volví a ver nunca más hasta ahora. Y con lo de antes, me refería a que yo misma elegí quien era tu mate-

-Y espero que lo encuentres pronto, porque él también tiene sorpresa. Si mejoras tus habilidades él tendrá la capacidad de correr como nunca se lo imaginó. Como una especie de supervelocidad-.

-Vale, por cierto hoy vamos a cenar con mis padres y con los de Liam- terminamos de comer y volvimos al gimnasio.

-Bien Alison, ahora vamos a hacer algo distinto. ¡Maniquís! - gritó John. Entonces como unos 20 maniquís aparecieron esparcidos por el lugar.

-Vale, recuerda lo que hiciste con la bola de fuego. Quiero entrenarte de Manera que puedas defenderte. Haz una bola y lánzala contra un maniquí- tal como me lo dijo, lo hice. Pero mi puntería es tan mala que casi le doy a John.

-lo siento-

-No,... no te preocupes, pero ahora necesito que apuntes bien para no quedarme sin cabeza-. Respiré profundamente y la lancé contra el maniquí.

-¡Bien! Le he dado- grité emocionada.

-Muy bien cariño- dijo John. Seguí distarando a los maniquís, cada vez con más fuerza, rapidez y precisión. Hasta que no quedó ni uno.

- Perfecto, y ya que hemos terminado antes vamos a practicar otra de tus habilidades- me volvió a decir John. Estoy muy cansada, pero no le quiero decepcionar, se le ve muy contento con todo esto.

-¡Agua! - gritó, y apareció otro cubo en frente de mi.
-Alison, quiero que lo congeles-

-Creo que pones demasiadas esperanzas en mi, yo no sé como hacer eso-

-Sé que puedes hacerlo, eres fuerte-

-Lo intento- pensé en el hielo, en la nieve, en el frío e incluso en Alicia, pero no sucedía nada.
-Esto es imposible-

-Nada es imposible Alison, congela el agua-

-Pero que no puedo-

-Sí que puedes ¡Congelalo! - creo que la emoción se le sube a la cabeza.

-Como quieras pero no saldrá nada- estiré la mano y me dispuse ha hacer cualquier cosa. Pensé, pensé y pensé todo lo que pude pero nada salía. Y como siga así, me va a explotar la cabeza.

-¡Liam! - gritó John. - Ven aquí, ayuda a Alison- Le pidió. Liam se acercó a mí.

-¿Qué te pasa? - me preguntó.

-Yo lo intento, pero me está metiendo mucha presión y no puedo-

-Lo entiendo- me dio la vuelta, me miró a los ojos y me sonrió calidamente.

-Qué pasa- dije yo esta vez.

-Ali, ¿Te acuerdas de ese campamento al que fuiste para mejorar tus poderes?-

-Sí -

-Recuerdo me que contaste que te pasó algo que te calmó y tus uñas se volvieron azules. Pues quiero que hagas lo mismo que hiciste entonces, cálmate e inténtalo de nuevo- claro, lo había olvidado. Me di la vuelta, cerré los ojos y recordé ese día. El árbol, mi fiesta, el vestido y  sobre todo a un Liam pequeño. Tan amable, cariñoso, comprensivo y encantador, todo ese día fue perfecto.

Mi mate es un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora