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Sarah

Sentí una gran molestia en mi rostro, lentamente comencé abrir mis ojos y darme cuenta que me había quedado dormida. Mire a mi alrededor dónde pude ver que no era mi habitación, una serie de imágenes rápidamente cruzaron por mi mente.

Oh, ahora recuerdo.

-Tengo que irme. - dije sentada en la cama

Escuche como pasos de acercaban a la habitación, me tumbé nuevamente a la cama, para luego escuchar el tocar de la puerta.

-Buenos días Sarah.- dijo al parecer Alex.-¿Puedo pasar?

Me rehusó a contestarle a ese hombre, aunque tenga la voz más sexy del mundo, no voy a contestarle. 

-Voy a pasar.-dijo entrando a la habitación.

¡HIJO DE TU PUTA MADRE!

Me tapé con las sábanas lo más rápido, tan solo de ver su rostro me daba asco.

-Supuse que no creerías bajar, así que te lo traje a la cama, espero que te guste.- me dijo con un tono bastante alegré.- Se que te gustan los panqueques de banana, por eso hice que te los preparan.

Me destape un poco, dejándome ver lo que él traía, y en efecto, tenía una bandeja con comida para mi...que se veía tan deliciosa...¡No importa si es mi comida favorita, no voy aceptarlo! 


(....)



-Solo un poco Sarah, no has comido nada desde ayer.- dijo preocupado

-¡Prefiero morir que probar eso!- dije sonrojada y molesta

-Ya te dije que no tiene nada, yo no haría ese tipo de tontadas - dijo con una sonrisa nerviosa

-Si es verdad, pruébalo.- dije con un tono enojado 

Él se me quedo observando por un momento, tomo un pedazo del platillo y se lo comió sin problemas. Pasaron los segundos y no pasaba nada.

-¿Ya vas a comer? - dijo con su estúpida sonrisa

Mire el platillo y me dispuse a comer un trozo, y la verdad...esta más que delicioso. Comencé a comer con rapidez, olvidando completamente que mi secuestrador esta al frente mío.

-¿Te gusta? - me preguntó.

Asiendo con la boca llena, en ése no me importaba nada, solo quería comer.

-Y dime, ¿Por qué volviste a México? - me preguntó

-Y eso a ti que te importa, lo único que quiero es irme de aquí. - le conteste.- Me dolía tanto mi cuerpo, tan solo quería estar con mi familia, y tu me lo quitaste.

-De verdad, perdóname, no se que me pasó ayer, no quería hacerte daño, esa nunca fue mi intención.- dijo poniendo su mano en mi mejilla

-Aléjate de mí - dije al borde del llanto 

-No encuentro la forma de describir como me siento, pero lo que siente mi corazón es culpa .-sonrió mirando al suelo. - Culpa de a verte hecho llorar anoche.

-¿Por qué me quieres a mí? - mencioné mientras trataba de no llorar

-¿Por que te quiero a ti? - dijo un poco triste

Enamorada De Un Narco [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora