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"Ya sabes lo que dicen: Los que se pelean, se aman. "
«---------♥--------»
Reservamos aquellos días para familiarizarnos con aquel misterioso objeto. Aprendí cómo sostenerlo, era la primera vez que podía apoyarme en un objeto sólido y mi mano no lo atravesaba. Lo deslice por la tabla, siendo guiado por Fubuki quien sostenía el otro extremo. Es bastante tonto, si lo miras desde nuestra perspectiva, pero a los vivos les entretiene e inquieta bastante ver un péndulo moverse por sí sólo.
Lo que no podía comprender aún era por qué Fubuki parecía tan agotado cuando empezábamos con nuestras falsas sesiones. Quizás estoy absorbiendo su energía para poder deslizar el trozo de madera. Quizás de tanto tiempo que pasamos juntos, nos hemos conectado de alguna manera. No quiero pensar que podría hacerle daño, así que insisto en que se alimente mejor y él no se niega. Él sabe lo que está pasando.
Pero yo no lo sé.
-Mi abuela me habló una vez sobre las cuerdas de la vida; son plateadas, finas pero muy fuertes. Cuando conoces a una persona nueva y empatizas con ella, entonces sus cuerdas se entrelazan. Pero tú no tienes, las tuyas fueron cortadas. Por eso, tú te aferras a las mías con fuerza.- explicó y me sentí mal. -No pasa nada, Midorikawa. No estoy en peligro por eso.- aseguró.
Y yo le creí.
Desayunó y nos dirigimos al instituto.
Hoy, Hiroto está bastante animado y aquello sólo consigue irritar a Fubuki. Es una persona tranquila que disfruta del silencio y la soledad, ha podido lidiar con Hiroto porque realmente no invade su espacio personal; es callado y siempre se mantiene al margen. Pero esta mañana en especial, está de buen humor. "No vayas a cagarla. Dejalo tranquilo." le pido, porque me gusta que Hiroto sonría; así como también me gusta que Shirou esté feliz.
-Quería invitarte a salir el sábado por la noche.- comenta Hiroto, plantándose al frente del albino, una sonrisa amable que acompaña a sus palabras y le garantizan un "Sí" inmediato.
-¿Qué te hace pensar que quiero salir contigo un sábado por la noche?- Él sigue sin tener el más mínimo tacto.
Pero Hiroto sigue sonriendo, porque ya lo conoce. Ya puede leerlo. -Porque Mandaría Azul tocará en Haraiyuku el sábado y soy miembro. También sé que te gusta esa banda.- explicó extensamente.
El pequeño chico no podía disimular su emoción, los ojos brillando con jubiló delataron sus sentimientos. Accedió a ir y hasta se permitió sonreír un poco "Gracias" dijo. No me sorprendió, es un buen chico, amable y honesto, sólo le cuesta entrar en confianza. "No hay de qué. " respondió Hiroto. ¿Por qué estás más feliz que antes? ¿Por qué estás brillando como si hubieses explotado en un millón de estrellas? Son tantas preguntas que no le puedo hacer a mi chico y quisiera saber.
-Pasaré por ti a las cinco.- Se ofrece.
Fubuki acepta la propuesta y se intercambian números y correos. Me alegra que mis dos chicos se lleven bien.
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TU MENTIRA
Fiksi PenggemarMidorikawa Ryuuji está muerto y eso no le impidió enamorarse del chico más lindo del instituto Eisei Gakuen el "no tan popular pero capitán del equipo" Hiroto Kiyama. Cansado de sólo admirarlo desde la distancia decide pedirle ayuda a un chico extr...