*Narra Christopher*
Llego al trabajo pensando en Ariadna. No he dejado que se vaya a dormir por las noches a su estudio. Nunca he compartido esta clase de intimidad con nadie, ni con Alexa. Con ella, nunca he sentido la necesidad de convivir, pero con Ariadna no espero otra cosa, es como si fuera lo más acertado, lo más correcto.
Pese a eso, no dejo de pensar en Alexa, y no precisamente porque sienta nada por ella, si no porque me inquieta lo que tiene que decirme.
—Christopher, George quiere hablar contigo—Asiento a la secretaria y miro intrigado a Richard mientras me levanto.
—Yo no sé nada, pero dudo que sea algo referente a Ariadna.
Voy hacia el despacho de George, es cerca del mediodía y por lo que parece el trabajo se va a alargar. Su secretaria, al verme, me abre la puerta del despacho y entro en él.
George está hablando por teléfono, me tiende unas carpetas, las tomo y las ojeo mientras él termina. Enseguida sé de qué se trata y me relajo, son para el proyecto. Alzo la vista más calmado y mis ojos van a parar a un bello cuadro, enseguida sé que es uno de los lienzos de Ariadna.
Me acerco a él y admiro la obra.
—Es bonito ¿Verdad?
—Sí, es increíble. Ariadna es una pintora maravillosa.
—Por lo que veo Ariadna te ha mostrado sus cuadros—Lo miro temiendo haberme delatado, pero George me observa como siempre.
—Sí, pero ella no es consciente de lo buena que es. Tiene inseguridad en si misma.
—Sí, veo que la conoces bien, aunque claro es normal, pasáis muchas horas juntos. Ojala un día Ariadna también encuentre, al igual que su hermana, un joven tan bueno como tú.
George va hacia su mesa mientras me quedo observando el cuadro, sintiéndome de repente un miserable. ¿Que estoy haciendo? No dudo que quiera estar con Ariadna cueste lo que cueste. Pero todos piensan que sigo con Alexa. No estoy actuando bien. El problema es que no puedo evitar estar con Ariadna esperando que Alexa regrese y la verdad salga a la luz.
Solo espero que cuando esto suceda la opinión que George tiene de mí no cambie. Lo admiro mucho y no me gustaría defraudarlo.
Cuando llego a casa encuentro a Ariadna dormida en el sillón, con el cuaderno de esbozos en el suelo y las manos llenas de manchas de pintura. Sonrió y me quedo un rato observándola, simplemente por el placer de mirarla.
Pasado un tiempo decido ir a darme una ducha tras mirar a Emily, que también descansa en su cunita.
Al salir de la ducha, que está en mi cuarto, me pongo una toalla en la cintura para vestirme en mi habitación. Abro la puerta del baño y me encuentro con Ariadna sentada sobre la cama, mirándome con sus intensos y grandes ojos verdes. Me sonríe y noto como sus ojos bajan por mi cuerpo de manera descarada.
—¿Sabes una cosa?—Me sorprende su pregunta y pienso enseguida que se refiere a algo que ha hecho con Emily.
—¿No, qué cosa?
—Que te quiero—Me dice sin más. Siento como su "te quiero" dicho de esa forma tan casual y normal, se cuela en mí y no puedo evitar cercarme a ella a besarla. Ariadna sigue mis besos y pronto nos enredamos en un mar de pasión. Nunca tengo suficiente de ella, soy tan feliz a su lado, que cuando más feliz me siento, más miedo me da que esto solo sea un paréntesis en mi vida, y que pronto cada uno vuelva a su sitio, y la pierda. No sé cómo podría vivir sin ella.
Ultimos capitulos
MAÑANA EL GRAN FINAL😣👑💜❄ ADIOS PEQUEÑAS SALTAMONTES💜
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Enamorada Del Novio De Mi Hermana (Christopher Velez) [Terminada]
Novela JuvenilAriadna siempre se ha sentido diferente Con sus 19 años no aparenta mas de 15 y para eso no ayuda mucho que siempre lleve trenzas por que le molesta el pelo al pintar Hija de un Gran empresario y ademas marques nunca se a sentido a gusto en la soc...