Danielle's Point of View.
Me miré al espejo del baño cuando me puse el pijama para acostarme, decidí apagar la música que tenía puesta en el iPhone y mis ojos se quedaron atrapados en el reloj. Las once y media de la noche y Justin aún no había regresado de la cena, aunque sabiendo que estaba con Neil me tranquilizaba un poco.
Sonreí apreciando mi reflejo al imaginar al chico de ojos avellanas. Había pasado unos meses increíblemente bien a su lado, me gustaba estar con él y cada día que pasaba sentía que el sentimiento aumentaba más y más. Aunque desde el principio, me dije a mí misma que esto no podía pasar. Que no era posible. Porque yo no era Sydney y él estaba enamorado de mi hermana y no de mí.
A estas alturas, seguía sin creer cómo Sydney había sido capaz de hacerle esto a Justin. Y cómo yo, había sido capaz de aceptar. No había día que, antes de dormir, me quedara pensando en la posibilidad de decirle la verdad.
Pero por otro lado, tenía miedo, porque no quería que su imagen hacia mí cambiara.
¿Pero qué imagen tenía de mí si supuestamente yo era Sydney?
No podía tener nada en contra de Danielle.
Una mueca apareció en el reflejo del espejo. Temía porque llegara el día que nos tuviéramos que separar y no volver a saber el uno del otro. Temía el día en el que mi hermana me dijera que se acabó, que ahora ella debía seguir siendo Sydney. Aunque no me había dicho nada, mis miedos estaban ahí.
Porque no podía separarme de Justin. No ahora que sentía que me gustaba.
Deslicé la yema de mis dedos a través de la línea de mi mandíbula y recordé cuánto había mejorado nuestra relación y lo compenetrados que estábamos. Había logrado borrar lo malo que había hecho mi hermana en su vida y me sentía muy orgullosa.
Habíamos organizado una barbacoa en el jardín de la casa tras el regreso de Justin a Los Ángeles. Tuvo unos días de vacaciones al terminar la ronda de conciertos por Estados Unidos y Canadá y queríamos celebrarlo de la mejor forma posible: rodeados de amigos.
Adam, Delia, Christian, Mía y Neil también se encontraban en la casa junto a Scooter, su mujer Yael y sus dos hijos pequeños. Eran dos torbellinos corriendo de un lado para el otro pero, ver a Esther disfrutando con ellos me hacía más feliz aún. Podía decirse que la armonía reinaba en el ambiente.
─ ¿Cómo te lo estás pasando? –Preguntó Justin, viniendo hacia mí. Estaba sentada en una hamaca mientras él venía con un botellín de cerveza en su mano. Su pelo estaba totalmente mojado porque se había bañado en la piscina.
─ Bien, me alegra que estemos todos juntos. –Sonreí girando mi cabeza, observando cómo se sentaba a mi lado─. Y sobre todo tú, porque te echaba de menos. –Murmuré.
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End Game | Justin Bieber
Fanfiction"Nuestra vida está controlada en Hollywood por un contrato que ambos hemos firmado, ¿o no lo recuerdas?"