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Staples Center.
Me miré en el espejo a la vez que pasaba mi mano por el pelo para acomodarlo hacia atrás. El concierto comenzaba en una hora y mi estado de ánimo estaba por los suelos, pero no debía flaquear. No iba a hacerlo por una persona que se había dedicado a pisotearme cada vez que se presentaba su ocasión.
Habíamos tenido bastantes discusiones y a ella lo único que le importaba era la imagen que transmitíamos de cara al mundo exterior. Desde hacía seis meses, los rumores de crisis comenzaron por su culpa. Porque su comportamiento había cambiado conmigo y no podíamos considerarnos una pareja en la intimidad ya que se pasaba los días y las noches trabajando. O manteniéndose ocupada con su familia y amigos para evitar dedicarme tiempo.
Resoplé en busca del micrófono y miré lo que llevaba puesto esa noche, unos vaqueros y una camisa de manga larga negra junto con una bandana en el pelo para que no me molestara. Todo estaba listo para el comienzo de mi gira y debía darlo todo por la gente que había acudido a verme.
Intenté sonreír frente a mi reflejo y cuando lo hice, la puerta se abrió sin esperarlo. Mis ojos vieron a Adam que llevaba su pelo rubio engominado hacia atrás. Estaba lo suficientemente arreglado con camisa negra y pantalones claros a pesar de que su barba de hacía un par de días demostraban lo ocupado que estaba cómo para encargarse de su físico.
─ ¿Qué haces aquí? –Fruncí el ceño fijándome en la luz que resaltaba en la pantalla de su teléfono.
─ Tenemos que hablar, Justin. –Se cruzó de brazos.
─ Si vas a venir para excusar a Sydney, pierdes tu tiempo porque no quiero saber nada de ella. –Le avisé, tensando mi mandíbula.
─ No Justin. –Levantó su mano en un gesto serio─. Ella... está aquí. –Justo cuando dijo aquellas palabras, la vi entrar con Scooter.
Mis ojos se desviaron a Scooter intentando buscar una explicación respecto a lo que estaba pasando, ¿ni siquiera minutos antes de mi primer concierto iban a dejarme tranquilo? Me apoyé en el borde de la mesa y me crucé de brazos esperando a que me dieran una explicación razonable por el que se encontraban en mi backstage, invadiendo mi intimidad.
─ ¿Qué pasa? –Conduje la mirada a Sydney que dejaba su bolso negro sobre la silla─. Sed breves, tengo que salir a cantar en cuestión de minutos.
─ Soy consciente de eso, tranquilo. –Murmuró Scooter situándose al lado de Adam─. Pero no te llevará mucho tiempo, ¿verdad? –Se dirigió al manager de Sydney.
Adam negó con la cabeza y nos miró a Sydney y a mí con preocupación, la chica de la que estaba enamorado no parpadeaba y apenas reflejaba sus sentimientos con la expresión que mantenía.
─ Viendo lo que ha sucedido entre Sydney y tú... ─Adquirió un tono bastante imperante─. Me he visto en la obligación de lanzar un comunicado esta tarde con ayuda de Scooter para evitar que todas esas fotos sigan difundiéndose.
