Oh no, Alex.

Capítulo 45

Alex

Es inevitable que todo lo bueno llegue a su fin. Ambos sabemos que es imposible que sigamos siendo al menos amigos después de todo porque a ella nunca le gustaba sentirse incómoda con lo que hacía.

Siempre va a haber atracción entre los dos y por eso no la voy a dejar.

Lo voy a solucionar.

-De verdad que no quiero herirte, Alex. Pero creo que esto es lo mejor para ambos- habló después de un silencio infernal

Reí con ironía aún hincado enfrente suyo como un completo idiota.

-Me tienes bastante jodido ya, Andrea. Deberías mostrar algo de compasión- susurré negando con la cabeza. Tampoco pensaba irme.

Ella me levantó rápidamente de donde estaba y me miró a los ojos con seriedad

-Es lo mejor, me lo vas a agradecer pronto- trató de calmarme con ello pero aparté la mirada con brusquedad

-Yo sólo te quiero a ti, casi te propuse matrimonio hace unos días y ahora me mandas a la chingada- repliqué dejándola callada de nuevo

Esto era un infierno para ambos

-Alex, yo..- la interrumpí acortando la distancia que había entre los dos para plantarle un buen beso que quizás iba a ser el último que me iba a dar mientras la acercaba a mi cuerpo. Sus besos sabían salados por tanto llorar y los míos igual pero fue lo que menos me importó, no esperaba que fuera correspondido y no lo hizo. Se quedó inmóvil mientras yo soltaba suspiros de alivio y molestia al mover los labios contra los suyos sin tener respuesta.

No quería despegarme pero ella me apartó. La miré con súplica y quise volver a unir nuestros labios pero lo impidió al poner sus manos contra mi pecho negando con la cabeza. Sabía que estaba bastante segura de su horrible decisión e hiciera lo que hiciera no iba a cambiar de opinión.

-¿Por qué estás usando eso para alejarme de tu vida?- le pregunté mirándola fijamente

-¿El qué?-preguntó fingiendo no saber

"Somos una relación destructiva"

Su comentario no dejaba de repetirse en mi mente y eso me mataba.

-Debo volver a casa- habló al ver que no respondí y le tomé la muñeca antes de que se fuera

-Aunque esto haya terminado, deberías quedarte conmigo ésta noche- contesté mirándola con súplica de nuevo. Ella me miró indecisa y yo rogaba porque dijera que sí

Estaba hecho una mierda y lo merecía pero enserio que no la iba a dejar ir tan fácil.

Es sorprendente cómo por nuestras acciones todo lo bueno que uno tiene se va a la chingada tan rápido

-¿Por qué debería hacerlo? Te causaría más daño- susurró negando pero reí de nuevo

-¿Más del que ya me hiciste? Por favor, si mañana ya no serás mía, deberías quedarte- le volví a insistir ello soltando un suspiro

Permaneció callada mientras pensaba todo y eso me mataba aun más. Era esa maldita expresión cautelosa la que me hacía querer saber qué pasaba por esa cabeza siempre que la ponía.

Tomé ambas de sus manos para que me mirara a mí ahora.

-¿No me darás una última vez?- hablé sin apartar la vista de sus hermosos ojos.

De repente sus labios se unieron con los míos con tanta desesperación y con pánico a la vez. Con eso nos decíamos todo el uno al otro y por dentro sabía que ella no quería perder lo nuestro pero no quise comentarle nada.