-¿Cuál es el plan, Cuphead?
-Werner, el doctor Kahl, Baroness, y yo nos escabulliremos para liberar a King Dice, después nos encargaremos de Levid. Cagney, cubrirás nuestra espalda con Psycarrot para que nadie nos note. Djimmi y Beppi, si algo sale mal, darán la señal. ¿De acuerdo?
-Entendido- tomaron su posición.
Aunque no lo admitiera, a la Baronesa de dulce lo asombraba el liderazgo de Cuphead, no dudaba de que sería un buen rey; y aún se sentía algo culpable por lo que le hizo en el pasado.
-Oye- lo llamó- yo lo sien...
-Gracias, Baroness- se adelantó- me enseñaste que puedes dar todo por la persona que amas, enmendar tus errores, tratar de ser mejor cada día; sólo para que al final te abandone y te des cuenta de que los finales felices no existen.
-Cuphead...- ni siquiera le dio tiempo de terminar, porque él ya se había ido.
Y ahí iban de nuevo, camuflándose entre los arbustos, escombros, tratando de llegar a Dice, donde se suponía que estaba el trono de Devil. Todo iba saliendo perfecto, hasta los Doppelgängers parecían imbéciles al no darse cuenta de que había infiltrados, pero eso cambió cuando Cagney vio a Hilda. Estaba en la formación de en medio, disfrutando el espectáculo.
-Hilda...- fue hacia ella.
-¡Cagney, no!- Psycarrot intentó detenerlo, pero era muy tarde, la flor ya no estaba segura de lo que hacía.
Mientras Cagney se tambaleaba intentando llegar hacia la chica, Cuphead estaba a unos cuantos metros de King Dice. Lo pudo ver mejor, estaba inconsciente, su respiración era lenta y múltiples cadenas recorrían su sangrante y esquelética anatomía, y filosas espadas impregnaban su cuerpo como si fuese un adorno. Estaba al lado derecho de Levid, como una burla hacia Devil.
*I'm the Devil's right hand man*
-Te salvaré, Dice- susurró.
-¿Qué haremos?- preguntó Baroness.
-Necesitamos que crees una distracción, mientras el doctor Kahl, Werner y yo liberamos a Dice.
-Entendido- La princesa salió de los escombros y se dirigió a Levid.
Baroness se quitó la cabeza e intentó hacer malabares con ella, tal como Beppi lo hizo varias veces.
-¿Quién es esa?- preguntó Levid- ¿Y qué demonios hace aquí? Mugman, atrápala.
Obedeciendo, el Doppelgänger de azul salió persiguiendo y disparando a Bon von von, pero esta simplemente lo esquivaba sin dejar de hacer malabares. Las luces y los trucos terminaron viéndose como un acto de circo, todos se hipnotizaban viéndolo, hasta Beppi se sorprendió de qué tan buena podía ser Baroness para entretener.
-¡Me va a quitar el trabajo!- se aterró.
Aún con sigilo, Cuphead, el doctor Kahl y Werner se escabulleron hasta King Dice.
-¿Cómo lo cortaremos?- Susurró Kahl
De su bolsillo el alemán sacó una lija, y empezó a frotarla contra las cadenas.
-Ya estoy aquí, Dice- Cuphead lo tomó de la mano.
-¡¿Qué hacen ellos aquí!?
Estaban fritos, creyeron que Levid los había visto, pero no. Era a Psycarrot jalando a Cagney, el cual estaba zarandeando a Hilda para que regresara a la normalidad.
-¡Cagney, no!- gritó el de rojo.
-¿Qué? ¿Cuphead?
Levid los había descubierto.
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Estaré a tu lado
Fiksi PenggemarCuphead tenía apenas 16 años cuando decidió que quería morir. Estaba harto, asqueado de sí mismo y devastado. ¿Y cómo no estarlo si llevaba cargando en sus hombros la culpa a causa la muerte de su hermano?