Capitulo 6

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*Narra Christopher*

Llego a mi casa, son más de las cuatro de mañana, Alexa no tenía ganas de marcharse de la fiesta y yo desde que terminó la cena, estaba pensando en la pequeña Emily y en sus pesadillas. Desde que vive conmigo ha pasado muchas noches malas, cuando se remueve en sueños me parte el alma pensar en quien puede hacer sufrir a alguien tan pequeño. Ha debido de sentir de alguna forma el desprecio de su madre, es una lástima que alguien tan dulce haya padecido ya tanto en su corta vida.

Pienso en Alexa y en sus ganas de seguir la fiesta los dos solos, pero aunque en otro momento le hubiera dicho que sí, ahora no tenía ganas... Esto de ser padre—hermano, me está cambiado. Me ha dicho que mañana vendrá a pasar el día juntos, eso es bueno, tenemos que pasar más tiempo juntos. Alexa necesita mucho cariño.

Dejo la corbata en el salón y subo las escaleras con cuidado de no despertar a ninguna de las dos, me pregunto si Ariadna se habrá quedado dormida, o seguirá pensando en irse a su estudio. Cuando entro al cuarto de Emily veo que la pequeña se remueve en sueños, pero aun no le han acechados las pesadillas.

Le doy un beso y la arropo, esperando que esta noche duerma tranquila sin despertarse. Entorno la puerta y voy hacia mi antiguo cuarto, dudo en si abrir la puerta o no, pero finalmente la abro y veo a Ariadna dormida sobre la cama. La sabana la tiene enredada en sus firmes piernas y lleva puesta la ropa con la que vino, de un color rosa y con un osito gracioso en la camiseta. En otra persona tal vez lo hubiera visto ridículo, pero en ella lo veo hasta bonito, va con su estilo infantil, despreocupado. No debería estar mirándola, lo sé, pero no puedo dejar de hacerlo, Ariadna despierta dulzura en mí. Me acerco y la arropo esperando no despertarla, pues decía la verdad cuando le comenté que no me hacía ninguna gracia que se fuera sola a estas horas. Cojo el libro que tiene abierto y lo pongo sobre su cartera y al hacerlo veo otro de sus boceto, pero en esta ocasión no es Emily la que está en él, soy yo, y verme en los ojos de Ariadna me deja noqueado. Salgo del cuarto dejado el boceto donde estaba. Eran solo unas líneas, pero podía ver mi sonrisa. ¿Así es como ella me ve?

Voy a mi cuarto, molesto e inquieto y me pongo el pijama sin dejar de pensar en la pequeña Ariadna y en su boceto.

Un grito irrumpe en mis sueños y me despierto de golpe para ir a ver a la pequeña. Pero cuando llego veo que sus gritos han cesado y alguien ha sido más rápido. Ariadna ya esta acunando a Emily en sus brazos, le esta sonriendo y diciendo cosas alegres.

—Vaya sueño más tonto, pero no pasa nada. Todo está bien.

Entro y me pongo a su lado, pero no hago amago de quitarle a la niña. Sus sollozos poco a poco van remitiendo, mientras Ariadna le dice cosas alegres, puedo notar en su voz la calma y la dulzura, como si nada pasara, como si todo estuviera bien. Cuando Emily se queda dormida le ayudo a dejarla en su cuna y salimos del cuarto.

—Tiene pesadillas desde que la trajeron. Me ha entrado sed ¿quieres algo?

Ariadna asiente y me mira sonrojada. Recuerdo su juventud y me siento muy mayor.

—No deberías haberme dejado dormida.

—No pienso discutir eso.

Me sigue por las escaleras y cuando llegamos a la cocina le pregunto qué quiere.

—Leche con cacao.

—Golosa.

—Hace mucho que no tomo, en mi estudio no tengo.

—¿Y en tu casa?

—Yo creo que ya te habrás dado cuenta de que evito mi casa. Solo voy cuando es importante y para ver a mis padres, aunque a quien más se alegra ver es a mi padre.

Enamorada Del Novio De Mi Hermana (Christopher Velez)  [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora