Falling for you - The 1975
Mientras observaba bailar a Harmonie y a Lucy, me fue inevitable no revivir todo lo que había pasado en esos últimos días. Aún no podía creer que todo el tiempo hubiese estado jugando conmigo, ¿qué demonios le costaba hablarme claro y decirme que salía con ese sujeto?, ¿por qué diantres no tuvo el coraje de terminar de tajo todo tipo de relación que se estaba dando en nosotros? En cambio, poco a poco me fue atrapando y sumergiéndome en su juego, poco a poco se fue adentrando en mi vida, adueñándose de mis pensamientos y cimentando en mí el anhelo y deseo de ella. Y la odiaba, la detestaba porque lo había logrado.
Me tenía en sus manos.
Solté un suspiro cansino, llevé un par de dedos al puente de la nariz, toda esa situación me provocaba jaqueca. Todo con ella era una completa locura. Todo con ella no tenia inicio ni fin, ni pies ni cabeza. Todo era un túmulo de complicaciones, un manojo inconexo de razones, nada con ella era fácil. Y eso me desquiciaba, ¡diablos! Me atraía como la luz a la polilla. Me hipnotizaba y atraía con fuerza, con ansiedad.
— ¿Todo bien? —Pestañé un par de veces, saliendo de mi ensimismamiento. Giré la cabeza, cortando mi escrutinio hacia donde estaba ella. Brandon yacía a mi lado, traía dos copas con alguna clase de bebida, me sonreía en un gesto tranquilizador al tiempo que me ofrecía una de las bebidas. La tomé sin titubeos y me la llevé a los labios, ingiriendo el líquido ambarino, sintiendo como al pasar por mi garganta quemaba, abriendo su paso hasta asentarse en mi estómago. Solo entonces, me armé de valor para hablar.
—No, nada está bien conmigo... con nada —confesé, mirando por una fracción de segundo a Harmonie.
— ¿Salió todo mal con ella? —preguntó, sin embargo, había sonado más como una afirmación. Me giré para verlo de frente, sus ojos me observaban con clara preocupación y curiosidad. ¡Diablos!, tenía tanto que contar pero sencillamente no hallaba por dónde comenzar.
—En realidad, nunca hubo algo con ella —apunté, lo que era obvio, al menos para mí, en ese entonces. Ladeó el rostro, mostrando su desconcierto. Hice una mueca con los labios y tomé otro trago de mi bebida, entonces añadí—: te diré esto... no con el afán de jactarme, porque eso sencillamente no viene al caso. —Asintió con la cabeza, toda su atención se centró en mí—. Ella y yo solo tuvimos... intimidad, unas cuantas veces y creí que todo estaba perfecto. Ambos habíamos dejado claro que sería sin ataduras y mucho menos etiquetas, sin embargo, hace unos días la vi coquetear con uno de los accionistas y ¡argh!, pude sentir como toda la ira se acrecentaba, de la misma forma de cuando pasó todo aquello con Paola, sino es que peor. Y eso me descolocó. Porque no tenía ni una puta idea del porqué me ponía así, pero sencillamente, odiaba la idea de saberla con alguien más. —Poco a poco las palabras iban saliendo de mi boca, le conté brevemente lo que habíamos acordado en México, todas las peleas y sobre todo las recientes, así como, desde que aquel hombre había llegado a su departamento, ella no había tenido el interés en buscarme y darme una explicación.
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Contigo, nunca © [Pronto en Amazon]
General FictionPRÓXIMAMENTE EN FÍSICO Amores que curan Libro 2 (POSEE SPOILERS, YO TE ACONSEJARÍA LEER ANTES: EL LIBRO 1: "CONTIGO, SIEMPRE") Él no era el típico mujeriego; al contrario de muchos hombres, él había pasado parte de su vida buscando a su gra...