Capítulo 47

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Cuatro de julio.

Feliz día de independencia. 

En Estados Unidos cada cuatro de Julio se celebra la independencia y con mi familia solemos ir al Eleanor Tinsley Park, lugar donde actúan músicos locales y nacionales. Hay bastante diversión para los niños y se culmina la velada con un glorioso despliegue de fuegos artificiales.

Es bonito para todos pero la gente mayor sólo se queda un rato para admirar y celebrar todo pero los jóvenes vamos por la bebida, la música y las amistades que nos hacen quedarnos mucho más tiempo. Es más una fiesta alocada que una celebración. 

Mis padres por su parte irán con los abuelos para apreciar la sinfónica que ofrece un concierto de música patriótica en el Miller Outdoor Theatre.

-Feliz cuatro de julio, hermana- habló Edward apareciendo en la sala con un pantalón de mezclilla y una camisa sin mangas blanca con la bandera de Estados Unidos estampada  en su pecho

Yo iba en short de mezclilla, vans negros y mi camisa blanca de rayas azules como símbolo de la bandera. Era algo casual . 

-Mis padres ya se fueron por los abuelos, los veremos en donde siempre- avisé sin despegar la vista de la televisión porque estaban entrevistando a Ashton Kutcher

-Vámonos entonces- sonrió abriendo la puerta y apagué la televisión para encaminarme hacia donde él con una sonrisa mientras hablábamos de lo divertido que sería porque las familias de nuestros amigos también estarían ahí y quedamos en vernos en el parque cuando fuera el turno de Maroon 5 para cantar. 

-Ya estoy lista para ver a mi Adam- dije con una sonrisa estupefacta

Edward soltó una carcajada subiéndose al coche y lo puso en marcha cuando estuve adentro

-Lo sé, ¿Has visto su bien formado trasero?-preguntó bromeando y me miró serio- Yo si le doy.

No pude evitar soltar una carcajada y le di un leve golpe en el hombre

-Cálmate, baboso- repliqué aunque yo también quería hacerlo porque en verdad estaba buenísimo. 

-Cálmate tú. Si te pones a admirarlo cuando estemos ahí, harás que cierta persona se enoje- argumentó en defensa. 

Cierto, Alex estaría ahí también

La última vez que habíamos cruzado palabra había sido hace tres semanas y supe que se había ido de la ciudad con su familia para pasar el verano. Yo me reuní una que otra vez con Kyle o Yoshua para salir al cine o distraernos pero la tensión entre Alex y yo seguía inevitablemente.

-No hay nada de qué preocuparse- contesté encogiéndome de hombros. 

Edward me miró de reojo al estacionarse en medio de muchos coches en el tráfico. La ciudad estaba más que activa por el día del que se trataba y como era de noche estaba muy iluminada, cosa que me parecía perfecta.

-¿Has pensado ya en qué vas a hacer con él?-preguntó con curiosidad después de un rato. 

Lo miré mal sin querer contestar. 

-¿Y tú ya pensaste en qué hacer con Anna?- le devolví la pregunta escuchando cómo soltaba un suspiro pesado. 

También había tenido problemas con su novia, al parecer teníamos una especie de maldición en el amor. 

-Mejor hablemos de otra cosa.

Reí negando con la cabeza

-Así de feo se siente, hermano- le dije guiñándole un ojo. 

Oh no, Alex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora