*Narra Ariadna*
Llegamos a donde esta mi estudio y le digo a Christopher que me espere en el coche, aunque ha comentado que le gustaría ver mis cuadros, ahora mismo necesito estar sola. Entro y dejo los lienzos donde tengo los otros y las pinturas en su sitio. Me miro en el espejo y pienso en las palabras de la señora, sé porque ha dicho que parece mi hermano, parezco mucho más joven que Christopher, aunque él tenga solo 24 años, yo no aparento que tenga 19 años casi 20, he escuchado esa cantinela desde niña. Mi madre y mi hermana siempre se han quejado de lo poco que cuido mi aspecto, que esto solo hace que parezca más joven. ¿Lo pareceré también a los ojos de Christopher?
Él no me trata como una niña, me escucha y acepta mis consejos como si fuera adulta, pero la duda se ha instalado en mí, quiero creer que él me acepta como soy, que no ve en mí solo lo que represento, si no lo que soy. Pero ya no lo tengo tan claro. Me suelto el pelo y me miro al espejo, el hecho de que lleve siempre dos coletas, es porque para pintar me molesta el pelo en la cara y hacerme una sola coleta no me sale muy bien, por eso desde niña optaba por recogerme el pelo en dos coletas que sí podía controlar. Me miro al espejo con el pelo suelto tratando de verme más madura, más mujer, pero sigo siendo yo. Un peinado no me cambia. Pese a eso bajo del estudio con el pelo suelto. Al entrar al coche sé porque nunca me he preocupado por mi aspecto, y es porque hasta ahora no he tenido motivo para querer estar guapa para nadie, y siempre he sentido prioridad por otras cosas, que pasarme horas en mi cuarto como mi hermana, arreglándose.
—A mí me gustan tus coletas—Comenta Christopher cuando me ve entrar con el pelo suelto.
—Son de niña pequeña—Me gusta que empiece a conocerme, pero en algunos momentos, como ahora, me es molesto.
—Ariadna debes ser tú misma, diga la gente lo que diga y piensen lo que piensen. Si pese a que la gente te quiera hacer cambiar y sigues siendo tú misma, es porque eres mucho más fuerte que ellos. Si cambias que sea porque tú quieres, no porque otros esperan que lo hagas.
—Gracias.
—De nada.
Me echo hacia atrás en el respaldo del coche y miro la noche.
—Preferiría que en vez de gracias sonrieras.
Lo hago y Christopher se ríe.
—Que fácil es hacerte reír, salvo Maia, nunca he conocido a nadie que se ría tanto como vosotras.
—Emily.
Christopher se ríe y asiente. Cuando llegamos a su casa estoy más calmada. Tal vez no era lo que esperaba escuchar de Christopher, él no puede sentir lo mismo que yo, pero sus palabras me han aliviado.
—Yo preparo la cena mientras tú cambias a Emily.
Le saco la lengua y voy a la cocina para ver que hay para preparar la cena, cuando lo decido Christopher ya ha bajado con Emily cambiada y con hambre. Mientras le da de comer sigo preparando la cena.
—¿Te gustan los boca—pizza?
—Como de todo... lo que me gusta.
Christopher se ríe y hablamos de todo un poco mientras cena la pequeña. Emily esta casi terminando cuando se escucha el timbre de la puerta.
—Que raro, no espero a nadie.
—Tus amigos vienen muchas veces sin avisar—Le recuerdo.
—Cierto.
Christopher va a abrir la puerta y miro por encima de la cabeza de Emily a ver quién es, cuando abre me quedo seria y me centro en la pequeña, incapaz de mirar a mi hermana, y más sabiendo lo que va a venir a continuación, no me apetece ver como se dan un beso de bienvenida y miro a Emily.
—Esta noche hay una fiesta, hola Ariadna—Comenta mi hermana al reparar en mí.
—Hola.
La ignoro, como siempre, desde niñas este es el triste trato que tenemos.
—Pues como te decía hay una fiesta y no te iba a decir nada porque sabía que no querrías dejar a la pequeña con Richard y Bianca una vez más, pero cuando mi padre me comentó que Ariadna pasaría la noche aquí para ayudarte con la pequeña, no he podido evitar venir a pedirte que vengas conmigo a la fiesta.
—Gracias por la invitación, pero esta noche me quedo en casa.
—Christopher ahora somos novios formales, y al igual que yo entiendo que tienes a Emily, tú sabías antes de ir el otro día a mi casa, que clase de vida social llevo yo.
Miro a mi hermana sin creerme lo que ha dicho. No es comparable su vida social a tener a Emily.
—Alexa, sí sabía muy bien quien eras, pero yo tengo una responsabilidad con Emily.
—Estoy cansada de ir siempre sola, y últimamente casi no pasamos ningún tiempo juntos. ¿Acaso todo ha cambiado entre nosotros?
Mi hermana pone morros y Juan se pasa la mano por el pelo, cansado.
—No, pero...
—Pues sí, tienes una hermana, pero también una novia y no me gusta ir siempre a esas fiestas sin ti.
—No es obligatorio que vayas a esas fiestas—Murmuro para mí—. Yo me quedo con Emily, no me molesta, iros a la fiesta, es importante para mi hermana aparentar ante sus amigos que es feliz con su novio.
Lo digo con ironía y Christopher se da cuenta pero Alexa me sonríe sintiendo que ha ganado.
—No...
—Me lo debes. Y a ella no le importa.
Christopher murmura, me importa a mí, pero mi hermana se hace la ton.ta y entra en el salón.
—Vamos ve a cambiarte, yo te espero aquí en el salón.
Christopher me mira y asiente. Noto su duda y su desconcierto por la actitud de mi hermana, pero como ella ha dicho, él sabía como era antes de ir a mi casa el otro día, y si está con ella es porque le gusta como es, supongo.
Termino de dar de cenar a Emily y recojo la cocina, apago el horno con la cena ya hecha y me dispongo a subir a acostar a Emily. Alexa no se ha acercado a ver a la niña, sigue sentada en el sofá.
¿Acaso eso es lo que le gusta a Christopher?
—Es igual que Christopher—Comenta mi hermana que va perfectamente vestida con un elegante vestido plateado.
—Sí, idénticos.
Subo las escaleras y entro en el cuarto de Emily , escucho la ducha del cuarto de Christopher; preparo las cosas para el baño de Emily, y tras bañarla la seco y la echo para que duerma, se le están cerrando los ojitos y al dejarla en su cunita no tarda en dormirse.
Me giro para salir y veo a Christopher en la puerta mirándome. Salgo y cierro la puerta.
—No me sabe bien irme.
—Pero si no lo haces te sentirás peor, es tu pareja.
—Sí, ¿de verdad estarás bien?
—Sí, no es la primera vez que lo hago.
—Guarda mi parte de la cena, me la llevaré mañana para almorzar.
Asiento y empiezo a bajar las escaleras pero Christopher me detiene.
—¿Cual me queda mejor?—Comenta mostrándome dos corbatas.
—La verde.
Cuando se van Christopher me dice lo siento antes de partir, le sonrío. No sé porque esta tan afligido, debería estar contento de poder pasar una noche con mi hermana, ella es su novia y yo su amiga.
Pero aunque le diga que no pasa nada, ya me había hecho ilusiones de pasar la noche a su lado, viendo la tele, hablando... pero la realidad ha vuelto en forma de mi hermana, para recordarme cual es mi sitio. Es mejor que no lo olvide.
Al poco de acostarme Emily se despierta llorando y me levanto para calmarla, poco a poco lo consigo, pero no tarda en despertarse agitada por las pesadillas. Al final me siento en una hamaca cerca de su cuna y la cojo la manita para que se duerma sintiendo la seguridad de mi presencia, poco a poco ella lo hace, yo también.
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Enamorada Del Novio De Mi Hermana (Christopher Velez) [Terminada]
Novela JuvenilAriadna siempre se ha sentido diferente Con sus 19 años no aparenta mas de 15 y para eso no ayuda mucho que siempre lleve trenzas por que le molesta el pelo al pintar Hija de un Gran empresario y ademas marques nunca se a sentido a gusto en la soc...