Llámame por tu nombre 2 (Fanfiction).

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- A levantarse. - gritó Marian para que tanto Levi como Oliver se despertaran.

Toda la noche del día anterior Oliver se la pasó pensando en esa persona que había visto. Todavía estaba con duda, pero por su bien prefirió olvidarse de eso y recordarlo como solo una alucinación por volver a este lugar.

- Levántate. - dijo con un cantito acostándose sobre el. - Tienes que levantarte amor - le dio un beso. - si no llegaras tarde al trabajo. - se levantó para dejarlo prepararse.

(**)

- Buenos días. - dijo Oliver bajando las escaleras.

- Buenos días. - dijeron Marian y Levi al unísono.

Oliver se sentó en la mesa.

- Recuerda que hoy es tu primer día de colegio Levi – le sirvió el plato con waffles. – y el primer día de tu trabajo Oliver. – le sirvió uno a Oliver.

- Si. – dijeron los dos al unísono.

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- Isaac, ¿listo para tu primer día de colegio? - preguntó Alex.

- Mehh. – dijo sin ganas jugando con la comida.

- Isaac... - dijo Elio.

- Yay que divertido, el colegio, tengo muchas ganas de estudiar. – dijo con sarcasmo y una sonrisa exagerada.

Lo miraron mal.

- ¿Qué? – dijo levantando los brazos. - Solo digo la verdad. - volvió a mirar al plato para seguir jugando.

- Agarra las cosas así te llevo al colegio y me voy a trabajar. - dijo Alex.

- Ya voy... - bufó.

- Yo los llevo, tengo que trabajar por ahí, cerca de tu trabajo. – agregó Elio.

- Dale, vamos Isaac. – gritó Alex.

- Voy. - gritó Isaac.

(**)

- Aquí es. – dijo Alex señalando el edificio de su trabajo.

Hubo unos segundos de silencio.

- Mira, ese es el señor con el que me tocó hacer el libro.

- Isaac. – lo retó Elio ya que estaba molestando en los asientos de atrás. - ¿Qué? - se dio vuelta.

- Que ese es el señor con el que me toco hacer el libro.

- A ver... - esforzó la vista. - Ese... ¿él qué está dado vuelta?

- Si ese.

- Me parece que en algún lugar lo vi, pero no sé quién es. – hubo una pausa. – Ahora ve que se te hace tarde, te amo. – le dio un beso.

- Chau.

(**)

- Chau Isaac, buena suerte.

- Chau. – dijo cortante golpeando la puerta del auto.

Para Isaac todo era nuevo, jamás había estado en una escuela igual a esa.

Al cruzar la puerta Isaac quedó paralizado al ver tantas personas, en un colegio así, sin conocer a nadie se sentía solo, completamente solo, jamás se había sentido así.

Lo primero que tenía que hacer era ir a buscar los horarios.

- Secretaría... - dijo en voz alta mientras miraba a todos lados.

Siguió camimando, y en el fondo de el pasillo encontró una sala con el cartel "Secretaría" en la puerta.

- Acá... - se dijo a él mismo mientras abría la puerta.

Le dieron el horario y lo primero que hizo fue fijarse que clase le tocaba.

Química era su primera clase.

- Mierda... - susurró para que nadie lo escuchara al salir.

Al estar frente a la puerta recordó que se había olvidado su mochila allí dentro.

Isaac, con la vista en los papeles, al escuchar que la puerta se abrió se dirigió hacia delante.

Cuando estaba a punto de entrar, la puerta se le cerró en frente a él golpeándolo. Un chico había salido de la secretaría.

- ¿No te fijas por dónde vas? - frunció el ceño, agarró la mochila con mucha furia y salió de allí. - Inútil... - susurró para que él solo lo escuchara, y se fué mirándolo mal.

(**)

Isaac llegó al laboratorio, aunque era raro, fue el primero en llegar. Al no tener a sus amigos, no se quedaba a fuera del aula jugando hasta que pasaran 30 minutos y recién ahí entrar tarde. Se sentía raro.

Tocó el timbre y todos llegaron al aula de la nada.

- Hola chicos, me presento, soy Cecilia López, la profesora de quími...

Después de eso las palabras se empezaron a desvanecer, Isaac ni escuchaba solo estaba concentrado jugando con su lápiz.

- Tú. - señaló a Isaac sacándolo de sus pensamientos. - Ven preséntate.

Isaac solo la miró mal bufando, la profesora solo asintió con la cabeza y siguió presentando a los demás alumnos.

- Bueno, van a hacer grupos de a dos para sentarse en las mesas y poder empezar a trabajar en la prueba diagnóstica.

Todos empezaron a elegir grupos, se notaba que todos ya se conocían desde hace mucho.

Isaac no sabía que hacer, solo se quedó quieto esperando a que algo pase.

- Tú... - señaló la profesora a Isaac esperando a que diga su nombre.

-Isaac. - dijo seco levantando las cejas esperando una respuesta.

- Isaac... siéntate con él. - señaló a un chico que estaba en la otra punta del aula solo, igual que él.

Isaac solo caminó mirando el piso hasta llegar a la última mesa de una de las filas. Se sentó y dejó caer su mochila con fuerza.

La profesora explicó todo lo que debían hacer en su primera clase pero Isaac no prestó atención.

Una toz falsa lo distrajo de sus pensamientos, al mirar a su compañero, lo vió a él. Un chico de pelo negro, lacio y con ojos claros, al mismo que hace un rato le había dicho inútil.

- Se vé que nos toca ser compañeros... - tragó fuerte. - Soy Levi. - le extendió la mano.

Él, con expresión seria, miró su mano, luego a él y lo único que dijo friamente fue:

- Isaac. - rodando los ojos y volviendo a mirar al frente.

Levi agachó la mirada y sacó la mano rápido avergonzado.

Isaac con solo verlo, se imaginaba al típico chico con mucha plata que al principio solo era amable hasta que lo conoces bien y te clava un puñal por la espalda.

Se veía jodido, no había escuchado nada y no tenía ganas de hablar con él, pero tuvo que esforzarse.

Suspiró profundo a lo cual Levi lo miró.

- Tendré que hablarte si no esto será imposible y la verdad quiero empezar con una buena nota, ¿sabes que hay que hacer? - dijo sin ganas mirándolo, Levi  solo sonrió mirando al piso y empezó a explicarle.