Oh no, Alex.

Capítulo 29

A las ocho ya estaba en la puerta de mi casa que estaba encendida por todas las luces de colores navideñas

-¡Paso por ustedes a las 12:20!- exclamó Alex y asentí despidiéndome de él para entrar a mi casa pero toda la familia de Jed ya estaba ahí y la mía también

-¡Andy!- exclamó mi abuela con gran emoción al levantarse y sonreí de la misma manera sin poder ocultar lo feliz que estaba para abrazarla fuerte

Adoraba a mi abuela

-¡Te extrañé demasiado, abue!- exclamé con felicidad creando una escena bastante tierna para todos

-¡La familia está unida de nuevo!- prosiguió la madre de Jed pero el último nombrado tenía un suéter de renos y adornos navideños que su abuela le había tejido y estaba obligado a usarlo en las navidades o sino heriría sus sentimientos

Hice lo que pude para no soltar una carcajada

-Hora de pasar una de las mejores navidades- habló mi padre levantando su vaso con champange para brindar y todos hicieron lo mismo con una sonrisa satisfactoria

-Salud- dijimos al unisono

-¡Niños, hora de cenar!-les gritó mi madre al estar todos aquí y nos reunimos en el parque dónde la enorme mesa nos esperaba

Edward, Jed y los que ayudaron a adornar esto se lucieron de verdad.

Habían luces en las paredes para adornar y una fogata recién encendida mientras que los regalos yacían en el árbol para el intercambio. Todos nos sentamos alrededor de la mesa quedando yo en medio de Edward y Jed mientras hablaban con gusto al igual que todos los presentes. En promedio somos como 18 en total y es bastante cómodo porque así tenías con quién hablar y decidí unirme a la conversación de las primas de Jed situadas enfrente mío hasta que tuvimos la cena enfrente de nosotros 

-Amén- finalizó el abuelo de Jed al haber hecho una oración por los alimentos y comenzamos a comer entablando una conversación que nos incluía a todos

-¡Eso fue increíble! Debemos volver a repetirlo- habló una de mis tías al hablar sobre la vez en que pusimos karaoke y se volvió una fiesta total

Comencé a reír escuchando el motivo por el que uno de mis primos se emborrachó cantando una canción y así la pasamos el resto de la cena entre risas. El tiempo se fue de manera muy rápida porque nos servíamos más y platicábamos de cualquier cosa hasta que de nuevo acabamos prendiendo el karaoke. 

Por mi parte no me gustaba mucho cantar pero simplemente observaba a mis tías y a las de Jed cantando con mucho sentimiento

-¿Quieres?-preguntó mi hermano al aparecer detrás mío con una botella de cerveza pero negué, no se me antojaba realmente

Edward me miró burlón

-Qué aburrida hermana tengo- dijo riéndose y le di un leve golpe

-Es navidad, no planeo emborracharme- respondí encogiéndome de hombros

Jed volteó su rostro desde donde estaba al escucharme y sonrió

-Yo sí- dijo con una voz picarona y lo miré mal fingiendo molestia por ser navidad

-¡Oigan! ¡Faltan 5 minutos para navidad!- habló el primo menor de Jed con su pequeño traje formal que lo hacía ver como una ternura de niño

Las familias celebraron empezando a ordenar todo como si fuera año nuevo y me quedé mirando al niño como boba

-Ese niño es precioso- dije con una sonrisa ladina pero Edward bufó tomando un trago de su cerveza

-Es un cabrón- respondió de la manera más normal