Capítulo 34

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Nota: Si votan y comentan, sobre todo esto último, quizá, no lo sé, y suba lo que resta de la historia.

Dusk still dawn - Zayn ft

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Dusk still dawn - Zayn ft. Sia

Mi novio

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Mi novio... sentía tan raro saberme en una relación pero era una sensación nueva, demasiado extraña pero que con el paso del tiempo se iba asentando en mi cabeza y me iba gustando, me gustaba demasiado. Charles me convenció que lo acompañara al ensayo, luego de mucha insistencia lo había conseguido y no era que me hubiese rogado mucho, pues he de admitir que ya no podía negarle nada, me bastaba una de sus miradas y una sonrisa para que hiciera de mí su santa voluntad. Estaba tan perdida.

¿Estaba enamorada? No, estaba perdida y jodidamente enamorada de Charles. Y la idea me aterraba como entusiasmaba a la vez.

—Ni siquiera tengo un vestido para ir a la ceremonia —susurré, Charles estaba mirándome fijo a los ojos, mientras jugaba con uno de mis mechones rojizos.

—Te veras hermosa con lo que te pongas —dijo, sonriendo. Rodé los ojos y solté un bufido.

—Lo dudo, tendré que ir de compras —respondí. Los escuché reír por lo bajo. Aferré la sabana con una de mis manos, para evitar que se cayera, entonces me levanté al tiempo que me envolvía en ella—. Levántate, que tú también iras conmigo.

— ¿Qué?, ¿por qué yo? —preguntó, quejándose. Tomé un cambio de ropa interior y un cambio de ropa que había dejado días atrás en su departamento.

—Porque es lo que hacen los novios por sus novias —respondí, las palabras brotaron de mi boca con tanta naturalidad, como si no era la primera vez que las pronunciara. Silencio, volví a verlo, sin saber cómo sentirme al respecto.

—Hay otra cosa que también hacen los novios juntos—dijo, volví a verlo y su expresión era tan... llena de emociones, de asombro y felicidad.

— ¿Qué cosa? —pregunté, tragué grueso pues de pronto todo el aire comenzó a sentirse pesado, denso y cargado de... tensión.

—Se bañan —dijo, para que luego sus labios rompieran en una extensa sonrisa, llena de sugestividad. Y sin decir una sola palabra, se levantó, sin molestarse en cubrir su desnudez, se situó enfrente de mí, tomó mis dedos entre los suyos y me guió hasta el baño, donde todo nuevamente estalló en luces de colores, en llamaradas de fuego consumidor.

Contigo, nunca © [Pronto en Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora