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Sarah

He tenido unos días muy agradable con Alex, me he sentido muy bien, siento que debo estar agradecida con el por haberme "salvado" aquel día, se que es malo desde la situación en que me encuentro, y he ideado un plan para escapar, pero es como un misión suicida, que podría haberme ido hace tiempo, pero es casi imposible irme. 

Nos encontrábamos doña Nena y yo en la cocina, prácticamente estábamos haciendo la comida, no quería sentirme inútil, al menos quería cocinar lo que comería. Ese día en particular Alex no estaba en la casa, se encostraba fuera del pueblo.

-¿En que tantos piensas, mija? - pregunto doña nena

-En nada en particular, solo que no dormí muy bien.-  conteste 

-Si, yo también no he podido dormir muy bien, desde hace días hay mucho alboroto en las noches.- hablo mientras cortaba unas verduras 

-Siento que es mi culpa todo lo que esta pasando.- le dije en tono triste 

-No te culpes mija, el señor Alex siempre a sido una persona con muchos enemigos, es normal que pase esto.- contesto con tranquilidad.- Así que estate tranquila, no creo que te hagan nada a ti, el señor Alex tiene más aliados que enemigos, ya vez lo de la otra vez, se chingaron al wey que te lastimo.

-Se que me hizo daño, pero ¿Qué necesidad hay de matarlo? Simplemente no lo podrían llevar a la policía.- comente 

-Hay mija, se me hace que tu no entiendes esto aun.- dijo decepcionada 

-¿A que se refiere? 

-Luego lo entenderas, pero en tu caso, para el señor Alex, usted es lo más importante que ha tenido desde hace tiempo.-hablo con una sonrisa.- Nunca lo había visto tan sonriente desde hace tiempo. 

¿Lo más importante? Que interesante. 

-No puedo corresponder sus sentimientos.- dije dando un suspiro 

-¿Entonces por que me preguntaste cual era su comida favorita? -  pregunto con una ceja alzada 

-Bueno, simple curiosidad.- conteste 

-Una chica que fue secuestrada no estaría actuando como usted.- me dijo sonriente 

Ella fue quien dio la ultima palabra, y tenia razón. 


(...)


Nos concentramos en terminar la comida, ya que era demasiada y para muchas personas nos terminaríamos a tiempo, pero gracias a lo rápido hicimos el trabajo terminamos a tiempo. 

-Que bueno es terminar, ¿O no mija? - hablo doña nena mientras se sentaba en una silla. 

-Tiene toda la razón.- respondí.- Ahora entiendo su trabajo.

-Ahora solo falta que llegue el patrón para comer.- menciono con cansancio 

-Si quiere vaya ha descansar, yo me encargo del resto. 

-Gracias mija, pero así estoy bien.- contesto 

Comenzamos ha escuchar ruido en la sala, como gente llegando. 

-Se me hace que ya llego el patrón, ve a recibirlo mija.-  dijo con una sonrisa

Sin decir nada me dirigí a la salida, con nervios abrí la puerta, para encontrarme con Mauricio.

Enamorada De Un Narco [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora