Capítulo 24

2.5K 241 57
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Please don't - mxmtoon

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Please don't - mxmtoon

Me acompañó hasta Clínica de salud Mental que se ubicaba en Smithfield y que quedaba a alrededor una hora y media de Greenville, Carolina del Norte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me acompañó hasta Clínica de salud Mental que se ubicaba en Smithfield y que quedaba a alrededor una hora y media de Greenville, Carolina del Norte. Así que, rayando el alba salimos en la camioneta de Charles con el propósito de evitar el tráfico, pasar a comer algo en Smithfield y llegar sin contratiempos a la clínica donde se encontraba mi madre. Ya había avisado que llegaría, por lo cual no habrían problemas con nuestro ingreso a las instalaciones, solo esperaba que ese día fuera unos de esos días buenos que mi madre tenía de vez en cuando. Le rogaba al cielo el no presenciar algún episodio maniático, no quería verla así de nuevo, eso iba a romperme de mil maneras

Porque aún recordaba, tenía tan presentes en mi memoria todos aquellos ataques que le daban cuando yo tenía a penas dieciocho años, recuerdo en el estado que la encontraba cada que llegaba del instituto. La casa hecha jirones y destruida, compartiendo el mismo aspecto con el que ella solía mantenerse; olor a alcohol, miseria y dolor. No dormía, lloraba mucho y se sumía en su mente sin tener intención alguna de querer salir. Trastorno de estado de ánimo o Bipolaridad, fue lo que diagnosticó el doctor, esa enfermedad había estado en ella pero no fue hasta que mi padre nos dejó y todo el desgaste físico, mental y emocional que la detonó por completo. Sus emociones eran demasiado extremistas, lo cual le provocaba episodios maniáticos, que conforme el tiempo pasaba se volvieron en problemas anímicos peligrosamente bajos que daban lugar a la depresión. Esa enfermedad acabó con ella, pues no la dañaba solo a ella, sino que, perjudicó sus relaciones sociales y laborales. Y no fue hasta que intentó suicidarse que mi tío Humberto, el padre de Ken, decidió que lo mejor era internarla. Y fue de esa forma en que cuestión de un año me quedé sin padre y a la larga sin madre.

Contigo, nunca © [Pronto en Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora