*Narra Ariadna*
Christopher me abre la puerta, tras saludarle entro y dejo mi mochila en una de las sillas del salón.
—Emily está dormida, pero hay que despertarla para darle la cena.
Lo sigo por la escalera para ver a la pequeña y al ver que está dormida salgo para bajar al salón, pero veo a Christopher en su cuarto probándose varias corbatas sobre su camisa azulada.
—La azul marino—Christopher me mira y se la prueba.
—¿Segura?
—A mí me gusta.
—Haré caso a una entendida en arte.
—Yo solo pinto porque me gusta, no para ser entendida...
—¿Por qué te cuesta tanto aceptar los cumplidos?
—No sé, además no pinto tan bien. Y en lo referente a moda no estoy muy puesta.
—¿Que te dice la gente que ha visto tus cuadros?
—No se los enseño a nadie.
Christopher termina de ponerse la corbata y lo miro embelesada sin que él se dé cuenta, esta guapísimo y no dejo de pensar en él a todas horas, empiezo a pensar que estoy obsesionada.
—¿Mejor?—agrando la mirada y asiento, tratando que así no note mi sonrojo porque me ha pillado mirándolo.
—Sí, mucho mejor.
Entro en el cuarto de Emily y la miro para así no volver a caer en la tentación de contemplarlo a él.
—Ven Ariadna.
Salgo y veo de reojo que se ha puesto la chaqueta. Llevo toda mi vida viendo a personas con traje, y más en las fiestas a las que antes solía estar obligada a ir, pero nunca al ver a alguien con él, he sentido que no podía dejar de mirarlo. Esto es mortificante, es mi jefe.
—Entra.
Entro y veo el cuarto de un joven, con algunos póster de un equipo de futbol.
—Era mi cuarto antes de que mis abuelos se fueran... luego reformé un poco la casa para que siguiera siendo como siempre, pero con un toque mío y este cuarto lo he dejado sin utilizar.
—¿Y?
—Ariadna es posible que llegue tarde, y no me hace gracia que te vayas a altas horas de la noche con la moto...puedes quedarte aquí a dormir.
Lo miro, Christopher aparta la mirada y va hacia un cajón.
—Aquí tienes sabanas.
—No me voy a quedar a dormir.
Mi corazón late acelerado con solo pensar en dormir en la misma casa que él, tan cerca, solos. Esto es una locura. ¿Cuándo va a detenerse? Los jóvenes como Christopher nunca se fijarían en alguien como yo.
—Ariadna... ¿No te fías de mí?
Lo miro sin entender por qué me pregunta eso, hasta que pienso que es normal que lo haga, ya que puede pensar que mi negativa se debe a que no me fío de dormir con él en la misma casa. Si el supiera...
—No lo veo necesario, mi estudio no está muy lejos...y sí, sí me fío de ti.
—Bien, pues como puedes ver—Miro sobre una cajonera y veo una televisión—, aquí también puedes estar viendo la tele, es más cómodo que estar en el salón. Y si te entra sueño te acuestas y cuando yo llegue, decides lo que haces.
—Cabezón.
—Quien habló.
Sonrío y asiento sin que me quede más remedio. Christopher no tarda en irse, diciéndome antes, que me ha traído algo de cena del restaurante de la madre de Zabdiel. Es un cabezón, al final no me puedo comer mi sándwich...ahora que lo pienso... ¡se me ha olvidado hacerlo! Eso me pasa por estar hasta el último segundo pintando.
Doy la cena a Emily tras despertarla y la vuelvo a dejar en su cuna para que siga durmiendo. Cuando pruebo la cena que me ha dejado Christopher, la disfruto, pues esta realmente buena.
No tardo en subir al cuarto de Christopher y tras mirar a la pequeña preparo la cama para sentarme en ella y no dormirme, no pienso quedarme dormida. Enciendo la tele y me pongo cómoda para verla, viendo que no hay nada, saco un libro de mi cartera y empiezo a leer, la lectura es otra de mis aficiones.
Llevo un rato leyendo cuando decido observar el cuarto de Christopher, y me lo imagino mucho más joven aquí, mis manos acarician la cama que él tantas veces ha usado y pienso como habrá sido su juventud, sé muy poco de él y aunque me gustaría saberlo todo, me da miedo, pues cuando me levanto cada día ansío el momento de estar en esta casa, de verlo y lo peor es que cuando no estoy con él, mi mente no para de recrearlo y en mi estudio solo sé recrear su perfecto rostro. Esto empieza a ser una obsesión.
Me levanto y observo a la pequeña, se remueve inquieta y la tapo. Viendo que está más relajada en sus sueños vuelvo al cuarto de Christopher y trato de centrarme en la lectura, pero me es imposible y el sueño empieza a atraparme.
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Enamorada Del Novio De Mi Hermana (Christopher Velez) [Terminada]
Roman pour AdolescentsAriadna siempre se ha sentido diferente Con sus 19 años no aparenta mas de 15 y para eso no ayuda mucho que siempre lleve trenzas por que le molesta el pelo al pintar Hija de un Gran empresario y ademas marques nunca se a sentido a gusto en la soc...