🥀Capítulo 5

6K 593 84
                                    

La luz de la bombilla que nos alumbraba desde arriba, comenzó a sofocarme poco a poco. Hasta el punto de perder el hilo de la conversacion que estaba sucediendo frente a mí. La emoción del momento se había evaporado del todo y la brecha de suplicio que había germinado raíces en mí, volvió. Por primera vez, desee no haber visto a mis padres. No en éste sitio, no en estas circunstancias, y mucho menos conmigo de ésta manera. Quería que se fueran tranquilos, pero la idea de sonreir, se me hacía insoportable. Así que comencé poco a poco, poniendo atención en lo que estaba pasando en el ahora. Mi padre seguía sujetando mis manos entre las suyas, mientras mi madre se movía de un sitio a otro. Haciendo ademanes nerviosos. Llevaba un adorable gorrito blanco y un vestido corto, de un tono amarillo chillón. Ya no se veía cansada como meses atrás, ahora era alguien muy diferente. Ese alguien, me tenía embelesada en un segundo.

-Estamos viviendo en otra casa. Una más grande…

-¿Con llave para el agua caliente?- pregunto.

-Y un cuarto de lavado.- agrega mi padre, intentando aumentar los animos.

-¡Por fin!- extiendo ambos brazos, recordando el desorden que se creaba en la sala al lavar.

La mirada de mi madre se torna un poco más seria y la dirije a mi padre. Esperando a que tome la palabra de nuevo. Pero él no cede.

-Jacob siempre que puede va a visitarnos. Yo sigo con mi tratamiento, que debo admitir, es muy doloroso, pero he mejorado bastante. Hasta puedo atreverme a decir que en mi próxima cita, seré declarada libre de cancer.

Sonrío por primera vez al escucharla. Todo valió la pena, sobre todo si ella está sanando. Me pongo de pie y la abrazo con fuerza, justo como hizo al verme. Sigue estando muy delgada y pálida, pero ya no está débil como antes. Se mueve con más vitalidad y su rostro brilla con algo nuevo… esperanza. Le doy una mirada a mi padre y me sorprendo al verlo tan serio. ¿Por qué parecen estár turnandose para contrarrestar los animos ahora? Es muy extraño.

-¿Y tú cómo estás?- se atreve a preguntarme, cuando vuelvo a estár a su lado.

El largo y doloroso suspiro que suelto, es suficiente respuesta y él lo sabe. Su mano vuelve a envolver la mía, reconfortándome. Estoy segura que saben todo lo que pasó, pero no me han dicho nada al respecto. Y no sé como sentirme. Creo, que de cierta manera, lo agradezco. No me apetece tener una conversación como esa con ellos. Sería demasiado. 

-Todo está bien.- miento.- ¿Y Greg?

La pregunta, ánima a mi madre. Extraño a mí hermano, como el infierno. Ser muy unida con él, y de pronto, ser alejados por meses, fue un choque muy fuerte. Pero me alegro de que no haya venido. Sería algo muy traumatico para él y no quiero eso.

-Sigue igual que siempre. Te extraña demasiado, pero sabe que pronto saldrás de aquí.- se pone a mi lado, dejándome entre ambos.

Sigo sin terminar de entender que es lo que les sucede, pero algo en sus ojos, me advierte que pronto dejará de ser así.

-Betthany, eres nuestra hija la mayor y te necesitamos. Queremos que salgas de éste hueco para que vuelvas con nosotros y con Greg. A ser lo que solíamos ser. Eres demasiado joven como para perder muchísimos años por alguien que no lo vale.- la imponente voz de mi padre, me pone a flor de piel.- No sé que fue lo que sucedió todo éste tiempo, pero no quiero saberlo. Sólo te pido… no, te exijo, que digas todo lo que ellos te pidan para que salgas de aquí.

-Papá, ese no es asunto tuyo. No quiero que te involucres en esto.

-No te atrevas a ser injusta, Betthany. Date cuenta que el estár aquí encerrada no sólo te afecta a ti.- agrega.

Fiel DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora