Capítulo 18

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Alison

-Explicármelo de nuevo, que me he perdido- dije desconcertada.

-Zac es de un clan de vampi-lobo. Es decir que hay tanto lobos como vampiros conviviendo. Los ha reclutado para gobernar o algo por el estilo y no traen nada bueno. Doy por hecho que se sorprendió al verte por la línea roja en el lomo y él sabe lo que significa. Alison, corres mucho peligro, y no sólo por ser como eres sino por ser una Luna- me repitió Liam.

-Y entonces dime qué es lo que significa la línea -

-No es algo normal, cuando se ve algo así suponemos que significa que es especial y valiosa. Existen cientos de leyendas sobre los lobos y puede que él sepa algo sobre ti que tú no sabes. Durante esta semana he estado investigando mucho sobre el tema y he encontrado varias opciones. La más razonable que encontrado te relaciona con ser una Luna. No existen lobos blancos, pero tú eres lo más parecido que se puede encontrar. Es u presagio de poder, entre todas las Lunas tú serías su líder. Zac volverá a por ti, tienes que ponerse a salvo-

-Entonces qué vamos a hacer-

-Protegerte es lo primero de todo- entonces un mensajero de la manada entró en la sala.

-Mi señor, ya ha empezado- Liam se levantó y se marcharon dejándome sola. Marcos se fue hace 5 minutos a por galletas y no ha vuelto. Tengo que saber qué es lo que está pasando, salí de la sala pero no había nadie. Se escuchaba voces en las escaleras y me acerqué con sigilo para escuchar.

-Han secuestrado a todas las Lunas de nuestras manadas vecinas- dijo el mensajero.

-Es peor de lo que pensaba, tenemos que proteger a Alison pase lo que pase- respondió Liam.

-No se preocupe señor, la pondremos 3 guardaespaldas hasta que la cosa mejore-

-Eso espero, como le pase algo mataré yo mismo a los guardaespaldas por descuidarla- alguien empezaba a subir las escaleras y salí corriendo hacia el despacho, pero como vi que no tenía salida me di la vuelta y caminé despacio hacia donde venía.

-Pensaba que te quedarías en el despacho-

-Me entró hambre y quise bajar a por unas cuantas galletas- le mentí por toda la cara.

-Está bien, yo bajo enseguida. Tengo que solucionar unas cuantas cosas- se dio la vuelta y emprendió su camino.

-Liam- lo detuve - Si pasase algo malo, ¿Tú me lo contarás cierto?- le pregunté.

-Pues claro que si, eres mi novia. Debes saberlo todo-

-Pues en ese caso dime a qué vino el mensajero-

-Es por unos avistamientos de vampiros en los límites del territorio- se da la vuelta y al fin se marcha. Me ha mentido en toda la cara, ni que fuese una cría, no debería esconderme cosas. Bajé a la cocina y estuve tomando galletas y colacao con Nate, Mateo, Sofía y los padres de Liam. No había tenido la oportunidad de congeniar con ellos hasta ahora y ciertamente son una familia encantadora. Mateo y Sofía son los niños más monos que he visto en toda mi vida, son muy pequeños y adorables. Nate también es un encanto, es muy amable y educado. Liam no bajó y yo ya me quería ir así que cogí la moto y me marché de allí y me fui a mi verdadera casa, donde está mi familia.

-Hola cariño, ya te echábamos de menos- me saludó corriendo mi madre.

-¡Ali! - vinieron corriendo los gemelos y me tiraron al suelo con ellos.

-Yo también os he echado mucho de menos chicos- dije abrazando a todos y cada uno de ellos. - ¿Y dónde está papá?-

-En California, al parecer no ha dejado su antiguo trabajo allí y va de vez en cuando. Se traslada la semana que viene ya que van a abrir una nueva sucursal aquí- mi padre es escritor, e irónicamente escribe libros de ciencia ficción y hombres lobo.

-Subiré a mi habitación para descansar un rato- James me agarró del brazo para detenerme.

-Ali, hay una cosa que no sabes, la abuela Mae... falleció ayer en la noche. No quisimos decírtelo antes para que disfrutas es de todo lo que te está pasando, lo siento- la abuela Mae erai abuela favorita, no es de esas estrictas y super finas sino que es de las que van en moto y viven la tercera edad como nadie. Siempre nos daba dinero a escondidas cuando la veíamos, fue la que me enseñó a montar en moto, la que ha cuidado de mi siempre que mis padres no podían, la abuela Mae era la mejor persona del mundo entero.

-Tuvo un accidente con la moto. Sabemos lo mucho que la quieres y si necesitas cualquier cosa dinoslo- no me había fijado hasta ahora, pero todos tienen pequeñas bolsas en los ojos de haber llorado.

-Subiré a mi habitación - fue lo único que pude decir, aunque por dentro estaba gritando y llorando desconsoladamente. En cuanto entré en mi habitación y cerré la puerta, fue cuando al fin me derrumbé. Lloré durante horas que se me hicieron eternas, y sé que se me escuchaba en todos lados pero nadie subía para estar allí. Y se lo agradezco mucho, porque todos sabemos que les habría mandado a la mierda. Me dormí llorando, y el día siguiente me lo pasé en la cama. Mi madre y mis hermanos entraban a preguntarme si quería comer algo, pero la situación me quitaba el hambre, y además no tenía fuerzas para levantarme. Mi madre entró para contarme que Liam me estaba buscando, pero que le dijeron que ni estaba en casa, mis hermanos disimular on mi olor lo más que pudieron para que no me olfateara y que tres hombres aparecieron en el jardín y que no se mueven de allí desde esta mañana.

No tengo fuerzas para nada, me quedaba dormida a ratos y no sabía cuanto tiempo estaba así. Todos subían a verme, pero siempre me hacía la dormida para que no me molestasen, hasta que en la noche Jack entró en la habitación.

-Alison, sé que en realidad estas despierta, no te hagas la dormida. Sé lo mucho que te duele, yo he pasado por lo mismo y además también me duele verte así. Ya ha pasado una semana y no has comido nada, no puedes seguir así- no me creo que lleve una semana sin levantarme de la cama. Abrí los ojos y le miré a pesar de que estaba oscuro.

-Lo siento- creo que es lo primero que digo desde hace días.

-No te disculpes, lo que tienes que hacer es comer un poco. Toma esto- encendió la lamparita de noche y me entregó un plato de espaguetis con salsa. Como me recuerdan a Liam, debería llamarle. Me levanté poco a poco y vi que llevaba una ropa distinta a la que tenía antes, mi madre me habrá cambiado. Ahora llevo una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos de pijama.

-Dios Ali, estás muy delgada- dijo Jack con cara de sorprendido. Me miré bien y es verdad, he adelgazado un montón. Cogí el plato de espaguetis y me lo comí bajo la atenta mirada de Jack que se ha quedado para vigilar que me lo comiese todo. Y así lo hice.

-Ya me siento mucho mejor, gracias-

-No hay de qué hermanita- le sonreí cálidamente. Me disponía a apagar la luz hasta que me interrumpió.

-Ali-

-¿Qué pasa?-

-Me puedo quedar a dormir contigo hoy. Me vendría muy bien tu compañía- como podría negarme a tal adorable niño.

-Pues claro que si, ven- le hice un sitio a mi lado y se metió en la cama. Al apagar la luz Jack me abrazó y apoyé la cabeza en su pecho.

-Buenas noches Ali- y me dio un beso en la cabeza. Con eso último me dormí.

Mi mate es un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora