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─ ¿Ves cómo eres capaz de hacerlo? –Miré a Sydney que bajó su mirada con timidez y movió su tenedor sobre su plato, jugando con la comida que había en él.
─ Lo sé, pero tener las miradas de todos sobre mí ha hecho que me ponga más nerviosa. Aunque sea para un simple anuncio y no tenga casi que hablar. –Dijo encogiéndose de hombros.
Habíamos venido a Nobu a cenar después de terminar la grabación del comercial. Pero solo habíamos venido los dos, sin nadie a nuestro alrededor que opinara de nuestra relación o nos recordara que teníamos un contrato que cumplir y una imagen que dar.
Por ahora, Sydney me estaba sorprendiendo porque la notaba diferente. La sentía diferente.
Situé mi mano encima de la suya que descansaba a un lado de su plato y le di un ligero apretón. Tenía fe en nosotros, si verdaderamente cambiaba podía funcionar nuestra relación.
Podíamos volver a lo que éramos. Dos personas dispuestas a amarse a pesar de la vida que nos rodeaba. Porque en Hollywood sí había amor verdadero.
Existía y estaba seguro de eso.
─ ¿Por qué estás tan callado? –Me dijo llevándose el tenedor hacia su boca para continuar con la cena.
─ Pienso... ─Susurré─, en nosotros. –Moví mis cejas sugestivamente y la hice reír.
─ ¿En nosotros? ¿Y qué estás pensando? –Se movió sobre su asiento.
─ Quiero que esta vez sea la definitiva, Sydney, no quiero más peleas y disputas por todo lo que ha sucedido. –Resoplé─ ¿Puedes ser sincera conmigo y decirme si hay algo más?
Ella negó con la cabeza.
─ No hay nada más. Te lo prometo. –Sonrió─ Yo también quiero que esto funcione, Justin, lo deseo más que nada en este mundo. Ya te he dicho que estoy arrepentida por lo que hice, además, no he tenido la ocasión de pedirle disculpas a Neil y cuando pueda, lo haré.
─ ¿Hablas en serio?
─ ¿Por qué no iba a hablar en serio? –Una mueca apareció en sus labios─ A menos que él no quiera perdonarme, últimamente me tiene mucho odio. –Su risa suave y llena de carisma inundó mis oídos, logrando que sonriera también.
─ Tiene motivos por los que odiarte, pero Neil te perdonará si verdaderamente ve tu arrepentimiento.
─ Es que... ─Chasqueó su lengua─, no entiendo por qué hice algo así. –Suspiró─ Lo siento, tal vez tuve un mal día y lo pagué todo con él. Estaba frustrada, siento que el mundo de la actuación va a acabar conmigo.
Sonreí al escucharla y besé el dorso de su mano.
─ Tranquila, todo estará bien. Solo tienes que tomarte las cosas con calma, ¿vale?
