Capítulo 12

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-¿Entonces le gustas a Isaac y a Alex al mismo tiempo?-Jed volvió a preguntar de manera incrédula

Tanto Melanie, la niña que estaba regularizando hoy y yo lo miramos mal

-Sí, Jed, me lo dijo el sábado- respondí con paciencia esperando a que mi alumna terminara el ejercicio que le dejé

Todos estábamos en la sala de mi casa

-Sigo sin saber cómo asimilarlo- dijo riendo al notar que ya me había desesperado

-No me lo recuerdes porque ayer tuve una cruda demasiado fuerte: Aprendí que nunca debes de combinar tequila con cerveza- dije encogiéndome de hombros

Jed soltó una carcajada que puedo jurar que se escuchó por toda la casa

-¿Es enserio? Por Dios, Andrea. A los 15 años yo ya sabía qué combinar con qué, cuál licor es más fuerte y qué te causaría una cruda de años- contestó divertido. Ya estaba llorando por tanto burlarse de mí y le lancé una almohada al rostro

Estaba siendo una mala tutora hablando de cómo me emborraché cuando se supone que debería darle clases a una niña inocente de 8 años. Ésta nos miraba con confusión pero a la vez no parecía querer saber acerca de lo que nos referíamos

-Tenía que procesarlo todo, a la mañana siguiente desperté en mi cama sin saber cómo- dije para excusarme

Jed alzó las cejas

-¿Amaneciste desnuda o con ropa?-preguntó de manera directa y los ojos de la niña se abrieron como platos

-Jed, cierra la boca- protesté tapando las orejas de la niña para que no escuchara y me di cuenta de que había finalizado con el ejercicio

-¿Qué?-Jed preguntó al ver lo que hacía y miró a la niña para guiñarle un ojo- Lo único que puede pasar es que no la vuelvan a traer porque les puede contar a sus padres que hablabas de alcohol y desnudez en sus clases- rió con diversión

-Justamente por eso quiero que cierres el pico- dije fulminándolo con la mirada y la puerta se abrió dejando ver a mis papás entrando con las compras

Jed se paró rápidamente al verlos

-Yo les ayudo, señores- dijo como si fuera un chico cordial y solidario, baboso

Mientras ellos colocaban las bolsas en la alacena, revisé los ejercicios de Melanie calificándolos con una pequeña palomita que marcaba mi pluma roja

-Tienes bien todos, Mel. Bien hecho- sonreí con orgullo. El reloj sonó avisando que ya eran las 7:00 de la tarde, lo cual daba por finalizada la clase así que ella se puso a guardar sus pertenencias en su pequeña mochila de Hi-5

-¿Quieres que la llevemos a su casa?-Jed preguntó desde la cocina mientras estaba comiendo de nuevo

Miré a Melanie esperando una respuesta pero ella negó tímidamente

-Me iré en bicicleta- avisó colgando su mochila en su hombro y asentí siguiéndola hacia la puerta. Me quedé ahí parada viéndola cómo se subía y encaminaba su andar hacia su casa.

-¿Cómo les fue hoy, chicos?-preguntó mi madre comenzando a prender la estufa para preparar la cena

-Increíble. ¿A usted, señora Macolm?-respondió Jed por mi, tanto ella como mi padre habían salido antes del trabajo

-Puedes llamarme Lidia, también nos fue muy bien- sonrió cortando la cebolla. Me iba a acercar para ayudarle pero la puerta sonó de nuevo, supuse que era Melanie buscando algo que había olvidado

Oh no, Alex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora