Andrea
Un ruido en la parte de abajo de la casa.
No me alarmé, debía de ser mi mascota que quería salir un rato.
2 ruidos. Ahora 3 seguidos.
Abrí los ojos de golpe parándome de la cama. Apenas eran las 11:30 y sabía que no eran mis padres porque estaban en una cena de gala para celebrar la apertura de una nueva sucursal en Chicago
Ahora no fue un ruido sino un golpe profundo lo que me hizo agarrar lo primero que vi siendo un bate de baseball y bajé corriendo las escaleras escuchando los ladridos de mi perro.
La ventana de la sala estaba abierta y me estaba muriendo de nervios hasta que alguien me tomó de los hombros haciendo que me diera la vuelta rápidamente y por protección le pegué a alguien con el bate al cometer tal acción.
-¡Auch!- exclamaron, esa voz es de Jed
Prendí la luz de la sala dejándome ver a Jed tirado en el suelo con una mano en el hombro donde debí pegarle con fuerza
-¡Me has dado un susto de muerte!- exclamé controlando mi respiración agitada
-¡Y tú me has dado un golpe!- argumentó en respuesta
Lo miré por unos segundos y rodee los ojos riendo para darle la mano y así levantarlo
-¿Qué haces aquí?-pregunté confundida mientras dejaba mi bate en el sofá
-Qué gran recibimiento- respondió con sarcasmo lanzándose en el sofá y prendió la televisión- He tenido una cita horrible. La chica con la que salí sólo era una fan de libros románticos que creía que yo era un chico malo con el que podía vivir sus fantasías literarias- explicó haciendo una mueca de desagrado
Solté una fuerte carcajada al escucharlo y me tumbé a su lado en el sofá para tomarlo de ambos de sus cachetes
-Pero ¿Quién podría pensar que eres un niño malo? Con tan sólo mirar tus cachetes es suficiente para saber que eres una ternura de chico- hablé con un tono de voz que parecía que le estaba hablando a un niño
Jed me tomó de las manos para librarse de mi agarre y agarré el control remoto para cambiarle a un canal que sea de nuestro agrado
-¿Y a ti cómo te fue?- preguntó con interés alzando una ceja
-Bien, supongo- respondí encogiéndome de hombros y Jed alzó ahora ambas cejas divertido
-¿Alex la cagó de nuevo?-preguntó de nuevo con diversión y negué
-No realmente- contesté algo distraída en los programas que la televisión mostraba como opción para ver
-No me cae bien pero justamente por eso, Isaac y Valerie llegarán en unos minutos con pizza. Será como una pijamada- explicó con una gran sonrisa y lo miré sorprendida al escucharlo
-¿Qué? ¡Pero estoy en pijama!-dije sorprendida y agobiada mirando mi atuendo nada glamuroso
-Pues cámbiate- respondió el tonto de mi mejor amigo con obviedad. Bufé parándome de mala gana y subí rápido hacia mi habitación para vestirme con lo primero que vi pero procurando que se viera bien hasta que bajé las escalaras y me acosté en el sofá justo cuando el timbre sonó.
Yo fingí estar tranquila viendo la televisión aunque el corazón me latía a mil por hora. Sólo faltaba que Alex y los chicos también vinieran, eso ya sería demasiado
-Pizzas de pepperoni y una italiana- afirmó Isaac en la entrada de mi casa con las cajas de pizza en las manos
-Tenía bastante hambre- habló Jed ayudándole con las cajas y las puso en la mesita de la sala para agarrar una rápidamente sin tener un plato a la mano
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Oh no, Alex.
Teen FictionAlex, André, Yoshua y Kyle han sido inseparables amigos desde pequeños al ser vecinos en la misma calle, uno al lado del otro. Cada uno tiene su propia esencia y son la clase de chicos por los que las mujeres matarían por tener a su lado. Lo que n...