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Alex

Sarah está en la casa, hablando con las chicas sobre lo que acaba de pasar, su nariz dejo de sangrar, eso me alegro, sentí que necesitaba espacio, por esa razón no me acerque a ella, ahora tenia algo pendiente que hacer. 

Después de que Sarah sacara a María de la casa, ella se estuvo quedando en una una habitación que usualmente la usamos cuando hay muchos invitados, cuya habitación esta algo lejos de la casa donde residimos. Ahora estoy aquí, tratando de hablar con María sobre "nuestra relación".

-María, necesito terminar contigo.- pronuncie sin ningún sentimiento.

-¿Qué? - enunció confundida.- ¿Qué acabas de decir?

Ella me miró con la cara arrugada, con total molestia.

-Como escuchaste, quiero terminar contigo.- saque algo de dinero de mi cartera.- Ten esto, es para que te vayas.

Le di el dinero en su mano, ella me dio una sonrisa para luego arrojarlo en mi cara.

-No soy una puta con las que te has acostado, y mucho menos una que le das dinero.

-¿Entonces qué quieres?

-¿Qué quiero? Alex, yo ya tengo lo que quiero, todo lo material ya lo tengo, pero ¿Sabes que no he tenido, Alex?

-¿Que no has tenido María?

María se acercó lentamente a mí, y me jalo de la camisa poniendo nuestros rostros frente a frente.

-Nunca he tenido un novio que tenga tan pocos huevos como tú.

Me aleje de ella rápidamente, ella mantenía aún esa sonrisa en su rostro.

-Lárgate María, antes que te saque a la mala.

-Esta bien, pero quiero que recuerdes algo, idiota. 

-¿Que, María? 

-Algún día vas a tener a una hija, y ella será el karma para ti, por ser una persona tan mierda, por todo lo que van ha cometer Sarah y tú. Llegara algún hombre peor que tú, y la aprisionara, la alejaran de su lado. 

-¿Y tu quien eres para decir eso?

-Soy yo, y se que pasara.  

-Pues cuando suceda eso, yo te lo diré. 

Y con una sonrisa en el rostro se fue María.  Di un largo suspiro, no podía tomarme en serio las palabras de María, siempre estuvo mal de la cabeza, ya viene de familia eso. 

Cuando iba a entrando ala casa, sentía algo cálido y tranquilo  cuando entre al cuarto, vi a Sarah con un botiquín que parecía que me está esperando por qué parecía cansada y se tambaleaba de cansancio.

-¿Qué haces aquí Sarah? - dije sorprendido - ¿No deberías estar en tu cuarto?

-Si, pero no pude evitar darte las gracias por lo que hiciste.

-Tu sabes que eres lo más importante para mí y si te fueras, de seguro perdería toda mi cordura.- dije mientras me sentaba en la cama.- Eres una mujer increíble Sarah, mientras yo solo vender marihuana y ser un imbécil.

-Bueno, yo no pienso que seas alguien que solo vende marihuana, pero si eres un imbécil por como me has tratado - dijo mientras me curaba la cara.- Pero, antes de que mi madre me abandonará, me dijo que siempre fuera amable y noble ante todos no importe lo que me hicieran. creo que tengo que pensar bien esas palabras.

Enamorada De Un Narco [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora