Mis amigos me miraron con expresión confusa, tanta o más que la que yo tenía ahora mismo por lo que Sydney estaba soltando por su boca. ¿De nuevo volvía a hablar mal a mis amigos? ¿Pero por qué? ¿Qué había hecho ahora? ¿Por qué se comportaba así si todo estaba bien durante los días que pasamos juntos?
Parecía otra persona.
No parecía la misma Sydney. Y su comportamiento me hacía dudar en si realmente estaba bien de la cabeza o necesitaba urgentemente un médico.
Porque no era normal ese cambio tan brusco de personalidad.
¿Y si la llevaba al médico?
¿Será que el mundo de la fama le estaba trastocando la cabeza y ella no se daba cuenta?
─ ¿Qué te pasa, Sydney? –Dije, pasando el dorso de mi mano por mis labios mientras la miraba con expresión fría─ ¿Vas a volver de nuevo a hacer de las tuyas?
─ Estoy ensayando, Justin. ¿Por qué tienes que venir a molestarme? –Me miró, cruzándose de brazos con intención de seguir debatiendo mis palabras─ ¿Te he dicho acaso que vengas?
Me quedé callado y mis ojos se centraron en mis zapatos.
─ Nunca me prohibiste que no viniera. –Dije tensando mi mandíbula─ Además, querías que estuviera aquí para verte en estas grabaciones.
─ Pues he cambiado de opinión, qué lástima. –Rodó sus ojos─ ¿Puedes irte ya? –Musitó cerca de mi oído─ Tú y tus amigos me molestáis y no puedo concentrarme para estudiar el guion. –Dijo en un tono aparentemente bajo, pero supe que Neil y Christian habían escuchado lo que respondió.
Negué con la cabeza, incrédulo por su cambio de actitud.
─ Está bien, Sydney, me voy. Pero hablaremos en casa esta noche. –Respondí apuntándole con mi dedo índice.
Sydney posó sus ojos sobre el papel que tenía entre sus manos y no dijo nada. Neil, Christian y yo nos miramos aún estupefactos y cuando comenzamos a caminar para salir del lugar dónde estaban rodando la serie, su voz cortó con aquel molesto y extraño silencio que se había formado por su culpa.
─ No chicos, esperad. –Volvió a hablar─ Está bien, podéis quedaros. –Puso sus ojos en blanco.
─ Lo siento pero yo me voy a casa. –Murmuró Neil oponiéndose a su nuevo cambio de opinión.
Christian le miró y sostuvo su brazo con una sonrisa falsa. – No, tú no te vas. –Dijo mostrando sus dientes a Sydney─ Gracias, Sydney, eres muy amable. –Replicó.
─ Sí, y también está muy loca de la cabeza. –Resopló mi otro amigo a regañadientes.
─ Lo siento, chicos. –Agitó su mano quitando importancia─ Ya sabéis que no me gusta que me molesten cuando estoy trabajando. –Murmuró acercándose─. Perdón por haceros sentir mal, no era mi intención.
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End Game | Justin Bieber
Fanfiction"Nuestra vida está controlada en Hollywood por un contrato que ambos hemos firmado, ¿o no lo recuerdas?"