Fiel Deseo

🥀Capítulo 10

-So i'm gonna love you, like i'm gonna lose you…

Mi tarareo casi inexistente se detiene por completo, al darme cuenta de lo que estoy cantando, o más bien, a quién estoy recordando.
¿Por qué al aceptar a Jacob, me sentí tan extraña? Era como sí lo estuviera traicionando, claro que no era de esa manera.
Mantwayer estaba muerto y no volvería. Tampoco era que quisiera que así fuera. Después de todo lo que nos hicimos, lo ultimo que necesitaríamos, sería vernos de nuevo. Tenía que agradecerle a la amarga muerte por esa razón. Jacob tenía razón cuando decía que debo pensar en mí y pensar un poco menos en el resto.

-¿Por qué estás llorando?

Me muevo un poco en la cama, para poder observarla mejor y le sonrio.

-¿Has escuchado eso de que el llanto limpia el alma?

-Pues debes sufrir de TOC.- se burla, dejándose caer frente a mi cama.- Apuesto que no sabes quién acaba de visitarme.

Niego enseguida, sin siquiera intentarlo.

-Pavel.- susurra, antes de soltarse en un llanto emocionado.

No me molesto en intentar hacer que mis lágrimas se contengan y le salto encima, igual de alterada que ella. A pesar de ser yo, quien está arriba, la rusa oculta su rostro en mi cuello, llenando mi sudadera de agua salada.

-¡Me alegro mucho por ti!- le doy un suave beso en la frente.- ¿Y cómo está él? ¿Le has dicho que pronto van a estár juntos de nuevo?

Alexa asiente lentamente y sonríe, pero la mueca es algo horrenda. Me carcajeo y le regalo otros besos en la cabeza, sintiéndome muy feliz por ella y por su pequeño.

-Han pasado un par de meses y te juro que parece otro. Fue tan abrumador…- gimotea, causando que su delineado negro le resbale hasta las mejillas.- No sé como agradecerte por haber aceptado y darnos una nueva esperanza.

-¡Cierra la boca!- sollozo y la envuelvo con mis brazos.

El percibir su felicidad, me completa de una manera muy bonita. Después de todo, no seré la única que salga ganando por el compromiso. Cuando ambas nos tranquilizamos, comenzamos a reir, divertidas por la posición en la que estábamos. La ayudo a ponerse de pie, para después volver a mi cama. Ella se sacude el polvo del trasero y se acerca a los barrotes, jugueteando con uno que está quebrado en dos partes. Moviendo cada parte en diferentes direcciones.

-Entonces, en general todo está saliendo bien.- comento, sin tomarle importancia.- Tengo que platicarte un par de cosas que me han estado atormentando y…

Me quedo callada cuando me doy cuenta que no me está poniendo atención. Camina lentamente hasta la puerta y se detiene, inclinándose un poco hacía su costado izquierdo.

-¿Has escuchado eso?- me pregunta, sin dejar de prestar atención a los pasillos.

El tono que utiliza, me pone la piel chinita y el corazón a mil por hora. Niego con la cabeza, sabiendo que no puede verme. Me alejo de la cama, con mucho cuidado, pero vuelvo a detenerme cuando me hace una seña confusa.

-¿En verdad no lo escuchaste?- me mira, por unos momentos y niego.

A lo lejos, se escucha un sonido ensordecedor y enseguida, los gritos desesperados. Corro hacia ella y cuando llego a su lado, todo retiembla debajo de nosotras.
 
 
 

 
Jacob.

-¿Qué demonios crees que haces?

Termino de guardar los papeles de mi informe en la carpeta, mientras el Mayor se acercaba, con esa mirada furiosa que comenzaba a caracterizarlo.