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Este capítulo es corto, ya que estoy lastimado de un brazo y no puedo escribir muy bien, espero que les guste. 



Alex

¿Que me estaba pasando? No quería tratarla así, tenía muchas ganas de ir corriendo hacia ella y pedirle perdón, pero un parte de mi no respondía, solo podía escuchar levemente como Sarah lloraba, me sentía tan mal. Les dije a unas de mis trabajadoras que la llevaran a un cuarto cuando lograra dormirse y le cambiaran la ropa a una más cómoda.

Caminaba entre los pasillos de la casa con un gran silencio, me sentía demasiado mal, tenía un sentimiento de culpa. Entre a mi habitación sintiéndome aun peor, no quería tratarla de esa manera, tenía que encontrar un manera de acercarme a ella sin hacerla sentir mal, lo único que me tranquilizaba era que Mateo estaba bien, en un hospital de la cuidad. 

-Alex, tenemos que hablar .- me habló Mauricio entrando a la habitación.

-¿Qué pasa wey? - pregunté dando vueltas en el pasillo de mi recamara.

-Me puedes decir, ¿A que quieres llegar con esto? .- dijo agarrándome de los hombros.

-No lo se wey, lo he estado pensado este tiempo, no quise hacer lo de hace un momento, fue un impulso irresponsable de mi parte..-le conteste con sinceridad.

-Hay amigo, en que bronca te has metido. - dijo mirándome preocupado.- Hay un chingo de gente buscando a Sarh, sin nos encuentra, estamos perdidos. 

-Tampoco seas paranoico, no pasara eso, tengo a gente protegiendo la zona.- le dije con una sonrisa-De seguro te fumaste algo, y por eso estas así, amigo.

-¡Yo no estoy paranoico!- me grito preocupado

-No va pasar nada, te lo prometo- afirmé saliendo nuevamente de la habitación.

Un sentimiento de angustia me invadió, saber que Mauricio tenía razón, ¿Qué tal si de verdad nos atrapaban? Todo el cuidado que hemos tenido durante años, se vaya al coño por una tontería mía, no podía arriesgar a mis amigos, a la gente que confió.

El recuerdo de ella me invadía a la mente, su linda sonrisa, sus hermosos ojos que brillaban como estrella, no podía dañar, lastimar o tocar su lindo cuerpo, que se me figuraba que tan solo tocarlo se rompería como una delicada rosa. 

Al llegar a la habitación donde estaría Sarah, no pude evitar sentirme culpable de quitarle su libertad, su felicidad. Abrí la puerta lentamente, donde pude ver a Sarah dormida, donde ya le terminaban de cambiar de ropa. 

-Joven Alex, ¿Se le ofrece algo? - dijo una de mis empleadas.

-No, solo quería mirarla desde lejos- expliqué ruborizado.

Volteo para ver a Sarah, tenía las marcas de las lágrimas, sus ojos estaban hinchados y se le veía cansada, pero viendo su expresión, sabía que estaba relajada. Al seguir observando su cuerpo, note que ella tenia unas leves marcas en su cuerpo, las cuales me causaban una gran curiosidad, pero no la tocaría sin su permiso, no lo haría. 

-Mamá.. - habló Sarah dormida.

- Sarah...- dije sorprendido desde la puerta .

Dejé que mis empleadas que terminaran de arroparla, yo salí de la habitación con una enorme sonrisa. 

Sarah 

Al escuchar que la puerta se cerraba, me levanté de golpe, pude ver el rostro sorprendido de las empleadas de Alex. 

-¿Él se llama Alex? - pregunte.

-Si, pero no se preocupe señorita, él es una persona honorable, tal vez aveces se comporte muy altanero, pero no es una mala persona.- habló una de ellas con una sonrisa.

-Muchas gracias, y por favor, no le digan nada a él.- les dije. 

Ellas asintieron y se retiraron de la habitación. Tenía demasiado miedo, miedo de no regresar, pensé que irme de Estados Unidos mejoraría un poco, pero parece que solo peor. 

Fui cerrando mis ojos lentamente, pensando que solamente sería una pesadilla como otra, que cuando despertara todo estaría mejor de una cierta manera. Pero ahora solo hay algo que tendre que pensar desde este momento..cómo escapar de aquí.   



Enamorada De Un Narco [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora