3

1.7K 57 21
                                        

Alex

Podía ver el auto donde se encontraba Sarah, dio unas cuantas vueltas por el aire y cayó en una parte del pedimento, quedando en estado crítico.

-Alex.. - dijo Mauricio con un tono molesto - ¡¿Acaso la querías matar?!

-¿Qué? No, claro que no. - le contesté - Yo pensé que iban hacer parar el auto ¿¡Quien fue el responsable de esto!?

Mire a mis trabajadores furioso hasta que uno de ellos hablo. 

-Yo fui patrón - hablo firme 

-Así cabrón, a caso no escuchaste mis indicaciones - le dije molesto 

-Si las escuche patrón - contesto 

-¿Entonces? - le pregunte 

-Es solo es una mujer, hay miles como ella - me contesto con burla 

Mi paciencia se agoto, lo mire con una sonrisa, saque mi arma con rapidez y le di un tiro en la cabeza.

-¿Quien quiere ser el siguiente? - hable molesto 

Nadie dijo nada.

-Que bien, eso pensé - dije eso me acerque al auto

-Fue necesario matarlo - hablo Mauricio mirando el cuerpo  

-Se estaba pasando del limite, parte... Hey, ¿Qué hacen con ella? - les pregunté a mis trabajadores.

Ellos estaban sacando a Sarah de una manera que podía hacer empeorar sus heridas.

-Es que patrón, la puerta tiene vidrios, la puerta no se puede quitar, si le pasa algo a ella nosotros seremos los responsables - hablo uno de ellos

-Ta bueno cabrones, mas les vale - les dije molesto 

-Gracias patrón.- agradeció con una sonrisa victoriosa

Colocaron a Sarah en los asientos traseros del auto, Mauricio no me dirigió la palabra en todo el camino, en ese momento, nos dirigimos a la finca de mi padre que se encuentra a 1 hora de la capital de México.  

Al llegar ahí, pusimos a Sarah en unos de los cuartos desocupados y apartados de los otros. Decidimos amarrar a Sarah en una silla y esperar a que despertara de su estado y se recuperara de los golpes que obtuvo, los cuales no fueron muy graves. Me quedé sentado en una esquina del cuarto observando cada parte de su rostro, era simplemente perfecto. Pasada una hora, finalmente despertó.

-Mm ¿D-Donde estoy?- preguntó abriendo sus ojos, estaba confundida.

-Estás en tu nueva casa mi vida - le contesté desde donde me encontraba. -Tu nuevo hogar, el lugar donde pasaremos nuestros hermosos momentos juntos, el lugar donde vivirán nuestros hijos felizmente con nosotros. - expuse levantándome y acercándome a ella tomando su rostro con mi mano con delicadeza.

-Espera un momento, ¿nosotros?, perdón pero yo no te conozco.. - aclaró con una pequeña sonrisa nerviosa.

-¿Qué? E-Esto es una broma ¿verdad, Sarah?- le dije dando una carcajada.

-De verdad, lo lamento, pero no te conozco de nada..- me contestó.

-Ya deja de bromear - dije exaltado. - Tú me amas y no tienes que hacer esto, por favor. - aseveré con una sonrisa mientras acariciaba delicadamente su mejilla.

-¿Yo? ¿amarte? Ja, si claro. - afirmó. - Por si lo sabes, yo nunca amaría a alguien como tú.

Esa fue la gota que derramó el vaso. La tomé de la mandíbula fuertemente para que me mirara fijamente a los ojos.

-¿Me vas a golpear? - sostuvo arqueando una ceja.

-¿Yo, golpearte? Si lo quisiera hacer, no estarías respirando. - le contesté imitando su acción.

-Tienes en cuenta quién soy yo ¿verdad? - me preguntó con una sonrisa de lado.

-Eres Sarah Angles, hija del magnate millonario Charles Angles, tienes 16 años. Terminaste la escuela a los 13 años por ser una niña genio, sufriste un accidente hace un par de años. Tienes un hermano menor que vive en Japón, no te gustan las arañas, odias el calamar, eres alérgica a las abejas.- formulé con una sonrisa en mis labios.

-Ay, mi vida, de seguro tienes mucho tiempo, y con lo que te sobra, te haces las pajas.- habló soltando una risa.

-¡No me hables así! - le grité enojado

-¿O qué me harás? - mencionó retante.- No te creo capaz de hacerme algo.

-¿De verdad?, pues ahora tendrás que cambiar ese carácter, porque a partir de este momento vas a tener que hacerlo.- Junté sus labios con los míos besándola sin consentimiento.


Sarah

De seguro este no es mi día, por estas tres magníficas razones: Número uno: Mi novio me dejó por mi mejor amiga. Número dos: Sufro un accidente y despierto en un lugar totalmente desconocido. Número tres: Un chico totalmente loco me ha secuestrado y asegura que nos conocemos. Sabe cada cosa de mí. En pocas palabras, estoy muy jodida en este momento.

Aquel chico psicópata me besó a la fuerza. Quise apartarlo pero mi corazón se aceleró de la nada, no le quise seguir el juego, pero con cada movimiento que daba, nuestras lenguas bailaban entre sí, eso produjo que un pequeño gemido saliera de mi boca.

Al separarnos por la falta de aire, soltó un suspiro pesado, sentía su mirada en mí.

Después de unos minutos, no pude contener la risa, a lo que él me miraba con el ceño fruncido. Lo sé, me dejé llevar pero eso no significa que esté interesada en él, ¿cierto? Aunque sea mujer y apenas tenga 16 años, no tiene nada de malo dejarse llevar en estas situaciones, según yo.

-¿De qué te estas riendo? - me preguntó notablemente confundido.

-No, de nada - le aclaré con una sonrisa -Tal vez seas muy amable, pero realmente no eres muy listo, así que te pido por favor que me dejes ir. ¿Lo harías?- exclamé sarcásticamente, no quitando la sonrisa de mi rostro.

-¿Crees que de verdad te dejaría ir? - me contestó de igual manera 

-Pues la verdad, no. Pero si te lo pido por..¡OYE! ¿A dónde vas? - le grité mientras veía como se alejaba dirigiéndose a la puerta de la habitación.

-A mi habitación, aún es temprano pero estoy un poco cansado- respondió.

-¿Y me voy a quedar atada aquí o qué chingados? - le cuestioné enojada.

-Es una muy buena idea, así que te recomiendo que te vayas acostumbrando a este lugar porque será una larga noche. - afirmó antes de salir por la puerta.

Me quedé petrificada ¿Acaso me matará? Creo que estar a la defensiva fue algo malo.

Un momento, ¿Y Mateo? N-No parece estar aquí, solo recuerdo ver su cuerpo alado del mío.

Bajé la cabeza, no pude evitar comenzar a llorar. Maldecía en voz baja por miedo a que me sucediera algo al estar bajo el techo de un hombre que sabe todo de mí, que sabe lo de padre, mi edad y mi accidente. No sé exactamente lo que pasará después, pero una cosa es segura, y es que tengo mucho miedo, por primera vez en años, tengo miedo.


Este capítulo no me gusto mucho, aun así lo publique .

Enamorada De Un Narco [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora