Enamorada De Un Narco [ 1 ]

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Martín

Solo han 2 semanas  desde que Sarah llego y ya esta llorando por estupideces. 

-¿¡Por que!? - pregunto  llorándome

-Porque no Sarah, te hará daño y lo sabes muy bien - dije firme

-Pero... 

-¡Que no puedes ver! - le dije enojado y ella solo me miro molesta

Sarah ya era grande, y aun seguía comportándose como una niña. 

-Solo por no tener madre como Bambie no me impide verla 

-Hmm bien, pero si lloras, me voy a poner un pinché ge... - no termine la frase ya que mi teléfono sonó - ¿Qué pasa?

-Soy yo, hijo tienes que venir de inmediato - mencionó mi padre al otro lado del teléfono.

-Estoy algo ocupado, ¿Qué te parece el mes que viene? - le dije burlón

-Es sobre tu primo, ya me contó lo que hiciste.- dijo en Tono serio. 

-Esta bien, iré ,pero antes quiero hacer algo ¿si? - dije eso y colgué.- Malas noticias Sarah, no abra día de películas.

-¿Por que no?

-Mi papá me llamo y me dijo que tenia que ir a la de ya.- conteste.- Tiene algo que ver con un primo mío.

-Yo quería ver una película contigo como antes.- dijo decepcionada

-Escucha, hay un pueblo a unos minutos de aquí, puedes ir caminando esta cruzando el camino, puedes ir y comprar lo que tu quieras.- dije feliz

-Gracias, iré en cuanto te vayas. - dijo abrazándome

-De nada Sarah, solo ten cuidado.- dije feliz.- Bueno, me tengo que ir, o si no ya seré hombre muerto.

-Solo vete ya Martín - dijo con una sonrisa 

-Le dije a Doña Mari que te haga comida, te estará cuidando.-  le dije preocupado.- ¿Quieres que alguien te acompañe?

-No, quiero ir yo solo.- respondió 

-Bien, me voy. - dije saliendo de la habitación.

Sarah

Me aliste un poco, y me fui sin antes de decirle a Doña Mari que iría al pueblo, me dijo que solo tuviera cuidado, y salí del rancho.

-Bueno, al dichoso pueblo de que tanto habla Martín.- Dije que cruzando el camino 

Camine unos 5 minutos para llegar, la verdad era muy bonito, tenia un quiosco en la entrada, junto a el había un plaza con personas, lo clásico de un pueblito.

-Disculpa señorita, ¿Me ayudaría con mi mandado? - dijo un señora que parecía cansada

Mire rápidamente a la señora, no parecía sospechosa, así que le di una sonrisa la cual ella me devolvió. 

-Claro, ¿Dónde quiere que lo lleve? - le pregunte

-Me podrías ayudar a ser todo el mandado que me queda.- me dijo nerviosa.- Y a cambio te invito a mi casa a comer.

-Claro, por mi no problema.- dije aquello y  comenzamos a caminar

- ¿Y como te llamas? - pregunto la señora feliz.- Yo me llamo Ramona.